El barrio portuario de Sevilla contempla suelos para centros de salud y educativos
Nuevo barrio en el muelle de Tablada
Urbanismo rechaza todas las alegaciones y autoriza hoy la modificación del PGOU para relanzar el proyecto
Toldos a tres metros y medio de altura y jabalcones clásicos en el Paseo Marqués de Contadero
El proyecto para levantar un barrio portuario en la ciudad vuelve a la palestra más de un año después. La necesaria modificación parcial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) saldrá hoy adelante en la comisión de Urbanismo. Tras el paso por la sesión plenaria de la semana que viene, deberá recibir luego el visto bueno de la Junta de Andalucía antes de salir a subasta estos terrenos de la Autoridad Portuaria. El documento final incluye algunas novedades, como la reserva de suelo para centros de salud y deportivos. Los técnicos no han tenido en cuenta ninguna de las cinco alegaciones presentadas.
En la nueva ficha de desarrollo prevista en la modificación se contempla 12.980 metros cuadrados de equipamiento educativo y 1.670 metros cuadrados para equipamiento de Servicios de Interés Público y Social (SIPS). Igualmente se incluyen 18.000 metros cuadrados de espacios libres que se distribuirán a lo largo de todo el distrito portuario. En el texto se recoge que la Autoridad Portuaria deberá abonar casi 2,2 millones a la Gerencia por lo conocido como carga urbanística.
Entre las alegaciones rechazadas, destaca la formulada por la asociación Palmera Agenda 2029. Los técnicos no han estimado su petición para alejar las nuevas viviendas que se levanten de las ya existentes. Respecto a que el documento definitivo no analiza la incidencia del proyecto sobre la movilidad y que no cuenta con estudio de tráfico, el servicio de planeamiento y desarrollo urbanístico indica que “no se prevé ningún uso a desarrollar que pueda afectar a la movilidad actual del ámbito, por lo que no es innecesario un estudio de movilidad”.
El diseño del barrio portuario incluye la reutilización del puente de Hierro como parte de un teatro, un hotel con un máximo de diez plantas y un aparcamiento en altura con capacidad para 1.400 vehículos. El espacio contará con 700 viviendas (de las que 226 serán de protección oficial), zonas verdes y espacios para servicios avanzados. El proyecto respeta los edificios de las antiguas naves de la Exposición Iberoamericana de 1929.
La idea es conseguir la integración definitiva entre el Puerto y la ciudad (ya avanzada con la modificación del planeamiento para los suelos de la cabecera Oeste del Batán) y abrir el campus universitario de Reina Mercedes a la avenida de las Razas, algo que no se ha conseguido realizar en la última década y media tal y como preveía el plan general de 2006. En concreto, el master plan (diseño concreto del proyecto) elaborado por la UTE que componen el estudio de arquitectura Eddea y la consultora inmobiliaria CBRE, transforma una superficie de 40 hectáreas situadas entre los puentes de las Delicias y del Centenario que se articula en torno a un sistema de espacios libres, equipamientos y actividades económicas y usos residenciales.
Más de la mitad del área está dedicada a espacios libres organizados en torno al Parque del Puerto, desde donde irradian los demás espacios naturales; la Vía Verde, un parque lineal que vertebra el distrito en paralelo a la avenida del Guadalhorce y aprovecha el trazado ferroviario del Puerto; y el Puente Verde, que establece una conexión entre el Parque del Guadaíra y el nuevo distrito. El Muelle de Tablada compatibilizará su principal uso portuario para el atraque de cruceros con un paseo marítimo-fluvial (el Cantil) que conservará la identidad portuaria del ámbito. En paralelo, trascurrirá la Galería de los Tinglados, un recorrido cubierto que permitirá al peatón atravesar la zona bajo la sombra que proyectan los actuales almacenes.
En el extremo Norte junto al puente de las Delicias, la puerta de entrada al muelle será La Bocana, desde la que el ciudadano podrá asomarse a la lámina de agua desde el muelle de Honor. Hacia el Sur y junto al Puente del Centenario, el nuevo espacio habilitará el muelle de Heliópolis para aproximar los barrios más cercanos (Heliópolis y Bermejales) a la lámina de agua. En la zona residencial, el documento planifica la plaza de la Exposición como punto de entrada desde Reina Mercedes al distrito urbano-portuario. El sistema de espacios libres presenta la dársena como “una oportunidad para enlazar los grandes espacios verdes de la ciudad”.
Respecto a los equipamientos, los usos portuarios se mantendrán en la nueva terminal de cruceros. En el documento se argumenta que será el principal foco de la actividad portuaria de la zona y estará ubicada en el tercer tinglado, junto al Cantil. El moderno edificio albergará también el Port Center, un nuevo escenario que sirve de interfaz lúdica entre el ciudadano, el Puerto y Sevilla con el objetivo de acercar la actividad portuaria, logística e industrial, además de acoger visitas y exposiciones.
Los equipamientos culturales serán el Teatro del Puente y la Casa Azul. En cuanto a las actividades económicas, se centrarán en las naves y tinglados del Puerto. Estos elementos mantendrán la esencia portuaria y podrán desarrollar actividades vinculadas al retail, industria ligera (makers) y espacios de trabajo (working places y coworking). En el extremo Sur del distrito, se reservará un ámbito para el desarrollo de una zona de negocios.
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