Un bar de música latina siembra la discordia en Los Remedios
El derecho al descanso
Los vecinos llevan diez años denunciando en el Ayuntamiento las irregularidades del negocio
Las peleas y el ruido son constantes a altas horas de la madrugada
Se han llegado a registrar 48 decibelios en los dormitorios por la falta de limitador de sonido del local
Jesús del Gran Poder: una calle con orines de botellón
Desde hace diez años los vecinos de la calle Virgen del Refugio, en Los Remedios, viven un auténtico infierno cuando llega el fin de semana. En concreto, los que residen en los bloques cercanos al número 6 de esta vía, donde un local situado en los bajos comerciales se ha convertido en motivo de discordia por las molestias que genera y que impiden descansar durante la noche.
El negocio ha ido pasando de un dueño a otro en esta década. Antes se llamaba Rumores y ahora recibe el nombre de Flow Latino. Está dedicado a la música latina, motivo por el cual congrega a un buen número de clientes las noches de los fines de semana. A lo largo de estos años ha acumulado reiteradas denuncias -a las que ha tenido acceso este periódico- sin que la actividad haya cesado, lo que provoca la desesperación de los vecinos.
Muchas de estas denuncias son de particulares y otras de comunidades de vecinos, como la que defiende la abogada Patricia Cebolla, quien representa los derechos e intereses de los propietarios de Santa Fe,13. Esta letrada explica que el referido negocio cuenta con una licencia de la década de los 90, que ha ido pasando de un dueño a otro sin que se hayan modificado las instalaciones ni adaptado a las condiciones que requiere un establecimiento de ocio nocturno.
Este hecho provoca que, por ejemplo, el local carezca de limitador de sonido y que en una medición que se realizó en el dormitorio de una vivienda situada encima del pub se alcanzaran los 48 decibelios, cuando lo máximo permitido a partir de las 22:00 son 30.
Pero el ruido no es la única molestia que genera este bar de música latina, ya que en su entorno más inmediato se producen peleas de los clientes que los vecinos han grabado. Altercados que han provocado numerosas llamadas a la Policía. "Los agentes locales rara vez han aparecido. La que suele acudir es la Nacional, por tener la comisaría cerca", detalla una residente que sufre cada fin de semana estos estragos.
A las peleas se suman los clientes que beben fuera del local, con la "connivencia" del personal de seguridad del bar, la música de los coches que aparcan cerca y hasta el consumo de estupefacientes. Los vecinos aseguran que el establecimiento acumula varias órdenes de cierre que "incumple". "Este fin de semana debe permanecer cerrado", asegura la abogada, que abunda en que el bar de música se lleva abierto muchos días hasta las 6:00, cuando tiene de hora límite las 4:00.
La ley de propiedad horizontal
Por estos motivos, se va a aportar todo el material gráfico y los vídeos de las peleas para que se abra un expediente y en la Gerencia de Urbanismo se le retire la licencia. También acudirán a los juzgados, por la vía civil, para reclamar una acción de cesación de actividades molestas , posibilidad que contempla la ley de propiedad horizontal que asiste a los vecinos.
Tales hechos se dan a conocer después de que este periódico se hiciera eco de las molestias que soportan muchas noches los vecinos de la calle Jesús del Gran Poder, entre otros motivos, por un negocio de ocio nocturno que hay en esta vía del Casco Antiguo y en cuyas inmediaciones los clientes beben y hablan a voces a altas horas de la madrugada.
"La Policía sabe que el local es tranquilo", asegura la dueña
Este periódico se ha puesto en contacto con la dueña de Flow Latino para conocer su versión de los hechos. Lo primero que niega es que el negocio permanezca abierto hasta el alba. "La licencia me permite mantener la actividad todos los días hasta las 3:30 y los viernes y sábados, hasta las 4:30", defienda esta hostelera, que añade que "yo cumplo con el horario establecido, otra cosa es lo que hacían los anteriores propietarios, que cerraban a las 7:00".
En cuanto a las peleas que se originan fuera del local, puntualiza que los últimos meses sólo se ha producido una y fue provocada por una persona a la que el portero le negó el acceso por los síntomas de embriaguez que presentaba. Mantiene que cada vez que se origina una "trifulca" avisa a la Policía, aunque es conocedora de que la mayoría de las veces son los vecinos los que la llaman "sin motivo". "Aquí han venido agentes de la secreta y se han ido sin cerrar nada al comprobar que el ambiente que hay dentro del bar es totalmente tranquilo, no entiendo las quejas de los vecinos", lamenta.
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