Cacerolada en el Colegio Valdés Leal de Sevilla por la segunda paralización de las obras del comedor

Las familias del CEIP Valdés Leal, un colegio de Sevilla situado en el entorno de la Carretera de Carmona, se han concentrado con una cacerolada en la puerta del centro para denunciar la segunda paralización de la construcción del edificio que albergará el comedor escolar, cuyo servicio se presta desde 2012 en aulas prefabricadas (caracolas). Las más de 200 personas congregadas exigen a la Junta de Andalucía la reanudación inmediata de los trabajos.

La Asociación de Madres y Padres (AMPA) del CEIP Valdés Leal, junto a la plataforma de familias afectadas por el comedor, denuncian que se vuelva a paralizar este proyecto que llevan esperando más de 17 años y que no se garantice su finalización en 2024, como había prometido la consejería que dirige Patricia del Pozo.

Los padres lamentan que la situación de las instalaciones donde están dando el servicio en el centro es insostenible, ya que se trata de unas caracolas de chapa totalmente deterioradas y en las que ni siquiera cuentan con baños a causa de la nueva obra.

Las familias se han concentrado en la puerta del colegio para exigir a la Junta de Andalucía una tramitación urgente que garantice la finalización de la obra a lo largo de este año.

Una obra de 386.000 euros

Las obras del nuevo comedor se iniciaron en octubre de 2023 por parte de la empresa M2JC Infraestructuras S.L, con un presupuesto de 386.200 euros. La consejera de Educación, Patricia del Pozo, y el alcalde de Sevilla, Jose Luis Sanz, visitaron la zona donde irían ubicadas las instalaciones y prometieron que el nuevo comedor estaría terminado a comienzos de 2024.

En abril de este año la obra ha sido paralizada a causa de la quiebra de la empresa adjudicataria, según ha informa al colegio la Agencia Pública Andaluza de Educación. Se trata de la segunda quiebra consecutiva de las empresas adjudicatarias del proyecto.

La historia del edificio para el comedor escolar del Valdés Leal se remonta a 2007, cuando se reclamó este servicio. En 2012, el Ayuntamiento instaló unos módulos prefabricados que deberían albergar tal función durante los dos años que tardaría la construcción de la sede definitiva. Las familias recuerdan que se trata de unas caracolas de chapa, con capacidad para 70 personas, que en 2024 aún siguen siendo las únicas instalaciones disponibles para que coman a diario más de 270 niños.

"Unas instalaciones que están totalmente deterioradas tras 13 años de cursos escolares, por lo que se encuentran en un estado totalmente insostenible", refiere el AMPA, que incide en que "a causa de la nueva obra, han quedado inutilizados los baños, por lo que los menores tienen que recorrer más de 80 metros para usar los del edificio del colegio".

Ya se paralizó en 2020

La Delegación de Educación comunicó oficialmente al centro la construcción del nuevo edificio en 2017. En 2019 la obra se adjudicó a una constructora. En enero de 2020 se anunció el inicio de los trabajos con las mediciones del terreno. Tan solo un mes después, en febrero de 2020, la adjudicataria se declaró en quiebra y renunció a continuar con el proyecto. Comenzó entonces un proceso de reclamaciones por parte de la dirección del centro y de las familias, que culminó con una nueva adjudicación el 28 de julio de 2023. Sólo seis meses después del inicio de los trabajos, la obra se ha vuelto a paralizar con un 20% de ejecución, a causa de la quiebra de la segunda adjudicataria.

Las familias advierten que en estos momentos el CEIP Valdés Leal cuenta con una gran construcción a medio finalizar en el patio de centro, sin conocimiento de cuándo y cómo podrá reanudarse la obra para su finalización. "Los alumnos del colegio continúan comiendo en unas casetas prefabricadas totalmente deterioradas, en las que se calan los techos en días de lluvias y se alcanzan temperaturas insoportables en verano. Una realidad vergonzosa que no puede prolongarse ni un día más", lamentan la AMPA.

Por tales motivos, se insta a la Consejería de Educación a dar "una respuesta inminente" a esta situación, que suponga reanudar las obras y finalizarlas antes de que concluya el 2024. Exigencia expresada en la cacerolada organizada este lunes por la tarde en la puerta del colegio, donde se ha colocado una nueva pancarta exigiendo un proyecto con 17 años de demora.