La botellona de jóvenes se desmadra en Parque del Guadaíra y Palmas Altas
Distrito Bellavista-La Palmera
Heliópolis denuncia la presencia de más de 200 menores en el parque y ruega un dispositivo policial eficaz
El aparcamiento en superficie junto a Lagoh ha atraído este fin de semana a 500 jóvenes y 150 coches
Por sorprendente que parezca, una media de 200 a 300 jóvenes, menores en su mayor parte, llevan buena parte del verano, sobre todo desde el inicio de septiembre, reuniéndose cada noche sin mascarilla, sin guardar la distancia de seguridad, con bolsas para hacer botellón y con altavoces de música en el Parque del Guadaíra más cercano a Heliópolis, concretamente en la zona verde elevada de la calle Perú y en el colegio Corpus Christi.
Proceden de varias zonas de la ciudad atraídos por esta tranquila y esplendorosa zona verde. Y hay noches que se han registrado verdaderas peleas.
Este grave problema de salud y de convivencia que incumple varias leyes y que ninguna autoridad soluciona, pese a las denuncias vecinales, se ha extendido este fin de semana al entorno del centro comercial Lagoh. Ahí la edad de los concentrados es superior y en este caso llegan con coches. La zona elegida es el aparcamiento en superficie de Palmas Altas que se habilitó junto al centro comercial, donde la Policía Local contabilizó este fin de semana hasta 500 personas en 150 vehículos, muchos de ellos con el capó abierto para consumir bebidas en grupos con los amigos. Lo más probable es que la dirección del centro comercial tenga que tomar cartas en el asunto.
En Heliópolis las tres asociaciones de vecinos están cansadas de denunciar en las redes sociales y por teléfono a la Policía lo que sucede cada noche en el Parque del Guadaíra. Foro Heliópolis, Los Andes y Parque Vivo del Guadaíra han acudido y llamado a todas las instancias con pocos resultados.
El problema es que la Policía Local acude durante pocos minutos y, o bien está el tiempo justo, como algo testimonial, para que los congregados se dispersen y vuelvan en cuanto se han ido, o bien impone unas pocas multas (si no llevan mascarilla, si hacen botellón y si se reúnen más de las personas permitidas) que no tienen efecto disuasorio.
Otro problema añadido es la basura que queda en la zona verde y el vandalismo que algunos de estos jóvenes provoca al abandonar el botellón, ya que van rompiendo a su paso los espejos retrovisores de los coches del barrio.
“El sentimiento de los vecinos es que cada vez la situación empeora más y más. Nos cuesta mucho trabajo entender por qué teniendo normativas suficientes para actuar no se hace nada. La solución tiene que venir de las tres administraciones. No sólo de la Policía Local, sino de la Autonómica y la Nacional”, afirman Teresa Florido e Isabel Rodríguez, presidenta y vicepresidente, respectivamente, de la asociación de vecinos Foro Heliópolis.
Teniendo en cuenta que estas reuniones nocturnas suelen empezar a las 21:00 y terminar sobre las 00:00 horas, los residentes señalan que la mejor solución sería enviar una buena dotación de Policía que acuda tres o cuatro veces por la noche (pero que los agentes no se queden dentro del coche) y, sobre todo, que multe con más intensidad para que la acción sea efectiva.
Los vecinos lamentan que tenga que darse el coma etílico de algunos de estos jóvenes para que la Policía intervenga con más contundencia.
Este fin de semana, la Policía Local también intervino en la calle Radio Sevilla, Parque de Miraflores y Alameda, donde desalojó a personas concentradas, así como en la explanada de Alfredo Kraus, junto al Metro, donde desalojó a unas 200 personas que se congregaban.
Lo que sucede en Sevilla lo estamos viendo cada semana en otras capitales del país, ya sea Bilbao, Barcelona, Madrid.... Es un comportamiento de los jóvenes que se repite en otros terriorios a pesar de la reiterada prohibición de la botellona y a pesar de la delicada situación sanitaria que vivimos por la pandemia del Covid-19.
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