Calma tensa en el día 1 de una nueva era para los taxistas en el aeropuerto de Sevilla

Una jornada "histórica" en San Pablo

Dos patrullas de la Policía Local controlan el Palenque, donde los profesionales aguardan antes de recoger a los pasajeros, en la jornada inaugural del nuevo sistema de turnos rotatorios

Varios conductores denuncian que Solidaridad mantiene su táctica de "amedrentamiento" y aseguran que ya ha habido amenazas directas a pesar de la presencia policial

El juez prohíbe acercarse a menos de 500 metros del aeropuerto a los ocho taxistas detenidos por la 'mafia del taxi'

El primer día del nuevo turno rotatorio de taxis en el aeropuerto de Sevilla
El primer día del nuevo turno rotatorio de taxis en el aeropuerto de Sevilla / José Luis Montero

“Se hace rara esta tranquilidad”. Estas cuatro palabras, pronunciadas ayer por un taxista en el Palenque junto al aeropuerto de Sevilla, resumen a la perfección la transición entre el conflicto que durante veinticinco han vivido muchos profesionales que intentaban cubrir el servicio en San Pablo y el futuro que, en teoría, acaba de comenzar. El Palenque es la zona donde esperan antes de incorporarse al túnel de Llegadas para recoger a los pasajeros que acaban de aterrizar y quieren llegar a la ciudad. Ambas superficies han estado monopolizadas hasta hace unas semanas por Solidaridad, la asociación ahora bajo la lupa judicial y policial, hasta el punto de que sus miembros llegaron a montar en el primero de los espacios una especie de gimnasio y un futbolín sólo para ellos. Antes, en esa gran explanada techada y en el túnel de Llegadas era imposible o casi imposible que taxistas ajenos a Solidaridad consiguiesen un hueco para trabajar. Todo cambió hace unas semanas, cuando la cúpula y varios miembros de la asociación fueron detenidos. Y ayer empezó el sistema de turnos rotatorios establecido por el Ayuntamiento. Que los tiempos han cambiado quedó reflejado en la absoluta normalidad que hubo en la recogida de viajeros, pero la ansiada tranquilidad no fue total: varios profesionales denunciaron nuevas tácticas de “amedrentamiento” y amenazas por parte de la conocida como ‘mafia del taxi’.

Dos patrullas de la Policía Local (cuatro agentes en total) controlaron desde primerísima hora de la mañana el famoso Palenque. En el primer turno de este nuevo tiempo, que empezó a las seis de la madrugada y finalizó este domingo a la misma hora, podían ir a trabajar los coches con las letras B y D, unos 800 en total. Como es normal en un colectivo tan grande, entre ellos también había taxistas de Solidaridad: unos 120 tenían derecho a estar allí. “No todos siguen las prácticas del núcleo duro, también hay mucha gente honrada y legal”, decía otro compañero.

Aunque la honradez sea la norma general, más de uno y más de dos taxistas de otras asociaciones ya denuncian que componentes de Solidaridad no cejan en sus “tácticas de amedrentamiento” y que en el mismo Palenque, a apenas unos metros de los policías locales, se produjeron nuevas amenazas ayer mismo. No hubo intervención de la autoridad, sin embargo, pero nadie es capaz de pronosticar qué ocurrirá cuando su presencia no sea tan continua como ahora. “No sabemos por dónde va a salir esto”, dudaban.

Un policía local atiende a unos pasajeros recién aterrizados en el túnel exterior de Llegadas.
Un policía local atiende a unos pasajeros recién aterrizados en el túnel exterior de Llegadas. / José Luis Montero

Es más, al mediodía ni siquiera había presencia de la Policía Nacional en el túnel de recogida de pasajeros (sólo una tercera pareja de la Policía Local), aunque en honor a la verdad sí ha habido un furgón blindado desde que hace unas semanas empezaron las detenciones y se precipitó el final del monopolio de Solidaridad. “Ahora nos sentimos respaldados”, asegura otro taxista. Los municipales estuvieron recibiendo durante toda la mañana el agradecimiento de cuantos taxistas pasaban a su lado (no eran de Solidaridad, obviamente), pero las buenas palabras también se extienden a los políticos: “Han sido años de permisividad, pero se ha dado la suerte de que ha habido un giro político tras las últimas elecciones que ha coincidido con la investigación policial y judicial”, apuntaba otro conductor.

"Un día grande, histórico"

“Es un día grande, histórico. Estamos perdiendo dinero pero había que estar aquí”, comentaba otro taxista al que un compañero le daba la razón por ser temporada baja. “Ahora mismo no es rentable subir aquí, pero hay que hacer fuerza para que esto no vuelva atrás y se afiance la parada libre. No podemos dejar pasar esta oportunidad”, apostillaba.

“Lo que pasaba aquí era anacrónico. Es inaudito que el aeropuerto haya estado secuestrado”, lamentaba un nuevo taxista ya en el túnel de Llegadas, donde durante años imperó la ley de Solidaridad, que no es lo mismo que la ley de la solidaridad aunque lo parezca. “A mí han llegado a quitarme el cliente cuando ya estaba dentro del vehículo mientras me amenazaban con una navaja”, recordaba otro profesional.

Este disparate de “extorsiones, insultos, amenazas y destrozos en los coches o en viviendas particulares” persistió incluso cuando la Policía y la Justicia ya habían cercado a Solidaridad. “Esta zona ha sido un maltrato psicológico continuo desde el primer auto del juez. Un martirio”, indicaba otro taxista que aceptó atender a este periódico. “Llegaron a poner rezos árabes en los altavoces del Palenque para intimidarnos”, contaba otro. Por eso la mayoría de damnificados coincidía en llamarlos “una mafia”.

stats