Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Son las nueve de la mañana y, para unos veinte universitarios sevillanos, el tradicional timbre que anuncia el inicio de las clases ha sido este martes sustituido por las campanas del reloj del Ayuntamiento. Y es que la Plaza Nueva se ha convertido en una especie de campus universitario donde durante todo el día se desarrollarán clases con profesores universitarios y alumnos improvisados. Educación Social, Antropología, Economía, Psicología... son las asignaturas que se imparten bajo la atenta mirada de unos peculiares estudiantes que se van deteniendo a su paso por la céntrica plaza.
La iniciativa, que ha sido puesta en marcha por una veintena de universitario, miembros de los consejos de alumnos de las universidades Pablo de Olavide y Universidad de Sevilla, pretende hacer llegar a la ciudadanía cómo se invierte actualmente el dinero público en educación y la reducción en la calidad que suponen los recortes en esta materia. "El Gobierno no hace más que recortar en financiación pública y hay un proceso de privatización de la universidad pública que no aceptamos", destaca el portavoz del Consejo de Estudiantes de la Pablo de Olavide, Raúl Moreno.
En la misma línea se reivindica, Carlos González, miembro del Consejo de Alumnos de la Hispalense (CADUS), que rechaza el impulso de lo privado en la Educación. "Queremos que los políticos y la ciudadanía general se entere que la Universidad es pública y es para todos. Por eso traemos las clases a la calle como símbolo de que la Universidad es de la calle", subraya.
Aunque la iniciativa destaca por su originalidad, es la segunda vez que los universitarios sevillanos la ponen en marcha. En la anterior ocasión participaron hasta 600 personas.
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