Un centenar de personas apoyan la ocupación de una casa en la calle Feria
Sucesos
Cinco familias se instalaron hace días en el inmueble, sobre el que pesa una orden de embargo que aún no se ha ejecutada.
Más de cien personas se concentraron este jueves al final de la calle Feria al grito de "esta crisis no la pagamos". Hacia las siete de la tarde decenas de personas se reunieron ante la puerta de un edificio vacío que ha sido ocupado por cinco familias. Se trata de un nuevo logro del movimiento 15-M que ha repetido la acción reivindicativa de la Corrala Utopía, en San Lázaro, y que ha bautizado ya esta ocupación como Corrala Alegría.
Según informan algunos activistas este inmueble es de "dudosa propiedad". La dueña de las viviendas es una empresa que no pudo hacer frente a los pagos y que actualmente se encuentra al borde de la quiebra. Al parecer, dicha compañía tenía un plazo límite para efectuar los pagos que finalizó hace ya dos meses sin que el propietario haya abonado la cantidad necesaria para evitar el embargo, por lo que ahora el inmueble pasa a ser propiedad de la entidad bancaria. No obstante, aún no se ha ejecutado el embargo.
La vivienda ha sido ocupada por cinco familias: una pareja, ambos desempleados, que ronda los 60 años; una mujer de 33 años con tres hijos; dos jóvenes que cuentan con varios hijos; y dos chicas universitarias que como consecuencia de la crisis tuvieron que volver a vivir con sus padres.
El edificio consta de dos plantas y no ha llegado a utilizarse nunca; ni siquiera está acabado del todo, pues aún se observan los poste de obra con los cables de la luz y el teléfono. Asimismo, los activistas que han estado en el interior del inmueble afirman que incluso hay partes de éste que se encuentran en bruto, sin terminar. Estos proporcionan comida a los inquilinos, que viven sin luz ni agua.
El movimiento 15-M explicó este jueves que este acto es para "reclamar la salvación" y para pedir un alquiler social asequible a las posibilidades de estas familias. "Ellos quieren pagar, pero algo que puedan permitirse dentro de la mala situación en la que se encuentran", explica Juan José García, portavoz del movimiento. Opinan que se trata de una acción de "desobediencia civil no violenta, cuyo objetivo es conseguir que los casi 120.000 pisos vacíos sirvan para realojar a las familias que más lo necesitan".
Los nuevos inquilinos llevaban tres días ocupando las viviendas de la calle Feria pero hasta este jueves la Policía no ha tenido constancia de la ocupación. Allí se personaron varios dispositivos de la Policía Nacional que, tras evaluar la situación, pidieron al centenar de "indignados" que se encontraban mostrando su apoyo a las familias que desalojaran la entrada del inmueble. Y así fue. Las personas allí concentradas cruzaron al otro lado de la calle a la espera de lo que hacía la Policía Nacional, que no tardó en marcharse de las inmediaciones del edificio.
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