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Una casa para los jóvenes de la Archidiócesis de Sevilla

La delegación de Pastoral Juvenil ya desarrolla su labor en la iglesia del Sagrado Corazón, en la calle Jesús del Gran Poder, que ha sido cedida por los jesuitas

La nave principal del hasta ahora templo de la Compañía de Jesús. / Juan Carlos Muñoz

Un lugar de encuentro. Los jóvenes católicos de la Archidiócesis de Sevilla ya tienen en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús su casa común. El Arzobispado de Sevilla se hizo cargo del templo de la calle Jesús del Gran Poder el pasado jueves 1 de julio tras la marcha de los jesuitas, y ya se ha puesto en marcha la maquinaria para convertir este templo, así como unas dependencias anejas y la Capilla de los Luises, en el espacio que necesitaban para poder desarrollar su gran labor. Es el regalo que el arzobispo emérito, monseñor Asenjo, le hizo a la delegación de Pastoral Juvenil, cuyo delegado es Francisco Durán.

La cesión de la iglesia de los jesuitas a la delegación de Pastoral Juvenil se ha realizado con total naturalidad. De hecho, una de las premisas de la Compañía de Jesús era que se mantuviera el culto y la iglesia abierta el máximo tiempo posible. Así es, durante el verano, el templo abre todos los días a las siete de la tarde y se celebra misa a las nueve de la noche. En septiembre, que será cuando se bendiga oficialmente la nueva sede de Pastoral Juvenil, se ampliarán estos horarios.

“Esto va a ser un lugar de referencia para todos los jóvenes y los distintos movimientos de la Archidiócesis. Estamos deseando empezar con los nuevos proyectos”, el delegado, Francisco Durán. El equipo permanente de Pastoral Juvenil lo componen una veintena de personas. Algunos de ellos están reunidos en las dependencias dando forma a todas las tareas que tienen que poner en marcha en su nueva casa. Cada uno de ellos forma parta de un movimiento concreto dentro de la Archidiócesis, el Camino Neocatecumenal, Acción Católica, Pastoral Universitaria, Cursillos de Cristiandad, Hermandades y Cofradías, etcétera, pero a su vez conforman esta delegación que les presta servicio a todas ellas y que acude allí donde sea requerida por los jóvenes.

Algunos jóvenes reunidos en las dependencias del templo. / Juan Carlos Muñoz

Las dependencias cedidas por los jesuitas a la Archidiócesis se encuentran en buen estado, así que sólo van a tener que llevar a cabo tareas de pintura, colocar algún mueble o instalar internet, una herramienta necesaria en todo lo que hacen los jóvenes. “No utilizamos papel desde hace mucho tiempo, explica Durán.

Las imágenes del Sagrado Corazón y San Ignacio gozan de una gran devoción. / Juan Carlos Muñoz

Entre los proyectos que arrancarán tras el verano se encuentran la escuela de acompañamiento, o la escuela de música, con la que quieren crear una pequeña orquesta y un coro con formación litúrgica para poder participar en sus celebraciones, como la Vigilia de la Inmaculada. Los nuevos espacios también les permitirá organizar mejor el voluntariado. La intención, además, es que la Capilla de los Luises, cuando se adecue, sirve como espacio para celebraciones y conferencias. Todo ello sin olvidar cuestiones tan importantes para ellos como la atención directa, la dirección espiritual, las confesiones, la eucaristía y la adoración al Santísimo.

El padre Diego y Francisco Durán, delegado de Pastoral Juvenil. / Juan Carlos Muñoz

Aunque los jesuitas ya no viven en esta comunidad, el padre Diego Muñoz permanece junto a la tumba del venerable Padre Tarín, enterrado en este templo desde su fallecimiento en 1910. Él es vicepostulador de la causa de beatificación y la Compañía lo ha destinado a la comunidad del Portaceli para que pueda seguir desarrollando su inestimable labor difundiendo y publicando todos los mensajes y peticiones que llegan sobre el padre Tarín, así como recopilando e investigando cualquier cuestión que pueda conducir a su beatificación.

La gran Inmaculada tallada por Pedro Duque Cornejo. / Juan Carlos Muñoz

La iglesia del Sagrado Corazón mantiene la afluencia de personas habitual. Muchos acuden a rezar a San Francisco Javier o al Sagrado Corazón de Jesús. El delegado ha encontrado entre los enseres dejados por jesuitas fotos de procesiones celebradas en los años 50 con las imágenes del Cristo, San Ignacio o la Gran Madre, una colosal Inmaculada de Duque Cornejo. Una muestra de la importancia histórica de este templo al que se le inyecta ahora la fuerza y las ganas de hacer cosas de la juventud.

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