El comercio de Asunción cifra en un 30% la caída de sus ventas

Un mes de obras y vallas que ocupan la mitad de la calle Asunción ha bastado para que los comerciantes empiecen a notar un considerable descenso en la clientela y en los ingresos en uno de los ejes con mayor actividad económica de Los Remedios, un efecto inevitable en las reformas que implican abrir en canal la superficie para cambiar canalizaciones e infraestructuras, como es el caso. Los trabajos más duros por las zanjas, los de la empresa metropolitana de aguas (Emasesa), se prolongarán hasta el primer trimestre de 2010.

Según los comerciantes consultados, hasta el momento las ventas han caído entre un 25% y un 30% y no se sabe el techo al que pueden llegar porque, como era de esperar, la calle ha perdido el trasiego de viandantes que tenía hasta entonces.

La posibilidad de que los afectados reciban algún tipo de ayudas económicas o incentivos para compensarlos por los efectos de las obras está descartada, al menos por parte del Ayuntamiento de Sevilla. De hecho, el propio alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, aclaró ayer a preguntas de la prensa que no se han dado este tipo de ayudas a comercios del centro afectados por obras de peatonalización que al final han beneficiado a estas zonas y que Asunción no va a ser una excepción. "Comprendo la intranquilidad de los comerciantes, pero los comercios de Asunción no van a ser distintos de los de otras zonas del centro", declaró Monteseirín, quien recalcó las ventajas que reportará la transformación de esta vía comercial. "Todos los comercios y la vida de esta calle se verán reforzados infinitamente mejor que antes", dijo.

Desde el Gobierno central sí habrá incentivos y propuestas a las que podrán acogerse de forma general las pequeñas y medianas empresas, aunque los detalles se anunciarán hoy, según Monteseirín.

El día que Asunción cerró por obras, el 4 de mayo pasado, ocho establecimientos habían echado el cerrojo o pensaban trasladarse a otras zonas de la ciudad mientras duraban los trabajos, pero los empresarios aseguran que la cifra sigue creciendo. Otra decena de locales han cerrado o piensan cerrar.

María Dolores, la titular de la farmacia más cercana a la Plaza de Cuba, relata las complicaciones del negocio. "Hemos tenido una caída importante de las ventas, ruido y polvo, pero vamos a aguantar porque esperamos que la peatonalización sea positiva para la calle. Los clientes han bajado entre un 25% y un 30%. Suponemos que han dejado de venir por las dificultades para pasar porque ya no entran como antes", explica con resignación. Esta farmacéutica dice tener confianza "en la buena voluntad y la buena disposición" de las autoridades, y espera que sean conscientes de lo mal que lo están pasando los comerciantes por la combinación de la crisis económica que ahora se acentúa con estas obras.

En la tienda Fotos Supra, uno de los empleados confirma que las ventas van "fatal" (también cita el porcentaje del 30% de caída), pero añade que al ser un local comprado la cuesta se hace menos dura que para los comerciantes que tienen que pagar 6.000 euros de alquiler al mes y encima sacar algo de beneficio. "El alquiler en esta calle y con estas circunstancias no se sostiene en el año y medio que va a durar la obra en su conjunto (Emasesa más Urbanismo) y eso contando con que no haya retrasos", advierte este trabajador, quien lamenta el polvo y el ruido de los trabajos.

Los comerciantes aseguran que los operarios de la empresa constructora contratada por el Ayuntamiento trabajan a doble turno, puesto que acaban a las siete de la tarde, y proponen que se intervenga a triple turno para acortar al mínimo los plazos.