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Sevilla recibe al año 2 millones de toneladas de gases contaminantes

Cambio climático: los efectos del tráfico

La dependencia del coche genera una “catastrófica” situación medioambiental en la capital y el área metropolitana, denuncia A Contramano, entidad que lidera el físico Ricardo Marqués

Un automóvil medio consume al año más de una tonelada de petróleo

Tráfico en la salida de la capital de Sevilla en dirección al Aljarafe. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/A raíz de las manifestaciones estudiantiles celebradas en todo el mundo para reclamar medidas eficaces que frenen el calentamiento global, la asociación A Contramano, que trabaja por una movilidad urbana sostenible, ha alertado de la situación medioambiental de Sevilla y su área metropolitana por la excesiva dependencia del vehículo privado alimentado con gasolina o gasoil que aún existe en territorio.

La entidad expone que un automóvil medio, usado diariamente para la movilidad cotidiana, consume al año más de una tonelada de petróleo y emite, en consecuencia, más de 3 toneladas de gases de efecto invernadero al año. “Por tanto, eliminar la dependencia del automóvil privado en la movilidad cotidiana es la mejor política (y casi la única eficaz) para paliar el impacto de la movilidad en el cambio climático”.

La asociación que dirige el físico Ricardo Marqués denuncia que esa dependencia del coche es altísima en los desplazamientos entre la corona metropolitana y el municipio de Sevilla, puesto que se aproxima al 90%. Si analizamos los desplazamientos en el conjunto del área metropolitana de Sevilla (la suma de la corona y la capital) la dependencia del vehículo privado contaminante supera ya el 50%; y en la corona metropolitana, donde viven tantas personas como en el municipio de Sevilla, supera el 60%.

"Eliminar la dependencia del automóvil privado en la movilidad cotidiana es la mejor política (y casi la única eficaz) para paliar el impacto de la movilidad en el cambio climático”

Ante estos datos, la asociación asegura que “esta situación solo puede calificarse de catastrófica desde el punto de vista medioambiental y supone, por si sola, la emisión anual de más de 2 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en el conjunto del Área Metropolitana de Sevilla”.

A la pregunta de qué han hecho las administraciones públicas para paliar esta situación y ayudar a las personas que viven en Sevilla a abandonar el automóvil privado como principal modo de transporte, la respuesta es que muy poco: únicamente hubo medidas de cierto calado en el mandato de Monteseirín, nada en el de Zoido, y “pocas y tímidas” en el de Espadas.

Ricardo Marqués. / Juan Carlos Vázquez

Por eso A Contramano concluye que “mientras se mantenga esta orientación de las políticas de movilidad va a ser imposible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ligadas a la movilidad. Al contrario, es evidente que van a crecer”.

“Mientras se mantenga esta orientación de las políticas de movilidad va a ser imposible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ligadas a la movilidad. Al contrario, es evidente que van a crecer”.

Expone que en los ocho últimos años del mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde (en un gobierno de coalición PSOE-IU) se llevaron a cabo algunas actuaciones para paliar esta dependencia del automóvil privado, como las peatonalizaciones de importantes áreas de nuestra ciudad, o la red de carriles-bici (que por sí sola supuso una reducción de emisiones de 8.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año) o la línea 1 del Metro y el tranvía.

Un automóvil medio consume al año más de una tonelada de petróleo

Poco después se anunciaban, desde la Junta de Andalucía, iniciativas para extender este modelo al resto de Andalucía, como el Plan Andaluz de la Bicicleta.

“A partir de ahí el desierto. Nada se avanzó en el fomento de la movilidad sostenible en la época de Zoido como alcalde. Su sucesor, Juan Espadas, apenas ha realizado actuaciones. Las micro-peatonalizaciones anunciadas además de “micro” han sido pocas y tímidas”.

La asociación critica que Espadas ni siquiera ha cumplido sus planes en materia de bicicleta. “En el fomento de la bicicleta se anunció y se aprobó un Programa de la Bicicleta en el horizonte de 2020, del que apenas se ha ejecutado una mínima parte –estamos en 2019–, al mismo tiempo que se plantea la desaparición de vías ciclistas consolidadas, como el carril-bici de la Avenida de la Cruz Roja”.

Buses rápidos e intermodalidad en los transportes públicos

Y en cuanto al transporte público, censura que “la apuesta estrella sigue siendo (como con Rojas Marcos y Soledad Becerril) una improbable red de Metro cuyo ámbito sigue siendo el municipio de Sevilla, es decir que ni siquiera roza el núcleo del problema: la dependencia del automóvil en los desplazamientos en la corona metropolitana y entre esta y el municipio de Sevilla. En la corona metropolitana la apuesta sigue siendo por autovías y mas autovías (SE-40, autovía Alcalá - Dos Hermanas, etc...)”.

A nivel metropolitano, el ámbito de gobierno de la Consejería de Fomento de la Junta, A Contramano se queja de que no haya autobuses de tránsito rápido ni una verdadera intermodalidad de los transportes públicos. “Actuaciones previstas como el Plan Andaluz de la Bicicleta no se están ejecutando. Y propuestas que podrían contribuir de un modo eficaz y realista a la reducción de emisiones a corto plazo, como una red de carriles-bus urbanos de densidad y diseño similar a la de carriles-bici, o una red de BRT (Buss de Trásnsito Rápido) a escala metropolitana, o el fomento de la intemodalidad bicicleta-transporte público no se tienen en cuenta”.

Marqués recalca que las movilizaciones juveniles en el mundo y en Sevilla han puesto sobre el tapete la necesidad de elaborar planes concretos a escala local para paliar las emisiones de gases de efecto invernadero en las ciudades. Como decía uno de los eslóganes mas coreados en las manifestaciones, debemos “cambiar el sistema, no el clima”.

Y señala “ante esta situación solo cabe esperar que el debate acerca de la sostenibilidad del actual modelo de movilidad se convierta en tema central de la próxima campaña electoral a nivel local y que, por fin, nuestros políticos decidan optar por cambiar el modelo no el clima”.

La paradoja: Espadas preside la Red de Ciudades por el Clima

En Sevilla la gran paradoja es que no hay políticas decididas que frenen la emisión de esos dos millones de toneladas al año de gases de efecto invernadero que sufrimos, ni por parte de la Junta ni por parte del Ayuntamiento, aun cuando el alcalde Juan Espadas es el presidente de la Red de Ciudadades por el Clima.

Entre estos gases, el dióxido de carbono (CO2) es el que más contribuye al problema del cambio climático, por sus efectos y cantidades emitidas. El transporte, especialmente el tráfico rodado, es el segundo agente que más emisiones de este gas genera (el primero es la producción de energía eléctrica).

Se echa en falta medidas que avancen en la promoción de la movilidad sostenible y logre reducir la dependencia del vehículo privado.

En los últimos meses la capital no ha dejado de acoger eventos internacionales sobre cambio climático de variada naturaleza: la 22ª reunión del Taller del Consejo de Europa para la implementación del Convenio Europeo del Paisaje y Congreso Internacional Agua, paisaje y ciudadanía ante el Cambio Global; la jornada Oportunidades de la Movilidad Eléctrica en los Ayuntamiento Españoles; el proyecto Horizonte Sevilla Inteligente; y en encuentro de Naciones Unidas en el que Sevilla se comprometió al Desarrollo Urbano Sostenible, entre otros.

Pero son declaraciones de intenciones mientras la realidad es que la ciudad sigue igual.

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