El borrado de Europa
Aunque debiera sorprendernos, en una sociedad potencia del progreso como lo es Europa, ya no es impensable que haya países que retrocedan quebrantando los derechos fundamentales de las personas más vulnerables. Alemania, una de las principales potencias europeas, ha aprobado un proyecto de ley que rebaja la pena de la pedofilia, es decir, se rebaja la pena y la clasificación del tipo de delito a una escala inferior para aquellas personas que no solo almacenen, sino que distribuyan contenido pornográfico de menores.
Estas propuestas inmorales, indecentes y dañinas a la enésima potencia, son cada vez más frecuentes en Europa porque parece que una nueva generación políticos progresistas, procuran estar más comprometidos con el que delinque que con la sociedad con la que tienen la obligación de garantizar su seguridad y cuidado. Este efecto de bomba nuclear para las víctimas inocentes también salpica a nuestro país en un sentido parecido.
En España tenemos el precedente de la Ley del “solo sí es sí”, pues el gobierno progresista, en su desesperada lucha -ironía claro- contra la violencia a la mujer, cambia la legislación en pro de los violadores y agresores sexuales. Parece que el gobierno izquierdista de Alemania, ha aplicado también la misma lógica que sus homólogos españoles.
Lo más grave es que se justifica la rebaja porque la mayoría de individuos que portaban y distribuían este tipo de contenido más que obsceno, eran jóvenes. Se justifica y blanquea la pedofilia y la pederastia por considerarse “un impulso típico de la etapa de desarrollo de la adolescencia”.
Nos encontramos ante una especie de “borrado de Europa” en materia de moralidad y defensa de los derechos humanos. El mundo occidental ha de destacarse también por ser ejemplo de civismo y modernidad, pero la realidad es que se visualiza una sociedad donde un supuesto progresismo acaba convirtiéndose en retroceso.
Afortunadamente, este domingo hemos visto como Europa ha reaccionado ante el rumbo destinado al fracaso social de la izquierda. Puede que este último asalto a la política interna de Alemania haya desbancado al Partido Socialdemócrata situándolo en un tercer puesto por detrás de los partidos de derechas.
La diferencia con España es que, mientras las ocurrencias indeseables del progresismo alemán han sido castigadas en las elecciones al Parlamento Europeo, aquí en España todo se perdona si eres la alternativa a la derecha. Delincuente sí, pero no facha.