"¿Si me habría casado con un torero? Sí, yo también soy muy difícil"

Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba

Por su interés, reproducimos la entrevista realizada por Luis Nieto a Cayetana de Alba en 2006 repasando al detalle la profunda afición taurina de la duquesa.

"¿Si me habría casado con un torero? Sí, yo también soy muy difícil"
"¿Si me habría casado con un torero? Sí, yo también soy muy difícil"
Luis Nieto

20 de noviembre 2014 - 17:14

(Publicado en Diario de Sevilla el 18 de abril de 2006)

A sus 80 años ha cumplido 65 como aficionada taurina. Una afición que afloró cuando descubrió el arte del toreo de la mano del maestro Pepe Luis Vázquez, su primer amor, su amor adolescente y prohibido. En el Palacio de Dueñas, junto al jardín machadiano, un rincón con varias cabezas de toros y garrochas ambientan una mañana en la que desgrana multitud de recuerdos.

La duquesa de Alba se adentra en un mundo que le es muy cercano, en una de sus grandes pasiones: la Fiesta. Su afición también se desvela en un amplio pasillo donde se alternan decenas de fotografías de toreros –como Antonio Ordóñez–o bien un jovencísima Cayetana en tentaderos o montada perfectamente a caballo –lo hizo desde niña hasta los 74 años– .

Algunas de esas fotografías son estampas auténticamente bellas, como en la que cabalga a lomos de aquel famoso caballo blanco de Terry. Varios de estos recuerdos flamean en la memoria de la duquesa de Alba, quien mide mucho sus respuestas en una acogedora estancia, de noble mobiliario, que preside un cuadro de Rafael Cidoncha, con Jesús Aguirre, su segundo esposo, y otro de Evaristo Calle, Carnaval en la aldea. Envueltos en este sugerente ambiente, donde el tiempo parece detenerse, hablamos con doña Cayetana.

–¿Cuándo nace su afición taurina?

–Muy joven. Cuando tenía 15 años. El toreo es un arte que me gusta mucho.

–¿Recuerda la primera vez que asistió a un espectáculo taurino?

– Fue en la plaza de Sevilla, en la Maestranza. Aquel día toreó Pepe Luis Vázquez y no recuerdo a los otros dos porque el importante de la terna era él.

–¿Qué le cautivó?

–El colorido, la alegría que se vivía en la plaza. Y el toreo de Pepe Luis. Pepe Luis ha sido el mejor torero que ha habido, por su arte, su personalidad y los pellizcos sevillanos que tenía.

–Del toreo, ¿qué es lo que más le gusta?

–Del toreo lo que más me gusta es la capa y, fundamentalmente, los pellizcos de arte. También me gusta mucho el toreo al natural.

–¿Usted ha toreado a pie?

–He toreado a pie algunas veces en tentaderos, con erales muy pequeños.

–¿Qué sintió?

–Cuando me ponía delante pasaba un poco de miedo, la verdad. Aunque la res sea muy pequeña, parece una catedral. (Se ríe). Yo era muy valiente. Ahora no lo podría hacer. (Vuelve a reírse).

–Será por las facultades, por que el valor... no lo habrá perdido.

–Yo creo que con los años el valor también se va perdiendo. Se reducen las posibilidades de todo en general.

–Otra de sus pasiones, ligadas al mundo del toro, es el caballo en todas sus vertientes.

–Sí. Desde los 5 a los 74 años he montado a caballo y me ha gustado desde siempre. De joven participé en competiciones.

–¿Y usted se imaginó anunciada como la gran rejoneadora Duquesa de Alba?

–No. Yo he rejoneado en la época de Conchita Cintrón. Pero lo hacía a puerta cerrada. Me gustaba mucho. Pero tomado en serio, en una plaza de toros, no. Hubiera preferido ser artista en otros campos. Me encantan la decoración, el baile flamenco, los deportes hípicos y de nieve y el tenis. Tengo muchas copas de todo eso. Pero ya no practico nada.

–¿Qué animal le gusta más, el toro o el caballo?

–El caballo.

–Continuemos con sus preferencias toreras. Además de Pepe Luis, ¿quiénes han sido sus diestros preferidos?

–Me han encantado Antonio Ordóñez, Manolete, Curro Romero y Pepín Martín Vázquez.

–Usted ha sido currista declarada.

–Sí. Porque es un torero con un arte y una gracia de esta tierra enorme. Aparte de ser simpatiquísimo es muy amigo mío, al igual que su mujer, Carmen.

–¿Y de los de ahora?

–Mi yerno –Francisco Rivera Ordóñez–, aunque tiene mala suerte para matar, y Cayetano, que para mí hoy en día es el mejor torero. Tiene personalidad, es muy artista y torea como antiguamente.

–Usted que ha conocido a tantos toreros, ¿son tan especiales y distintos como dicen?

–Sí. Son especiales y distintos. Tienen originalidades y son difíciles.

–¿Usted se hubiera casado con un torero?

–Sí. Es que yo también soy muy difícil.

–¿Mantuvo relación con alguno?

–Con Pepe Luis, pero mis padres dijeron que era muy joven. No estaban de acuerdo. Yo tenía 16 años. Fue mi primer amor. Le tengo mucho cariño a toda su familia y soy muy amiga de su mujer.

–¿Qué representa el amor?

–Es lo más importante de la vida. El amor viene, no tiene explicación.

–¿Y la vida?

–Es maravillosa si sabes disfrutarla.

–¿Qué piensa del ataque de los antitaurinos a la Fiesta?

–Está muy mal. La Fiesta Nacional lleva varios siglos y no se debe eliminar.

–En Cataluña están sufriendo un continuo ataque...

–No lo entiendo. Porque luego, la plaza de Barcelona se llena.

–¿Qué obras artísticas y qué artistas han interpretado la tauromaquia más a su gusto?

–Lorca, es el poeta que más me gusta.

–¿Qué tiene Sevilla que tanto le apasiona?

–Todo. Su alegría, sus calles estrechas, la luz, la gente y los edificios antiguos de estilo sevillano que los han ido derribando en el casco antiguo, una pena.

–¿Cuál es su rincón preferido?

–El barrio de Santa Cruz, al anochecer, en un día de calor.

–Y la Maestranza, ¿qué tiene de especial?

–Es la plaza más bonita de España. Aunque la de Ronda es muy bonita también y más antigua. Pero por la alegría y por la luz no hay otra tan bonita como la Maestranza.

–Decía Ortega y Gasset que para conocer cómo se encontraba España bastaba asomarse a una plaza de toros. ¿Usted qué encuentra cuando lo hace?

–Yo es que en política no me quiero meter. Pero ha habido un presidente que me ha gustado mucho: Felipe González. Yo soy monárquica porque creo que le da a un país más altura, más seguridad y más continuidad. A mí me han inculcado eso.

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