El caso del robo de las entradas

Un nuevo robo en una Jefatura de Policía de Sevilla, pero con matices muy distintos y consecuencias dispares. Si hace unos meses la Policía Nacional detuvo al presunto responsable del robo de 154 kilos de cocaína y heroína de sus dependencias, ahora le ha tocado el turno a la Policía Local, inmersa en un conflicto con el Ayuntamiento iniciado a raíz de los retrasos en los pagos de las horas extraordinarias.

En este caso el robo no deja de ser a priori anecdótico, puesto que el botín del ladrón ha sido 20 entradas para asistir a la beatificación de la Madre María de la Purísima. Pero detrás de este robo está el cese de dos agentes que se encargaban de las labores de prensa y protocolo en la Jefatura de Policía Local y cuyo pecado no fue otro que el de poner en conocimiento de sus superiores la sustracción de las entradas para el evento religioso. Esto es lo que defiende, al menos, el presidente del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme-A) en Sevilla, Manuel Bustelo, que asegura que la denuncia de la desaparición de esas entradas está sin duda alguna detrás del cese de los agentes D. G. y E. F., que desde hoy mismo ya no prestan servicio en la oficina de prensa y protocolo de la Policía Local.

En un primer momento, el cambio de destino del agente D. G., que dirigía la oficina de prensa desde hace cinco años y fue el verdadero impulsor de este servicio -antes la Policía Local informaba de sus actuaciones tan sólo de forma esporádica-, se había achacado al incidente que se produjo con la Policía Nacional con motivo de la protesta que un grupo de agentes locales realizaron coincidiendo con el inicio de la Vuelta a España en Sevilla, el pasado 28 de agosto.

Este altercado tuvo lugar cuando un policía nacional requisó al agente D. G. la cámara con la que estaba grabando la protesta sindical, con la excusa de que estaba grabando la cara de los nacionales, y todo acabó con una denuncia a este policía por una falta contra el orden público. El caso aún no ha llegado a juicio, pero el Sppme critica que la actuación de los policías nacionales fue "desproporcionada" y no descarta a su vez emprender acciones legales.

El presidente del Sppme-A explicó ayer a este periódico que no tiene duda del motivo de la destitución de los agentes. "El cese está más motivado en tapar el robo de las entradas que por esa otra historia, porque de los dos agentes sólo uno estuvo en la protesta de la Vuelta", dijo Bustelo, quien aseveró que el autor del robo "es un mando policial muy cercano al delegado o al jefe de la Policía Local, José Aulet".

Bustelo critica la destitución de los agentes porque, según argumenta, el jefe de la Policía Local "pretende cargarse a un agente antes que abrirle un expediente disciplinario a un mando". El responsable sindical advirtió que "nunca" se ha abierto un expediente disciplinario a un mando de la Policía Local y no restó importancia al robo de las entradas. "El problema es que al final se roba: lo mismo da coger droga que una entrada de los policías, algunos hermanos de la Macarena, que han pedido ir con sus familias a la beatificación de la Purísima".

El presidente del Sppme-A mostró su solidaridad con los dos agentes que han sido cambiados de destino. "En lugar de felicitarles por denunciar que han robado las entradas, los han echado. Al final los guardias pagan y los golfos viven". El sindicato ha puesto en conocimiento del delegado de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Alfonso Mir, el robo de las entradas. "El delegado nos dijo que desconocía lo sucedido y que lo iba a estudiar, pero mucho nos tememos que quieran echar otra cortina de humo", lamentó Bustelo.

Los agentes destituidos de la oficina de prensa y protocolo remitieron a finales de agosto un informe a sus superiores en el que detallaban que, al regreso de las vacaciones, habían hallado abierto el sobre que remitió el Arzobispado con un centenar de entradas y en el que faltaban una veintena. El sobre fue recogido por un oficial de la Policía Local que aseguró que cuando lo cogió de una canasta ubicada en el registro ya estaba abierto, por lo que desconoce el paradero de las entradas.