Los centros de salud de Sevilla afrontan el verano con 67 plazas médicas sin cubrir

Plan de verano

Son cupos que no tienen asignado un profesional tras la jubilación o baja de su titular

Los sindicatos hablan de un periodo estival "catastrófico", que el SAS reconoce como "complicado"

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La sala de espera del área de pediatría del consultorio de Pedrera. / Juan Carlos Muñoz

Faltan médicos. Dos palabras que se han dicho y repetido hasta la saciedad en los últimos tiempos pero que, por primera vez, han salido de la boca de los gestores de la sanidad pública andaluza en forma de SOS. La primera en encender las alarmas fue la consejera de Salud, Catalina García, quien tras la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud monográfico el pasado miércoles tanteó la posibilidad de tener que cerrar centros de salud en verano por la falta de médicos para conservar el nivel adecuado de las plantillas y dar descanso a los profesionales. Sólo unas horas después, era el portavoz de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, quien reclamaba ayuda, especialmente al Gobierno central, para cerrar los contratos necesarios de sanitarios para el verano.

El déficit de médicos afecta a varias especialidades, pero asfixia a la Atención Primaria. En la actualidad, en el conjunto de la provincia de Sevilla, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene 67 plazas de médico de familia vacías, según datos oficiales facilitados a este periódico por la Administración sanitaria. Son cupos que han quedado vacantes por la jubilación o baja de su titular y para los que no se encuentran profesionales que puedan atender esos puestos, que acaban asumiendo el resto de médicos de los centros de salud afectados por esas vacantes. Es decir, son 67 médicos menos con los que cuenta el SAS en la provincia para hacer el encaje de bolillos que supone cada año la elaboración del Plan de Verano en los centros de salud. Hay plazas libres en todos los distritos sanitarios, pero las zonas rurales, donde ya de por sí las plantillas son más cortas por dar cobertura a una población más reducida, la problemática se acentúa mucho más que en la capital, donde el número de facultativos por ambulatorio es mucho más amplio.

¿Las consecuencias? Una Atención Primaria dramática de cara al verano. "Será un periodo muy complicado", advierte la consejera de Salud. "Ya hay comunidades autónomas que han anunciado que tendrán que cerrar centros de salud, como País Vasco o Cataluña. Andalucía quiere mantener abiertos los centros de salud, mantener nuestra atención, pero estamos en una situación muy difícil", añade.

Ante este escenario, sólo la llegada de nuevos profesionales puede paliar la presión de los centros de salud, pero los médicos que se incorporan al sistema sanitario para formarse como especialistas no eligen Medicina de Familia y los que la eligieron hace ahora cuatro años, que no empezaron su formación MIR hasta septiembre, en lugar de mayo, como consecuencia del estallido de la pandemia del coronavirus, tampoco podrán servir este verano como moneda de cambio para compaginar las vacaciones del personal fijo ya que, al igual que comenzaron con retraso, acabarán también más tarde su formación y no será hasta el próximo septiembre cuando finalicen su residencia y se puedan incorporar al mundo laboral.

Los sindicatos, por su parte, elevan el tono y ya hablan de un verano "catastrófico". El Sindicato Médico Andaluz tacha de "ridículo" el plan del SAS de intentar que sean los MIR los que "eviten el colapso de la Atención Primaria". También replican a la ministra de Sanidad, Mónica García, a la que recuerdan que "muchos de los médicos que trabajan en Atención Primara son licenciados sin especialidad y cobran más y tienen menos formación que los médicos residentes a los que teóricamente deben supervisar, pero, sin ellos, la medicina de Atención Primaria simplemente habría desaparecido en buena parte del territorio nacional".

Como solución, la central sindical apuesta por "incentivar económicamente" a los MIR para paliar este verano la falta de médicos, si bien, insisten en que "la solución a la crisis de la Atención Primaria pasa por mejorar las condiciones laborales y retributiva de sus facultativos".

También el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) muestra su estupor ante su "desconocimiento" del plan de verano del SAS para solventar la falta de médicos. En un comunicado reciente, el órgano que dirige Jorge Fernández Parra, reconoce que "hace meses" que se pusieron a disposición del SAS para hacer propuestas e intentar resolver este asunto." Desde entonces hemos mantenido conversaciones informales con responsables del SAS pero, hasta la fecha, no tenemos conocimiento de ninguna propuesta al respecto por parte de la Consejería de Salud", indica el organismo.

Con miras más amplias, la situación irá a peor. Los déficits que ahora soporta la Atención Primaria vienen, más allá del imprevisto puntual de los MIR del 2020 y su fin de residencia más tardío, de las jubilaciones de los médicos de la generación del baby boom, que no ha sido compensada con una incorporación de jóvenes residentes, consecuencia de un recorte drástico del número de plazas entre 2010 y 2016. Desde 2017 viene subiendo, pero esto no acaba de solucionar el problema ya que, por un lado, las plazas MIR que se ofertan hoy no se convertirán en profesionales listos para su incorporación hasta dentro de cuatro años y, por otro, la medicina comunitaria y de familia empieza a dejar vacantes también en Andalucía. Aunque Sevilla ha escapado a esa tendencia y sus 72 plazas MIR de Medicina de Familia se ha visto cubiertas, lo cierto es que, pese a que es la especialidad que más plazas oferta, también es la que más renuncias tiene, alrededor de un 30%, según las fuentes sindicales consultadas.

Pero el futuro no se prevé nada halagüeño, al menos, en los próximos años ya que, según recoge el Informe de Demografía Médica en Andalucía 2023 del CACM, en los próximos diez años se prevé que en la provincia de Sevilla entren en la edad de jubilación más de 1.600 médicos. El organismo no especifica cuántos se corresponden con la especialidad de Familia, pero por lo elevada de la cifra, el porcentaje se presume alto.

En esta línea, retener médicos en edad de jubilación es otra vía que el SAS utiliza para paliar el déficit de profesionales. Así, a cierre del año pasado, eran 255 los médicos en la provincia con más de 65 años y que siguen trabajando por la salud de los sevillanos. Es otro de los extremos a los que se ha tenido que llegar desde el SAS para tratar de paliar la falta de médicos para lo que que incluyó en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos en mayo de 2019 la posibilidad de que determinado personal sanitario pudiera prolongar voluntariamente su permanencia en servicio activo hasta alcanzar los 70 años de edad.

Con este panorama, la pregunta es: ¿Habrá médicos de familia suficientes este verano en los centros de salud sevillanos? De momento, desde la Junta de Andalucía, la consejería de Salud ya informó de estar trabajando en el Plan Verano, en el que se realizarán en torno a 32.000 contrataciones (que incluyen atención hospitalaria y primaria), de los cuales 2.000 serían en mayo y octubre y los otros 30.000 en los meses de verano.

Serán contratos de entre uno y tres meses y, con ellos, el objetivo es poder mantener un dispositivo similar al del pasado año con los centros de salud abiertos por la mañana, y con cierres por la tarde en función de la demanda, que en Sevilla capital, la zona de mayor población, se ha traducido en los últimos años en una oferta vespertina de nueve ambulatorios disponibles y, en el resto de la provincia, con la concentración de la atención en puntos estratégicos ante la imposibilidad de poder mantener activos los centros de salud y consultorios de cada municipio.

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