Los comerciantes de la Macarena, "desesperados" con el ladrón reincidente
El delincuente fue detenido la pasada madrugada otra vez, la cuarta en nueve días, esta vez tras entrar en un locutorio de la calle Don Fadrique
La Fiscalía activa un protocolo de juicios rápidos para tratar de acelerar su ingreso en prisión
Los comerciantes de la Macarena están "desesperados" ante la intensa actividad de un ladrón reincidente, que roba cada noche, pues no entra en prisión a pesar de las numerosas detenciones que acumula en su historial. La madrugada de este martes, el ladrón volvió a ser detenido por la Policía Nacional después de un intento de robo en un locutorio de la calle Don Fadrique.
Raúl H. O., de 47 años, suma ya 36 detenciones en su historial delictivo, pero es en las últimas semanas cuando ha intensificado su actividad. Se dedica a los robos con fuerza en comercios, casi siempre del distrito Macarena. En los últimos nueve días ha sido arrestado cuatro veces por delitos similares.
A pesar de que la Policía lo detiene casi a diario, siempre queda en libertad provisional cuando pasa al juzgado, al tratarse de delitos que no son considerados graves y que en muchas ocasiones se quedan en tentativa porque es arrestado in fraganti y no llega a consumar el robo.
La madrugada del lunes 28 de marzo fue detenido por un robo con fuerza en el bar de la cadena Cien Montaditos en la calle Don Fadrique. Quedó libre y a las pocas horas, la madrugada del miércoles 30, volvió a forzar una tienda de ropa de la calle Llerena, donde de nuevo fue sorprendido por una patrulla de la Policía Nacional.
El sábado 2 de abril fue capturado de nuevo cuando huía tras entrar en una peluquería ubicada en la calle Camino de los Toros, en Pino Montano. La madrugada de este martes, 5 de abril, sumó su cuarto arresto en nueve días al ser sorprendido en un locutorio de la calle Don Fadrique.
La fuerte adicción a las drogas que padece el delincuente le lleva a tratar de conseguir dinero rápido para poder comprar sus dosis. Por eso sale a robar cada noche y le importa poco que lo detengan. Sin embargo, para los pequeños empresarios del distrito Macarena está siendo una pesadilla.
Una portavoz de la asociación de comerciantes de la zona denunció a este periódico la "completa impunidad" en la que viven los delincuentes que operan no sólo en este barrio, sino en toda la ciudad. "Estamos desesperados por la inseguridad que padecemos. Hablamos con la Policía, pero la Policía no puede hacer nada más. Lo detienen, lo llevan al juzgado y de allí vuelve a salir a la calle".
La representante de los comerciantes añadió que están planteando elaborar alguna denuncia conjunta o escrito remitido a los juzgados, y expuso que se encuentran completamente indefensos ante esta oleada de robos. "Es algo que no tiene nombre", indicó. Además, expuso que han detectado un incremento de venta de drogas al menudeo en la zona próxima al Parlamento de Andalucía y que han mantenido reuniones con el Ayuntamiento de Sevilla en las últimas horas para informar del problema y pedir soluciones.
Protocolo de la Fiscalía
En relación con este caso, la Fiscalía de Sevilla ha activado un protocolo que lleva funcionando desde hace más de un año que prevé para este tipo de delincuentes la apertura de diligencias urgentes para la celebración de juicios rápidos por cada uno de los robos que se les vayan imputando, han explicado a este periódico fuentes del caso. Como se trata de delitos que se comenten en grado de tentativa, las posibles penas imponer oscilan entre los tres y los seis meses de prisión, lo que en la práctica impide que los jueces acuerden la prisión provisional cuando el individuo es detenido por cada uno de estos robos.
Sin embargo, una vez que se celebren los correspondientes juicios rápidos por cada delito y se produzcan las primeras condenas, llegará un momento en el que se le podrá aplicar el principio de “exasperación” de la pena, de acuerdo con los artículos 235.7 y 240 del Código Penal. El primero de estos artículos , que prevé condenas de entre uno y tres años para los delitos de hurto cuando el delincuente haya sido condenado por al menos tres delitos de la misma naturaleza. El artículo 240.2 establece una posible condena de entre dos y cinco años para los culpables de robos con fuerza cuando concurran algunas de las circunstancias previstas en el artículo 235.
Esto significa que una vez que el ladrón sea condenado en tres ocasiones se le podría incrementar la pena en un 50%, lo que vaticina que a medio plazo pasará un buen tiempo privado de libertad. Esta forma de actuación por parte de la Fiscalía ya se ha activado con anterioridad en otros casos de delincuentes reincidentes que han causado gran alarma social por el hecho de las sucesivas detenciones y puestas en libertad cada vez que han cometido un delito.
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