Las carreras ilegales de coches y motos se trasladan a las Tres Mil Viviendas

Estas competiciones son habituales desde hace años en la isla de la Cartuja, cerca del estadio y de Ingenieros, y en la zona del Higuerón, pero este verano también hay en el Polígono Sur 

Los participantes quedan por redes sociales y luego suben imágenes de las pruebas

Apuestas de hasta 50.000 euros por huir de la Policía

Carreras ilegales en las Tres Mil Viviendas

Las carreras ilegales de coches y motos han sido continuas en los últimos años en Sevilla, sobre todo en la isla de la Cartuja y en la zona del Higuerón. Pero este verano también se están trasladando a otras zonas de la ciudad, como el Polígono Sur. Muchas de estas competiciones clandestinas se graban en vídeo y acaban siendo compartidas en redes sociales, sobre todo en Tiktok. En esta plataforma pueden verse incluso retransmisiones en directos de las pruebas y exhibiciones que hacen los participantes. Como indican algunos de los usuarios que comentan las imágenes, éstas recuerdan a las previas de grandes premios como el de Jerez, en los que motoristas hacen maniobras arriesgadas como trompos y caballitos en plenas calles de la ciudad.

Precisamente, las carreras se organizan a través de las redes sociales y en ellas participan decenas de personas. Quedan por Tiktok, Facebook, Instagram y chats de Telegram, difíciles de detectar para la Policía. El incremento de carreras y su ampliación a otras zonas de la ciudad ha generado una gran preocupación entre las autoridades y los responsables policiales, pues el riesgo de accidente o de atropello es muy alto al celebrarse ahora cerca de edificios residenciales. Hasta ahora, las carreras ilegales solían realizarse las noches de los miércoles en la isla de la Cartuja, justo al lado de la Escuela Superior Técnica de Ingeniería y del Estadio de la Cartuja. Aquí suelen venir vecinos de distintos pueblos de Sevilla, con coches y motos de gran cilindrada. Hacen trompos, derrapes, carreras ilegales y piruetas y asiste un público que hace incluso botellona mientras presencia el espectáculo.

Tampoco era infrecuente que se utilizara la zona del Higuerón, en concreto los aparcamientos del Costco, para hacer pruebas similares. Ambas zonas están alejadas de viviendas y suelen quedarse desiertas por la noche, con lo que las personas que acudían a las carreras eran las únicas que corrían el riesgo de accidente. Sin embargo, al pasar a lugares en los que hay edificios residenciales cerca, el riesgo de atropello de cualquier persona ajena a este mundo es bastante elevado. En algunos de los vídeos difundidos, puede verse en algunas de las avenidas de las Tres Mil Viviendas un buen número de motos circulando a gran velocidad entre el tráfico rodado, con decenas de personas asistiendo como público puestas en fila a los lados de la calzada, como si fuera a pasar por allí una procesión. Estas nuevas competiciones suelen tener lugar las noches de los sábados.

Se han podido ver también numerosas motos de motocross. Las autoridades sospechan que muchas de ellas pueden ser robadas, sobre todo en las inmediaciones de Alcalá de Guadaíra, donde hay un circuito para la práctica de este deporte. Tanto la Policía Nacional como la Policía Local han puesto ya en marcha dispositivos para controlar estas carreras, que por el momento se han saldado con algún vehículo retirado, varias sanciones y numerosos identificados, así como el levantamiento de actas por tenencia de droga y multas por realizar botellonas.

El problema de las carreras ilegales es muy antiguo y se lleva practicando más de dos décadas en la capital andaluza. De hecho, en el año 2004, un niño de diez años falleció atropellado por un coche en una de estas competiciones, que se celebraba en una explanada de Tablada, a la que el público solía acudir para ver exhibiciones de aeromodelismo. A partir de ahí se controlaron mucho más, pero en los últimos años el fenómeno ha ido a más. Desde el año 2020 se puede contar más de una decena de operaciones de la Policía relacionadas con este asunto.

La más reciente fue la desarrollada en septiembre de 2023 en las avenidas de Emilio Lemos y República de China, en Sevilla Este, donde la Policía Local disolvió una concentración de unos cincuenta vehículos, que estaban realizando competiciones y demostraciones tipo drifting, que consiste en utilizar el sobreviraje para que el coche se desplace lateralmente en las curvas. Diez conductores fueron denunciados por diferentes infracciones, como la carencia de seguro o no haber pasado la ITV.

Un mes antes, un conductor que participaba en una carrera ilegal perdió el control de su vehículo y se estrelló con su coche contra la rotonda de la Escuela de Ingenieros, en la Cartuja, después de dirigirse hacia un grupo de personas que tuvieron que saltar para evitar ser atropelladas. El vehículo quedó empotrado contra un bloque de homrigón. La Policía Local identificó al conductor a través de las redes sociales. Se trataba de un joven de 21 años. Esto motivó que tanto la Policía Local como la Nacional diseñaran un operativo para abortar las competiciones ilegales tanto en la Cartuja como en el Higuerón.

En el año 2022 hubo otro suceso en el que se puso en riesgo la seguridad vial en buena parte de la ciudad. El 22 de mayo, un conductor británico desafió a la Policía y protagonizó una persecución de diez kilómetros por algunas de las avenidas principales de la ciudad, hasta que finalmente terminó sufriendo un accidente en la Ronda Urbana Norte. El episodio desveló después una red de carreras ilegales formada por jóvenes de la alta sociedad británica, que apostaban hasta 50.000 euros por huir de la Policía en diferentes lugares.

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