Las lápidas cervantinas: La apuesta por recuperar su función divulgativa

El pasado jueves comenzó la restauración de las 19 placas El Ayuntamiento destaca su gran potencial cultural para la ciudad

Un gran oportunidad. La semana pasada comenzó la restauración integral de las 19 lápidas instaladas en la ciudad en 1916 para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. El Ayuntamiento ha decidido acometer su recuperación en el cuarto centenario, como una de las actuaciones principales de la campaña de monumentos de este año. Este proyecto no sólo se ha concebido como una recuperación material de las placas, que están consideradas a todos los efectos monumentos públicos, aunque no se tenga conciencia de ello, sino que también se contempla una revalorización de los azulejos en toda su dimensión cultural y divulgativa.

Aprovechando el marco cultural del IV centenario de la muerte del Príncipe de los Ingenios Españoles, el Ayuntamiento decidió examinar este conjunto monumental con el fin de elaborar un completo diagnóstico y evaluar la necesidad de acometer las actuaciones de restauración necesarias, como ya se había hecho en los paneles instalados en el arquillo del Ayuntamiento y en la Buhaira. Además, en una ciudad como Sevilla, se identificó la intervención como una gran oportunidad para impulsar el uso de las lápidas a través de actividades culturales, ya sean públicas o privadas, que puedan acercar la figura de Cervantes, sus obras y su vinculación con Sevilla a una gran número de personas.

El resultado del estudio de diagnóstico sobre el estado de las placas fue alarmante, por lo que desde la Gerencia de Urbanismo se pusieron manos a la obra para desarrollar un proyecto multidisciplinar que ha contado con un profundo estudio histórico que ha deparado importantes sorpresas. El impulsor de la iniciativa fue Luis Montoto, quien requirió la ayuda de José Gestoso, como experto en cerámica histórica, para realizar los diseños y los textos. De las primeras 25 lápidas sólo han llegado hasta la actualidad 19. Las situadas en la Aduana, Monsalves, San Hermenegildo, Alfalfa, Castelar y Plaza de Calderón han desaparecido. "Las placas de la Aduana y San Hermenegildo aparecen en fotografías antiguas, la ubicada en Castelar queda notificada como colocada en el expediente y las que se encontraban en la Alfalfa y Feria son citadas por Luis Montoto en su discurso de clausura de los actos celebrados con motivo del Centenario. Otras lápidas han sufrido un desplazamiento, por ejemplo la situada en la Universidad se encuentra hoy en la Iglesia de la Anunciación, la de Federico Sánchez Bedoya está alojada en el interior de la sede del SAS en la Avenida de la Constitución o la del Arco de Miguel de Mañara que procede de Santo Tomás", señala José León, historiador que ha realizado la investigación.

El 11 de diciembre de 1916 quedaron colocadas las ocho primeras placas y, a final de mes, debieron quedar todas puestas, puesto que se aprueba el gasto de 450 pesetas, 18 por cada lápida, que fueron extraídas de la subvención aprobada por la comisión de Hacienda. Compuestas por 32 baldosas, fueron ejecutadas mediante la técnica de la cuerda seca en la fábrica trianera de Mensaque. Se observan las manos de diferentes artistas, siendo algunas de ellas del afamado José Recio del Rivero. Uno de los objetivos de esta fase cognitiva ha sido averiguar qué ha pasado con las seis lápidas desaparecidas. "De ellas tan sólo se tiene constancia fotográfica de las situadas en San Hermenegildo, la Aduana y la calle Castelar. No se ha podido identificar ni localizar los textos que contenían, por lo que se ha desestimado finalmente la reconstrucción de las mismas con el fin de completar el conjunto".

El pasado jueves comenzó el trabajo sobre el terreno. En un primer momento, se procederá a la limpieza generalizada de todas las lápidas, con el fin de eliminar la suciedad superficial que las cubre y atisbar con mayor claridad los daños que presentan. Se levantará un mapa de daños, donde se sitúan e identifican todas las patologías encontradas. Seguidamente, se realizarán las labores de consolidación y reintegración volumétrica. La reintegración cromática y protección serán las tareas finales de la actuación.

Pilar Soler, administradora de Metis Conservación y Restauración y directora de los trabajos, explicó a este periódico el criterio y la metodología: "Están basados en la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, por lo que las actuaciones que se están llevado a cabo han sido planteadas previamente a la Comisión de Patrimonio mediante un proyecto básico de ejecución. Las soluciones aportadas tienen carácter preventivo, encaminadas a erradicar los daños y a evitar su aparición futura, respetando los principios de compatibilidad y reversibilidad. La actuación culminará con la entrega de un completo informe".

La mayoría de los daños que presentan los paneles están motivados por su ubicación en el exterior. "La contaminación y la suciedad ambiental han ido generando el oscurecimiento de los esmaltes debido a la capa residual de polvo que se ha ido adhiriendo". Hay que añadir los daños causados por los inmuebles que sirven de soporte, o la acción humana, que ha incidido de manera notoria en su estado de conservación, pues la mayoría presentan manchas y salpicaduras de pintura sintética procedentes de labores de adecentamiento de fachadas. Otros paneles han sido restituidos o colocados en lugares diferentes, lo que ha dado lugar a pérdida de volúmenes, grietas o baldosas dispuesta de forma errónea.

El coste de los trabajos asciende a más de 19.000 euros y la duración estimada es de tres meses.

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