Más de 200 casetas están sin encargados a poco más de un mes de la Feria de Sevilla
Fiestas Mayores
La falta de fiestas los dos años de pandemia ha obligado a muchos profesionales a buscarse la vida con otra actividad
La patronal afronta esta edición con la "incertidumbre" que supone aplicar la reforma laboral en el sector
Los caseteros amenazan con no trabajar en la Feria de Abril de 2022
Una carencia que se agrava conforme pasan los días. Más de 200 casetas se encuentran, a poco más de un mes de que comience la Feria de Sevilla, sin encargado de su gestión. Este déficit obedece a la pérdida de caseteros desde que estalló la pandemia del Covid, lo que ha obligado a muchos de estos autónomos a buscar trabajo en otra actividad. El sector, además, afronta la nueva edición con el temor de que la aplicación estricta de la reforma laboral provoque grandes pérdidas en sus negocios.
La Asociación Andaluza de Hostelería de Feria advirtió de la situación que podría originarse hace un año. Ya entonces se observaba que cada vez más profesionales abandonaban el oficio ante la prohibición de que se celebraran ferias como medida sanitaria para hacer frente al coronavirus. Dos temporadas sin fiestas y, por tanto, sin ingresos, una situación bastante adversa que no podían soportar los bolsillos de unos empresarios, en su mayoría, autónomos. La patronal exigió ayudas a la Junta de Andalucía en ese momento, pero según su presidente, José David Martín, "no ha llegado ninguna".
Una amenaza que se ha hecho realidad. Cuando falta poco más de un mes para que se enciendan las luces del real, la primera Feria de la pandemia podría enfrentarse a un grave problema: la falta de caseteros. Según Martín, de las 1.056 casetas que hay, más de 200 están actualmente sin un encargado de su gestión. Esto es, casi un 20%. Dicha figura resulta fundamental en la celebración. Son los titulares de las casetas los que los contratan para que se encarguen de su funcionamiento. Una responsabilidad que abarca una gran carga de trabajo, desde la decoración, pasando por el surtido de víveres, hasta la contratación de camareros. El precio se pacta en función de las peticiones de los dueños.
Hasta ahora, una práctica habitual era que muchos de estos autónomos se hicieran cargo de más de una caseta. Incluso en las que son colindantes se compartía cocina y trabajadores, lo que facilitaba la prestación del servicio. Ahora, sin embargo, esta posibilidad resulta más compleja. "No podemos acoger tanto trabajo", lamenta el presidente de la patronal en referencia a los titulares que aún no han encontrado encargado.
Uno de los motivos que impide a los caseteros aumentar la carga de trabajo es la reforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez, que entrará en vigor el 1 de abril. Las condiciones establecidas son de difícil cumplimiento en un sector muy temporal y en el que los contratos tienen poca duración. El propio Martín señala las sanciones económicas establecidas para los empleos de menos de un mes. "Aumentamos personal según los contratos que surgen en las ferias, para ocasiones muy puntuales", subraya el presidente de la patronal, que explica que con la reforma se potencia la figura del trabajador fijo-discontinuo.
Otro de las exigencias de la normativa estatal que afecta de lleno al sector son la duración de las jornadas laborales y las horas extra, cuyo límite, según Martín, pone trabas al desarrollado de la actividad. "En una caseta se echan al día más de 12 horas. Con la de Mairena del Alcor, la de Sevilla y Osuna un empleado ha llegado al límite de horas extra, no puedo contratarlo por más tiempo", explica este profesional.
Todas estas circunstancias se pondrán de manifiesto en la reunión sectorial que celebrarán el próximo martes, en la que decidirán las medidas a tomar. El presidente de la patronal no es partidario de convocar una huelga, como ha trascendido los últimos días. Considera que en 2021 se organizaron protestas que "no han servido para nada". Por ahora, han hecho partícipe de su situación al Ayuntamiento de Sevilla. El delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, ha respondido a preguntas de los periodistas que el principal problema ahora miso es la falta de caseteros, debido al "reajuste" que ha sufrido el sector durante la pandemia. Un déficit que se extendido al colectivo de los montadores de atracciones de la Calle del Infierno.
Respecto a los efectos de la nueva ley laboral en los hosteleros de feria, el concejal socialista ha aclarado que las jornadas de trabajo pueden durar más de ocho horas para "contratos extraordinarios, que cuentan con remuneración específica". También apuesta por que estos empresarios aumenten personal, una opción que la patronal descarta por el coste que el incremento supondría.
Por estos motivos, los caseteros vuelven a pedir la ayuda de la Junta, para que plantee un convenio colectivo en el sector que se ajuste a las "peculiaridades" del servicio que prestan, un acuerdo con el que se recuperarían las cifras de los profesionales que hasta la pandemia estaban disponibles. De lo contrario, según Martín, en cinco años las casetas podrían volver a la situación de décadas atrás, "cuando los socios se traían la comida de casa por la falta de un servicio adecuado".
Los precios se cerrarán a última hora
A la merma de caseteros y la entrada en vigor de la reforma laboral se suma otro inconveniente de cara a la próxima Feria: el encarecimiento de los productos, motivado por la huelga de los transportistas y la subida de los carburantes. El presidente de la patronal, José David Martín, alerta de que ya ha comunicado a los titulares de las casetas que no podrá fijar un precio para el servicio que presta hasta la semana anterior, es decir, los últimos días de abril.
Debe recordarse que el coste varía en función de las exigencias de los dueños de las casetas. Las únicas donde hay una tarifa fijada son las de titularidad municipal. El casetero ofrece un precio en función, entre otros factores, del tipo de comida y bebida que se soliciten, para lo que es necesario conocer cómo está el mercado. Y ahí es donde tiene incidencia la huelga de los transportistas. "Por ejemplo, ahora llega poco pescado y hay paro biológico, cuyas consecuencias pueden alargarse. El precio del combustible también influye", explica Martín.
Por todo ello, hasta días antes del alumbrado no podrá acordarse el precio de los servicios que se ofrezcan en las casetas, los cuales pueden incrementarse considerablemente respecto a las ediciones anteriores a las pandemia.
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