"El cáncer de mama en estadio precoz se cura en más del 90%"

LA sencillez y la calidez en el trato en una pequeña consulta del Hospital Macarena impresionan en una mujer que tiene en sus manos las líneas maestras de los servicios hospitalarios de Oncología de Andalucía y, en gran medida, el futuro de los enfermos de cáncer. La doctora Eloísa Bayo, Medalla de Andalucía en 2014, dirige el Plan Integral de Oncología de Andalucía y es responsable de la Unidad de Oncología Médica, Radioterápica y Radiofísica de los hospitales Virgen del Rocío y Macarena. El cáncer de mama ha sido, a lo largo de su dilatada trayectoria, su principal campo de batalla.

-¿Cómo ha mejorado la supervivencia al cáncer de mama?

-El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres, pero afortunadamente, si consideramos estadios precoces, la supervivencia está por encima del 90%. Desde 1985 la supervivencia al cáncer de mama ha aumentado casi un 20%.

-¿Han mejorado las terapias?

-Han mejorado los tratamientos y el diagnóstico precoz. En Andalucía el cribado de cáncer de mama comenzó en 1995. Entonces las mujeres se diagnosticaban con tumores menores de dos centímetros, lo que denominamos T1, en un 23% de los casos; y ahora se diagnostican con T1 en casi un 50%; con todo lo que ello supone. El diagnóstico precoz es lo que más incrementa las posibilidades de curación en cualquier tipo de cáncer. Han mejorado los tratamientos pero el diagnóstico precoz ha contribuido mucho.

-¿Cómo influye?

-Facilita tratamientos más conservadores. Hace 20 años la mastectomía era el tratamiento habitual y sólo un 20% de las mujeres conservaban la mama; ahora se realiza cirugía conservadora en un 67% de los casos. Es uno de los beneficios del cribado: además de aumentar la supervivencia permite tratamientos menos radicales, lo que mejora la calidad de vida.

-¿Y el papel de la radioterapia?

-Ha tenido un papel muy importante. Siempre que se hace cirugía conservadora hay que aplicar radioterapia porque la posibilidad de que la enfermedad reaparezca es muy alta. La manera de asegurarnos de que se ha eliminado cualquier célula residual tras el acto quirúrgico es aplicando en la mujer radioterapia después de la cirugía. Se ha conseguido reducir la tasa de recaída y también incrementa la supervivencia. El 25% del trabajo en un servicio de Oncología Radioterápica está dedicado al cáncer de mama.

-¿Cómo cambia la Radioterapia?

-Sigue teniendo sus efectos secundarios como todos los tratamientos, pero afortunadamente la innovación tecnológica ha permitido reducirlos. Los aceleradores son cada vez más precisos en la liberación de la radiación, lo que evita irradiar tejidos sanos.

-¿Daños colaterales?

-En la mama, los órganos de riesgo que valoramos son el pulmón, el corazón y la piel. Que la piel se queme se tiene en cuenta, pero se recupera y no deja secuelas; pero si se irradia el pulmón y el corazón, sí puede dejarlas. La radioterapia antigua, hace 30 años, provocaba secuelas. En aquella época no contábamos con los aceleradores que tenemos ahora mismo ni con los planificadores. Hoy en día los aceleradores permiten proteger el pulmón y el corazón.

-Básicamente es tecnología.

-Tecnología con una repercusión directa en la supervivencia.

-¿Cuál es la situación en Sevilla?

-Sevilla tiene una buena posición en lo que se refiere a la tasa de aceleradores por población, pero sí es verdad que algunos aceleradores son antiguos. En el Plan de Oncología nos planteamos una renovación del equipamiento.

-¿En qué consiste?

-Es un proyecto que abarca toda la comunidad. La renovación de 17 aceleradores, que se van a sustituir, más otros cuatro nuevos y otros cuatro que se van a modernizar. Permitirá contar con el mejor de los equipamientos radioterápicos de España. Es un hito.

-¿Cómo surgió?

-En el Plan de Oncología se desarrolló el proyecto para la renovación de los equipamientos y se presentó a la Fundación Amancio Ortega. Ha sido un trabajo en el que quiero agradecer a todos los que han participado y poner en valor el mecenazgo. Ni en España ni en Andalucía tenemos cultura del mecenazgo pese a ser una opción que se realiza en muchos países. En EEUU y en Inglaterra es muy frecuente que las fundaciones privadas hagan donaciones contra el cáncer. La donación de la Fundación Amancio Ortega es de 40 millones de euros.

-¿Cuánto supone un acelerador?

-Alrededor de dos millones de euros. Además, la construcción del búnker supone unos 600.000 euros. La radioterapia tiene una alta dependencia de tecnología muy costosa. Cada diez años se implementan nuevas técnicas. En Andalucía se realizó una renovación tecnológica muy buena hace unos años, pero el tiempo vuela, y la renovación tiene que ser constante.

-¿Cómo beneficiará al enfermo?

-El proyecto se presenta para mejorar la calidad de los tratamientos de radioterapia, que en Andalucía reciben 19.000 pacientes al año. Tendrá una repercusión directa tanto en sus posibilidades de curación como en la calidad de vida.

-En determinados sectores existe animadversión por la entrada de dinero privado en el SAS.

-Ese rechazo es real. La sanidad tiene que seguir siendo pública y universal. No hay duda. Pero si hay empresas que quieren realizar donaciones a la sanidad no quiere decir que deje de ser pública. De hecho la gestión de esta financiación es del SAS.

-¿Qué equipos se van a renovar en Sevilla?

-En el Virgen Macarena cambiamos dos aceleradores y se elevará de categoría uno. En el Virgen del Rocío se cambian dos y se pone uno nuevo, que es una tomoterapia, con una aplicación especial en la irradiación de niños. Por sus características permite determinados tipos de irradiaciones en niños que ahora mismo, cuando este tratamiento es necesario, tenemos que derivarlos fuera. Va a permitir asumir con equipos propios tratamientos que tenían que ser derivados a otros hospitales.

-Los nuevos equipos son muy necesarios. El cáncer aumenta.

-Cada año aumenta la incidencia del cáncer a razón del 1,6% cada año en hombres; y a razón del 2,3% en mujeres, en Andalucía.