Un cielo lleno de drones en Sevilla
SEVILLA
La Universidad de Sevilla tendrá un centro especializado en drones en una nave de 1.500 metros cuadrados en Aerópolis
Este sector empleará a más de 100.000 personas en Europa dentro de 20 años
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Desde hace aproximadamente año y medio la Universidad de Sevilla está trabajando en un proyecto que empieza a ver la luz –o el cielo, según se mire–. La Hispalense ha anunciado que pondrá en marcha su Centro de Innovación en Vehículos Aéreos No Tripulados y Movilidad Aérea Urbana, es decir, de drones. El objetivo es investigar este tipo de vehículos para hacerlos más seguros. Para su desarrollo, ya cuentan con una subvención de la Junta de Andalucía por un valor de seis millones de euros. Además, está previsto que se desarrolle en diferentes fases. El plazo que se estima para su finalización es de tres años y medio.
El motivo por el que se va a acometer esta iniciativa atiende a dos razones. La primera, la gran demanda que se pronostica que tendrá este sector. Aunque los números queden lejos del plano local, no se deben tomar a la ligera. La Comisión Europea vaticina que dentro de 20 años el mercado de los drones dará empleo a más de 100.000 personas en Europa, con una magnitud económica que rondará los 10 billones de euros. Unas cifras que cobran mayor valor si se tiene en cuenta que Sevilla se está posicionando como uno de los principales polos aeroespaciales y aeronáuticos de Europa. La segunda motivación de este centro –ya en clave local– es "dar soporte a las empresas del sector", explica a este periódico el vicerrector de Transferencia del Conocimiento de la Hispalense, Manuel Felipe Rosa, y pone en valor que en la ciudad se está creando un enjambre de compañías tecnológicas que pueden tener interés por abrir sus campos de investigación, crear nuevas alianzas y explorar caminos desconocidos por ahora. De hecho, algunas empresas como Airbus, Indra o el Centro Avanzado de Tecnologías Espaciales (FADA-CATEC) ya están interesadas.
Por otro lado, se debe tener en cuenta una consideración importante: "no existe todavía un proyecto similar al que se pretende desarrollar", debido fundamentalmente a la falta de suficiente personal especializado. En este sentido, "la demanda prevista crea unas oportunidades excepcionales que deben aprovecharse para conseguir un posicionamiento con respecto a competidores de otras regiones y países".
Uno de los puntos valorados para conceder la financiación necesaria para acometer este proyecto es la posición de liderazgo que ocupa la Universidad de Sevilla en la materia, debido a sus titulaciones en Ingeniería Aeroespacial y al Máster en Ingeniería Aeronáutica, que se imparten en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería.
Tres fases
Según Rosa, el Centro abrirá sus puertas dentro de tres años y medio. Por lo pronto –en la primera fase– ya cuentan con una nave de 1.500 metros cuadrados en el Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía (Aerópolis) en la que hay que hacer una serie de adecuaciones. Aunque en esta primera sede hay que acometer algunas reformas, ya se prevé que habrá diferentes tipos de laboratorios para fabricar drones. Dispondrá de un banco de motores eléctrico y modelado, un laboratorio de estructuras sensorizadas para Movilidad Aérea Urbana (UAM), otro MRO para Air Mobility, uno de ensamblaje digital y digital twin para UAM, otro de recubrimientos y nanoestructuras o uno de sistemas de Propulsión Limpios.
La segunda fase pretende llevarse a cabo en Tablada, concretamente en un hangar de unos 6.000 metros cuadrados del Ejército del Aire. En este espacio se instalará una torre de control y un vertipuerto, es decir, una pista de despegue y de aterrizaje para drones. Para esta segunda etapa serán necesarios nueve millones de euros. Esta zona es clave, porque cuenta con una cesión de espacio aéreo y, por tanto, tiene los permisos para llevar a cabo operaciones de vuelo. Por otro lado, como las aeronaves serán eléctricas no tendrán un nivel de ruido como los que tienen los aviones, ni tampoco las emisiones de estos medios de transporte.
La tercera fase del proyecto – con un presupuesto de cinco millones de euros– se centrará en la adquisición de aeronaves no tripuladas y otros equipamientos, así como el desarrollo técnico de la propia iniciativa.
Colaboración con el tejido empresarial de la ciudad
El propio curriculum de muchas compañías que nacieron en el seno de la Hispalense demuestra que la investigación universitaria no está reñida con la actividad empresarial. De hecho, uno de los objetivos de este Centro es demostrar la viabilidad de una participación activa entre los grupos de investigación y empresas punteras en determinados sectores como el aeronáutico o el agro.
Rosa pone como ejemplo el Centro de Innovación Universitario de Andalucía, Alentejo y Algarve (CIU3A) en el Puerto de Sevilla. Un organismo que se creó para potenciar materias como la logística portuaria y la industria 4.0. El centro de drones seguirá esta misma filosofía y ya se ha puesto sobre la mesa un tercer centro de innovación especializado en temas agro. Aunque para que este vea la luz todavía habrá que esperar.
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