Las cofradías en el siglo XVIII y el papel de la mujer en una muestra en el Arzobispado
Carlos III impulsó durante esa centuria ambiciosas medidas de control hacia las hermandades
Los Archivos Arzobispal y Catedral se han unido por octavo año consecutivo a la celebración del Día Internacional de los Archivos, que se celebra el próximo sábado, para la celebración de la muestra Hermandades del siglo XVIII en Andalucía, Extremadura y Canarias, que se puede visitar hasta el 15 de junio en el Arzobispado. La exposición recoge además legajos vinculados con el papel de la mujer en la vida de estas corporaciones durante esa centuria.
Algunas de las 24 piezas documentales expuestas están clasificadas en la sección III de Justicia del Fondo Arzobispal, al proceder de la actividad generada por los tribunales eclesiásticos tanto de autos ordinarios como apelados provenientes de los Obispados sufragáneos dependientes de Sevilla: Badajoz, Cádiz, Canarias, Córdoba y Málaga, según informó el Arzobispado. El siglo XVIII, conocido como "el siglo de las reformas", es uno de los periodos más interesantes en cuanto al estudio de hermandades se refiere, "al tratarse de un momento de claro conflicto entre la tradición religiosa y la idea de un progreso iluminista y de reforma". En este contexto, la nueva idea de Estado Ilustrado chocó con una sociedad atomizada a través de hermandades y cofradías como asociaciones de fieles que gozaban de gran arraigo y poder en todos los órdenes.
Bajo el Reinado de Carlos III, se desarrollaron ambiciosas medidas de control, con el asistente Pablo de Olavide como brazo ejecutor en Sevilla, para tratar de regularizar el censo de corporaciones religiosas de la Archidiócesis. En 1770, el conde de Aranda, gobernador del Consejo de Castilla, dispuso que se hiciese una completa relación de las mismas. El documento resultante, conservado en el Archivo Histórico Nacional, aunque lleno de erratas en cuanto a las cifras ofrecidas, da al menos una idea aproximada de las corporaciones en el Reino de Sevilla: 426 hermandades, 374 cofradías, 24 congregaciones y 21 órdenes terceras. Pero sin duda alguna, el conocido como Expediente General de Hermandades y Cofradías del Consejo de Castilla de junio de 1783 sobre Reforma, extinción y respectivo arreglo de las Cofradías erigidas en las Provincias y Diócesis del Reyno, supuso en la práctica la legalización civil y eclesiástica de las mismas.
En este contexto de reformas, se muestra también qué papel se otorgó a la mujer como hermana o "cofrada" a través de algunas de las piezas documentales expuestas. El estudio de la implicación de la mujer en las hermandades es un campo de investigación muy interesante y con muchas vertientes: el tratamiento que se les otorga en sus diferentes estados (solteras, casadas, viudas, consagradas... ) o dependiendo de la relación que mantenían con los hermanos y cofrades (madres, hermanas, hijas...), las condiciones para su ingreso, el protagonismo o ausencia del mismo que tuvieron en los cultos o la importante labor benéfico-asistencial de las hermandades del XVIII.
No hay comentarios