La carrera oficial: Hacia una reforma de los días
Semana Santa Sevilla
La reordenación del orden de paso, los horarios e itinerarios surge como la alternativa más viable
La anunciada reforma de la carrera oficial de la Semana Santa camina hacia una reestructuración interna de cada día. Es la opción más viable actualmente tras descartarse, una vez estudiadas, un buen número de opciones que conllevarían la eliminación de un gran número de sillas y una pérdida importante de ingresos. El presidente del Consejo, Joaquín Sainz de la Maza, anunció que la decisión última la tendrían los hermanos mayores en un pleno extraordinario que se celebraría tras la Semana Santa. El Consejo ya ha dado a conocer las fechas de las reuniones ordinarias del curso. El martes 26 de junio será el pleno de penitencia y el 28 la asamblea general. Es probable que en estas citas se informe sobre cómo avanza la cuestión o que los propios hermanos mayores se interesen sobre el asunto. La reunión monográfica sobre la carrera oficial, de celebrarse, se haría ya tras el verano.
Sainz de la Maza se encargó de templar los ánimos sobre la reforma unos días antes de la Semana Santa en un encuentro informativo. "Que nadie espere una revolución para 2019". "Hay que intentar una Semana Santa que tenga una cierta perdurabilidad". Fueron algunas de sus frases. El presidente advirtió entonces que cualquier decisión debería estar consensuada con el Ayuntamiento, aunque siempre la última palabra la tendrían las hermandades. Desde el Consistorio, tanto el delegado de Fiestas Mayores, Seguridad y Movilidad, Juan Carlos Cabrera; como el director del Cecop, Rafael Pérez, han asegurado en repetidas ocasiones que no es necesaria una reforma, aunque sí habría que continuar aplicando retoques y mejoras como los de este año. Las elecciones municipales del año próximo también juegan en contra de la reforma.
La última de las propuestas, abrir una entrada a la Campana desde Laraña para evitar el rodeo por Orfila y el Duque, conllevaría la pérdida de más de dos mil sillas de diferentes sectores y la desaparición de la tribuna -la zona más cara de toda la carrera- considerándose inviable por no poderse reubicar a tantas personas. Tras los diferentes estudios la mayoría ya ha llegado a la conclusión de que la carrera oficial tal vez no sea la mejor, pero sí es la menos mala. Las opciones de llevarla a Tetuán, la Plaza Nueva o la Contratación y el entorno del Coliseo restan mucho más que aportan. La apuesta debe ser seguir trabajando en la reforma de Sierpes de manera programada, la única zona con verdaderos problemas. Por su parte, los delegados de día y los hermanos mayores tienen que consensuar una reforma integral de las jornadas. Con cambios de orden y, por supuesto, modificaciones de los horarios e itinerarios. Ése es el empeño para el próximo año. Con voluntad por todas las partes se puede conseguir una Semana Santa viable para los próximos 20 años sin perder un recorrido que es centenario y emblemático.
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