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Con casco y mochila para ir al Joaquín Turina

El consejo escolar dicta unas medidas de seguridad por las obras Las actuaciones finalizarán en un mes

Un alumno del Joaquín Turina entró ayer con casco al colegio.
María Ortega

11 de septiembre 2014 - 05:03

A los alumnos del Joaquín Turina sólo les faltó ataviarse con un casco de obrero en su primer día de clase. Andamiaje en la fachada, vallas, polvo y aseos sin puertas. Ni aula matinal ni comedor en funcionamiento, de momento. El equipo de dirección y la asociación de padres de alumnos (AMPA) han tenido que coordinarse para lidiar con las dificultades acarreadas por las actuaciones que se están acometiendo. La organización del personal del colegio contrasta con la falta de planificación entre el Ayuntamiento y la Delegación de Educación, que hasta la tarde del martes no informó de la apertura del centro. A pesar del retraso, el consejo escolar se reunió y esa misma noche envió un correo electrónico a los padres con las medidas de seguridad que se habían tomado.

El andamiaje de la fachada se ha acotado para impedir el acceso de los alumnos, que tendrán el recreo en las pistas deportivas del patio de atrás. Muchos de ellos deberán buscarse nuevos juegos porque, mientras que el edificio esté vallado, no se permitirá el uso de pelotas. Además, toda la plantilla del profesorado (siete en Educación Infantil y 19 en Primaria) estará vigilando el recreo durante el tiempo que duren las obras, una medida que ha sido aplaudida por los padres de los alumnos.

El característico timbre que marca el final de las clases no sonará durante una temporada. En cambio, a los alumnos se les irá avisando clase por clase para que salgan del colegio de forma ordenada. Con esta novedad, unida con la imposibilidad de los padres de entrar en el centro, se pretende que la salida no esté obstruida.

Otra de las decisiones tomada por el consejo escolar es el vallado del área que comunica la zona de Educación Infantil con la de Primaria. El curso se ha iniciado sin la disponibilidad de las zonas comunes. En principio, el servicio del aula matinal comenzará a prestarse a partir del próximo lunes y el comedor y la ludoteca abrirán sus puertas una semana después, el día 22.

Ante esta tesitura, no son pocos los que cuestionan la conveniencia de que se iniciaran ayer las clases. Las opiniones al respecto son variadas. Algunos padres piensan que se tenía que haber esperado hasta el 15 de septiembre; otros, que si se ha optado por comenzar el año escolar con normalidad sería porque los trabajos no suponen ningún peligro. Según el presidente de la AMPA, Manuel Alfonso, una u otra decisión hubieran recibido críticas. Con la opción tomada, eso sí, el Turina cumple con el calendarioa escolar sin poner en riesgo la seguridad.

Otra cuestión es la celeridad que el Ayuntamiento -responsable de las obras- debería haber aplicado. Las fachadas del colegio lucen desde principios de septiembre rodeadas de andamios. Como no lo han hecho durante todo agosto. "Mi madre vive cerca del colegio y yo no he visto ningún movimiento hasta principios de septiembre", comentaba Verónica Núñez, la madre de un alumno del centro, quien no ve ningún avance aparente en la cubierta del edificio. Enriqueta Linares, que lleva todos los días a su nieto al colegio, cree que "a estas alturas al centro sólo tendría que faltarle que lo pintaran". El final de las obras está previsto para dentro de un mes. Sin embargo, algunos, como el presidente de la AMPA, se muestran escépticos ante ello.

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