La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
La crisis del Covid-19
Dice Carlo Suffredini, director del hotel Alfonso XIII de Sevilla, que “nuestro turista” sigue vivo. Lleva casi 14 años al frente del hotel más lujoso de la capital y no es la primera crisis que ha vivido en el sector. Trabajando en Italia, en 1991, pudo comprobar cómo la Guerra del Golfo cambió radicalmente la industria que pasó de un turismo de masas a uno de mayor calidad. No es el único que está convencido de que la historia se repite. Suffredini es uno de los expertos que ha participado en las mesas de trabajo del Plan 8 impulsado por el Ayuntamiento de Sevilla, donde ha dejado tres consejos desde su experiencia: no perder el contacto con los clientes, que es lo que básicamente han estado haciendo en su hotel en los últimos meses, buscar alianzas con las aerolíneas para que empiecen a traer a turistas en cuanto se retome el tráfico aéreo y confiar en el destino Sevilla y sus bondades, que son muchas y parten con ventaja a la hora de adaptarse a las nuevas exigencias de espacio.
Manuel Cornax, presidente de los hoteleros sevillanos, recibe como un “balón de oxígeno” la posibilidad de restablecer la movilidad entre provincias andaluzas, consciente de que el turista andaluz será quien anime los próximos meses al sector. Quiere pensar en positivo pero recomienda cautela a quien celebra estos días el aumento de reservas en Andalucía. “Más que reservas son consultas, la gente quiere irse de vacaciones y mira, pregunta y hasta puede reservar porque todos están flexibilizando la cancelación”, advierte.
Los movimientos en el sector hotelero, de momento, son tímidos pero la lista de establecimientos que reabren sus puertas al público varía a diario. En mayo 29 establecimientos abrieron para sumarse a los cinco que ya lo habían hecho para atender las necesidades de los servicios esenciales. Y en junio han retornado o tienen previsto hacerlo cuatro hoteles más de 4 estrellas y otros tantos de menor categoría. “Se están tomando decisiones y eso es bueno porque el motor debe arrancar”, comenta Alejandro Rodríguez, director general en los hoteles Bécquer y Kivir de Sevilla. De momento, él sigue haciendo cálculos y, aunque la intención es reabrir en julio, aún no hay una decisión tomada. “Lo que sí tengo claro es que tenemos que arrancar de cero”, añade.
Más bien en negativo opina Cornax, que comenta que los hoteles que están reabriendo lo están haciendo “a pérdidas”: “A veces es importante estar en el mercado, no sólo se pierden ingresos, también reputación en los buscadores por ejemplo, cerrado tiendes a ir desapareciendo”, explica el presidente de los hoteleros.
El sector hotelero ya prepara numerosas aperturas para julio. Según los últimos datos, al Alfonso XIII se sumarán otros hoteles de alta categoría como Los Seises, Las Casas de la Juderái, Las Casas del Rey de Baeza y la Casa del Poeta. Ya han comunicado su decisión también el Hotel Don Paco, el Patio de la Alameda, Hotel Doña Lina y otros cinco establecimientos tipo pensión, apartamentos turísticos y hostel.
A la espera de turistas, que todavía no han aterrizado ni cuentan con corredores seguros para moverse por España tampoco, los huéspedes que se alojan en la treintena de establecimientos que ha reabierto tras el cierre decretado por el estado de alarma son clientes de empresas. Profesionales, técnicos, comerciales que han ido retomando la actividad conforme se han ido levantando las restricciones. Por ello, entre los primeros establecimientos que volvieron están muchos hostales, pensiones y pequeños hoteles que, realmente, se nutren de esta clientela durante buena parte del año. Uno de ellos está en la provincia, Casa Manolo Mayo no sólo es un reputado restaurante de una localidad que crece como destino gastronómico, Los Palacios, también es una parada fija para muchas empresas. “Abrimos el 11 de mayo y hemos registrado una ocupación del 35-40%, aunque algún día puntual ha subido hasta el 60%”, comenta José Manuel Mayo. En este negocio el movimiento hotelero se concentra de martes a jueves y el fin de semana, con otro formato, están intentando remontar con el restaurante y una renovada terraza que, en total, cuentan con más de 50 plazas de comensales menos.
Las necesidades de espacio son un punto a favor del hotel Silken Al Ándalus, uno de los mayores de España y el de más capacidad de Sevilla, con más de 600 habitaciones, que abrirá sus puertas este lunes 8 de junio. Justo cuando estalló la pandemia las obras de remodelación acometidas para modernizar las instalaciones estaban concluidas y ahora regresa con doble motivo de celebración: la reforma y la vuelta de sus empleados. “Somos moderadamente optimistas y trataremos de incentivar la demanda, a pesar de que nuestros costes son muy elevados”, comenta Alberto Blanca, director de este hotel de 623 habitaciones donde se alojará el Betis el día del derbi sevillano, el próximo jueves, como en otras ocasiones.
De momento no tienen nada más cerrado, pero en Al Ándalus confían en que la respuesta que se le dará en estas circunstancias a LaLiga, muy exigente, se convertirá en el mejor reclamo para que otros equipos de fútbol u otros deportes opten por alojarse en el establecimiento.
El fútbol es un gran aliado junto a esta clientela de empresa nacional. El NH Collection Sevilla es el primero de esta cadena que ha abierto esta semana sus puertas. También tiene piscinas y amplios espacios para reuniones y eventos empresariales, pero les dará igualmente un respiro alojar a equipos de fútbol a lo largo de diez de las jornadas que restan para el final de LaLiga. “Que nos hayan elegido es un buen reclamo en un verano que se presenta con muchas incertidumbres”, comenta Nacho Ansó, director del hotel.
Manuel Domínguez, director del hotel Doña María, no espera superar “un nivel de ocupación digno”, pero abrió sus puertas el jueves 4 de junio “con fe” y confianza en que los clientes se vayan decantando por la profesionalidad y seguridad de su servicio. Este céntrico establecimiento tiene una de las mejores terrazas con vistas a la zona monumental de Sevilla y éste es un atractivo que quiere explotar, consciente de que el primer turista será el local. Pero para ello es necesario que el hotel esté abierto, es una posibilidad que baraja también el Kivir, con otra azotea exclusiva, que sí tiene ya demanda de público.
Terrazas y piscinas. Son dos alicientes para el verano sevillano, temporada baja, que este año los hoteleros quieren explotar conscientes de que pueden ser una opción para el turista más doméstico. Y ahí no basta con una buena política de comunicación, hay que jugar también con los precios. Las grandes cadenas no parecen dispuestas a rebajar las tarifas, sí a jugar con la demanda para ir ofreciendo paquetes y, sobre todo, condiciones muy flexibles. Pero en el Doña María, Domínguez admite que las tarifas serán un 20% más económicas que el año pasado, “pero de ahí no podemos bajar porque el servicio tiene un costo al que hay que añadir todas las inversiones y gastos por la pandemia”.
Los protocolos son una garantía de seguridad pero traen de cabeza a muchos hoteleros. “Lo primero fue la formación de la Escuela internacional eHotelier, sobre el Covid 19, pasando después al estudio oficial del ICTE, y se ha complementado con el check-list del ITH con el amparo de la Cehat y se ha adaptado al Plan Andalucía Segura”, explica Domínguez.
Las cadenas están aprobando sus propios sellos. El hotel Colón pertenece a Meliá y ya ha decidido que su reapertura será en septiembre, según confirma su directora, Rosana González. El 80% de la clientela de este hotel de lujo es internacional, en un alto volumen americano, un segmento al que no se le espera este verano en Sevilla. Y quizás por ello la cadena optará por reabrir antes otro de sus hoteles de cuatro estrellas. Todos, no obstante, se están adaptando a los protocolos y, en concreto, la cadena ha puesto en marcha un programa denominado Stay Safe with Meliá que, además de especificar los protocolos en materia de higiene y limpieza, incluye un apartado a la formación de los profesionales y al aspecto emocional de la relación con el cliente. Para garantizar su cumplimiento, la compañía ha contratado a la entidad de certificación Bureau Veritas, al igual que la cadena Silken.
Alejandro Rodríguez considera que los sellos y los múltiples productos que están surgiendo en la hotelería son una buena estrategia de comunicación y echa en falta una certificación más global, si no internacional, de carácter europeo más incluso que nacional y, de paso, recuerda que España ya va retrasada en este sentido. Para el director general del Bécquer y el Kivir, que recientemente ha sido reconocido como uno de los 150 profesionales más influyentes del turismo español por la consultora Sergestur, una de las claves para resurgir en esta crisis es un buen plan de distribución “porque ahora va a hacer falta vender”.
Así desde el primer día Rodríguez ha reseteado a su equipo, que tuvo que desestimar el plan comercial para 2020, centrado en el turismo internacional. Hace ya una década que se adelantaron al girar su plan de distribución hacia el canal online, “pero ahora hemos empezado a trabajar en parcelas que teníamos olvidadas, por ejemplo el segmento de grupos o los viajeros independientes (FIT), tarifas de empresas y el canal directo, el teléfono y la web”.
El sector sabe que ya nada será como antes, al menos durante varios años. La crisis ha sorprendido a Sevilla con una oferta de camas muy alta que deben empezar a relanzar, además, en temporada baja. Cornax, presidente del gremio, espera con impaciencia que la movilidad se reanude para lanzar una campaña, diseñada de la mano de Prodetur, por toda Andalucía. Y también Portugal, que es un emisor importante para Sevilla, una ciudad que revive a la espera de un turismo que se resiste a morir.
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