¿Cuánto cuesta depositar las cenizas en un columbario de una parroquia de Sevilla?
Fieles difuntos
Los precios pueden resultar más ventajosos que en el cementerio
Los lóculos tienen una disponibilidad media de 25 años
Las incineraciones en el cementerio de Sevilla bajan en 800 en seis años
Uno de los cambios más importantes experimentados en Sevilla las últimas décadas compete al modo en que se despide a los familiares difuntos. Las incineraciones se han impuesto a los enterramientos tradicionales, como constatan las cifras del cementerio municipal, donde las primeras duplican a las segundas. Esta tendencia ha provocado que muchas entidades construyan columbarios en sus sedes para acoger las cenizas de sus miembros, una vez fallecidos.
Así ha ocurrido en las hermandades y parroquias, que también albergan estos espacios. Una de ellas es la Magdalena, en pleno centro histórico de Sevilla. Fue en 2017 cuando se inauguró su columbario, al que se suman otros tres más distribuidos en el templo: el de la Quinta Angustia, situado en la capilla del Dulce Nombre; el del Calvario, a los pies del altar donde reciben culto los titulares de esta corporación; y el de la Virgen del Amparo, dentro del camarín de esta imagen de gloria. El de la propia parroquia se encuentra en la nave de la epístola.
Su párroco, Francisco Román, aclara que la Iglesia, aunque ya permite las incineraciones, recuerda siempre que la inhumación es la forma de enterramiento más acorde con el mensaje cristiano. "Nuestro credo se basa en la resurreción del hombre en cuerpo y alma", explica. No obstante, la cremación está permitida y frente al depósito de las cenizas en lugares inapropiados, los templos hace tiempo que se adaptaron para acogerlas.
Más cerca de la familia
En opinión de Román, tal posibilidad permite que el difunto se encuentre "en la casa que ha sido suya desde que fue bautizado". Además, aunque estos columbarios tengan unos horarios de visita, permite que los familires estén cerca del fallecido todo el año y eviten el desplazamiento a los cementerios, adonde por norma general se acude en contadas ocasiones.
A todas estas ventajas hay que añadir otra más: por regla general los que están titulados por las parroquias (no ocurre así en los de algunas hermandades) resultan más económicos. En la Magdalena, un lóculo individual con un depósito de 25 años cuesta 300 euros más IVA (que es del 21% para estos casos). Si se quiere que este derecho llegue a los 50 años, el precio se duplica, 600 euros.
Las tarifas municipales
Para quienes deseen agrupar a todos los familiares difuntos, existen también lóculos pensados para cinco urnas de este tipo por un precio de 1.000 euros durante 25 años de depósito. Acabado este tiempo, y para dar cabida a otros difuntos incinerados, las cenizas se depositan en un cinerario común. Tales cifras resultan mucho más económicas que las tarifas establecidas en el cementerio de Sevilla por hacer uso de los columbarios. Según la web del Ayuntamiento hispalense, el depósito por 25 años cuesta 566,90 euros, mientras que si es por medio siglo, se alcanzan los 1.133,80 euros.
El columbario general de la Magdalena está previsto para todos los fieles que así lo deseen, sin distinción. En los de las hermandades que allí radican el requisito es que el difunto haya pertenecido a la corporación o sea pariente en primer grado de algún hermano.
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