La cirugía demorable suele ocupar quirófanos de Urgencias de Trauma
El Hospital niega que estas salas se utilicen para aliviar las listas de espera quirúrgicas.
Las Urgencias del Hospital de Traumatología del Virgen del Rocío cuentan con dos quirófanos, el 103 y el 101, que en ocasiones son ocupados por casos demorables (por ejemplo una operación de nariz o de cadera) e incluso, de manera puntual, por cirugía programada; una práctica que, en caso de una emergencia con politraumatismos, obligaría a derivar a pacientes a otras salas quirúrgicas del complejo hospitalario. Se trata de una situación que se repite, aunque de manera puntual, también en el Macarena, reseña el Sindicato Médico.
Los médicos de Urgencias, cuando reciben un aviso del 061, suelen advertir al servicio de que estos quirófanos no pueden ser ocupados para procesos demorables, de modo que los casos urgentes entren sin esperas. Ante un politraumatismo, la celeridad de una intervención quirúrgica puede ser vital para el paciente y para ello están ideados los dos quirófanos de Urgencias.
Las fuentes oficiales del Virgen del Rocío, por su parte, explicaron este martes a este periódico que estos quirófanos siempre están libres para las Urgencias, que son imprevisibles; y negaron que se utilicen para realizar operaciones de cirugía programada ni para aliviar listas de espera.
El Hospital de Traumatología del Virgen del Rocío es centro de referencia en la ciudad para intervenciones de Neurocirugía a nivel cerebral y en casos de politraumatismos, de modo que los quirófanos 103 y 101 deben estar disponibles ante cualquier emergencia que requiera este tipo de intervenciones.
Otro de los problemas que afecta a este servicio es la retirada, hace alrededor de un año, de un ecógrafo, un dispositivo que permite a los médicos comprobar lesiones internas como, por ejemplo, hemorragias. Durante los últimos meses los facultativos que atienden a estos pacientes en Traumatología sólo disponen de un ecógrafo que se ha quedado obsoleto, con una calidad de imagen que, en determinados casos, impide al facultativo comprobar a ciencia cierta y con rapidez la existencia de daños internos en los pacientes. En estos casos el galeno se ve obligado a llamar al servicio de Radiología, o al responsable de guardia, para que se traslade un especialista con un ecógrafo más adecuado para someter al paciente a esta prueba que, en caso de una emergencia por un accidente, es básica.
El tiempo que transcurre hasta que llega el radiólogo a Urgencias puede ser vital para el afectado. A estas carencias se suma la falta de sustituciones en caso de bajas o permisos del personal, lo que provoca que habitualmente médicos MIR que se encuentran en formación ocupen consultas de médicos adjuntos. Se trata de una situación que las centrales sanitarias como son el Sindicato de Enfermería Satse y el Sindicato Médico denuncian desde hace años y que se ha visto recrudecida desde que comenzaron los recortes en los servicios sanitarios.
Un destacable volumen de casos que llegan a las Urgencias de Traumatología pueden ser solucionados por los servicios extrahospitalarios de los centros de salud, los DCCU. La falta de personal denunciada reiteradamente por estos dispositivos de cuidados críticos y urgencias incide en las demoras en la atención urgente a domicilio, una situación que lleva a los pacientes a optar por las Urgencias hospitalarias, según denuncian profesionales de estos servicios.
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