El comercio no se apunta al paro

La jornada de paro general fue casi imperceptible en el comercio sevillano. Los dueños de bares, restaurantes y tiendas esperaron a que los piquetes abandonaran las calles del centro y los barrios más comerciales para abrir sus negocios, de manera que en horario vespertino estas zonas presentaban un aspecto bastante similar al de un día cualquiera. En este sentido, hay que destacar la ausencia de incidentes, salvo en la limpieza, ya que la huelga secundada por los trabajadores de Lipasam provocó que la vía pública presentara un aspecto bastante sucio durante todo el día.

Antes de las diez de la mañana un numeroso piquete informativo estaba ya concentrado delante de la puerta principal de acceso de El Corte Inglés en la Plaza del Duque. Mientras los sindicalistas increpaban a todo aquel que acudía a trabajar o a los clientes, las puertas laterales estaban totalmente despejadas para entrar y salir. Algo que escapaba de la lógica de muchos sevillanos que no entendían el "efecto" de este piquete, salvo que las consignas y pitos en el Duque se hayan convertido en una escena costumbrista de los días de huelga en la que sólo se persigue una imagen para los medios de comunicación.

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Ayer hubo suerte y, tras ocho huelgas generales vividas en la democracia, a un grupo de cinco sindicalistas -con el secretario general de CCOO en Andalucía Francisco Carbonero ala cabeza- se le permitió entrar para repartir folletos explicativos de los motivos del paro. Su presencia en el centro comercial fue recibida con asombro por trabajadores y clientes y con cierta resignación por otros empleados para los que los motivos de esta huelga eran "sobradamente" conocidos. A la salida Carbonero se congratuló del logro "por entrar en el El Corte Inglés" y pidió disolver la concentración, donde, por cierto, se encontraban el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Antonio Rodrigo Torrijos, y el que fuera edil de esta formación Francisco Manuel Silva. Hubo algún que otro militante de CCOO que criticó que no se forzara a cerrar "a esta gran firma".

Una vez disuelto el piquete, los sindicalistas se sumaron a diversas manfiestaciones que recorrían el centro comercial de la ciudad. A las 13:00, cuando los piquetes abandonaron el casco antiguo, la mayoría de los comercios comenzaron a abrir sus puertas, sobre todo los franquiciados. Muchos negocios familiares sólo se habían cerrarodo unos minutos al pasar los manifestantes por delante de ellos. Abrieron a los pocos minutos. Por la tarde, las calles recuperaron la total normalidad y escasos eran los comercios que permanecían cerrados.

La confederación provincial de Comercio y Servicios de Sevilla (Aprocom) cifró el paro de ayer en un 5% y aseguró que el 95% de los empleados de este sector acudieron a trabajar. La patronal del comercio detalló que la apertura de tiendas fue del 100% en barrios como Nervión, Los Remedios, Triana, El Porvenir, Heliópolis y el Cerro del Águila. En la provincia la apertura de negocios alcanzó el 90% en Dos Hermanas, Los Palacios, Utrera, Marchena, Alcalá de Guadaíra o Tomares.