La ciudad reclama a la Junta una tasa turística “a la sevillana”

El sindicato CCOO de Sevilla y la Diputación provincial organizaron este martes un debate sobre la tasa turística, en el Espacio Exploraterra junto al río, en el que coincidieron con el Ayuntamiento de Sevilla, con la federación de consumidores Facua y con la patronal de hoteleros de Sevilla en la necesidad de que la Administración andaluza regule una tasa turística propia “a la sevillana”, que implique a todo el sector turístico (que no solo recaiga en los hoteles), que incorpore lo que funciona en otras ciudades europeas donde se ha implantado y que sea siempre finalista, para compensar los servicios públicos de limpieza, seguridad, transporte, etcétera. 

Los presentes coincidieron en que la clave es consensuar el modelo que necesita Sevilla como destino monumental e histórico, y que repercuta en la ciudad. 

En la apertura de las jornadas, Carlos Aristu, secretario general de CCOO de Sevilla, apostó por aprovechar este momento para alcanzar “un consenso a la sevillana que facilite la fórmula para que la Junta apruebe una regulación” propia para Sevilla que beneficie a la ciudad y a los vecinos de los barrios, y que sea transparente y participada por todos.

Por parte de la Diputación, su presidente Javier Fernández recalcó que “el alcalde de Sevilla tiene todo mi apoyo para pedir esa tasa a la Junta y que nos dé ese marco” regulatorio. El presidente subrayó que el turista que hace gasto en la ciudad debe contribuir a la prestación de los servicios públicos que se vean mermados y pidió a la Junta “que regule un marco flexible para que los ayuntamientos de Sevilla que quieran se puedan acoger a la tasa”. Calculó ingresos mínimos de 15 a 18 millones al año solo si se aplicara a las pernoctaciones. 

Desde Prodetur, su vicepresidente Rodrigo R. Hans recalcó que “la tasa va a ser una realidad muy pronto, pero con el consenso del sector turístico”. Reclamó que la Junta genere el marco para que los municipios sevillanos apliquen la tasa de la mejor manera posible y con un modelo que redunde en la ciudad. 

En la mesa de debate participaron los hoteleros, la oficina de turistmo del Ayuntamiento de Sevilla, CCOO y Facua. 

Desde la patronal de hosteleros, su presidente Manuel Cornax expresó la negativa del sector a que la tasa se aplique exclusivamente a los alojamientos hoteleros por pernoctaciones, y propuso extenderla a “otros servicios que consume el turista”, tales como las viviendas de uso turístico, el aeropuerto, los buses turísticos, los coches de caballo, los aparcamientos, los cruceros, los trenes, etc. Cornax rechazó además que los hoteles soporten en solitario la recaudación de esta tasa. Y coincidió en que lo interesante es que Sevilla cree un modelo propio, no copiar lo que hacen otras ciudades y que el destino de esa tasa siempre sea transparente y finalista.

Desde la oficina de turismo del Ayuntamiento de Sevilla, su gerente Antonio Castaño abogó por un modelo de tasa turística que incorpore “lo mejor, lo más novedoso, que contente al sector turístico”. Castaño expuso la necesidad de decidir con el sector turístico en qué gastar ese dinero que se recaude.

Sobre la desconfianza de los hoteleros de que la recaudación de esa tasa se destine en efecto a mejorar los servicios públicos, Castaño y la edil socialista Sonia Gaya recordaron que en el Alcázar ya funciona una tasa finalista gracias a un convenio con el Ayuntamiento. 

Claudia Caus, secretaria general de servicios de CCOO de Sevilla, se mostró de acuerdo en involucrar en la tasa a todo el sector turístico, no solo a los hoteles (“aunque el turista que pernocta es mayoritario y hace más uso de la ciudad”, dijo), y destacó que se pueden aplicar “exenciones y bonificaciones” en esa tasa, en respuesta a la advertencia de los hoteleros de que buena parte del turismo que llega a Sevilla es andaluz y nacional. 

Desde Facua, su presidenta Rocío Algeciras dijo que ha llegado el momento de que el turista contribuya a los gastos que genera en la ciudad, y que el Ayuntamiento de Sevilla convenza a la Junta para que regule. 

El subdelegado Francisco Toscano asistió al debate, pero no intervino.