La banda del Polaco perpetró el asalto al centro comercial Lagoh
Uno de los detenidos por el alunizaje es Alberto José E. S., el Polaco, de 31 años, formado desde muy joven en la cantera de atracadores de Los Pajaritos
Dijo a los policías que lo arrestaron que adelantaron el robo porque había una banda de Madrid interesada en asaltar el recinto
La banda del Polaco fue la responsable del asalto al centro comercial Lagoh. El Polaco es Alberto José E. S., de 31 años, uno de los delincuentes de Los Pajaritos que se formó con los atracadores de la famosa Banda del Demonio. Fue detenido el pasado martes, cuando trataba de huir en un BMW robado tras cometer un alunizaje contra la tienda de Media Markt del recién inaugurado recinto comercial. Junto a él fue arrestado José Miguel J. R., de 26 años y vecino de Mairena del Alcor.
Una vez detenido, confesó a la Policía que habían cometido el intento de robo porque sabían que tenían competencia. Ya había otra banda llegada de Madrid interesada en perpetrar un alunizaje en Lagoh. "Si no lo hacíamos nosotros ya, lo harían ellos", dijo. El asalto se cometió sólo cuatro días después de la inauguración del centro comercial.
El Polaco acumula numerosas detenciones y ha pasado varios años en prisión. Es bastante conocido en Los Pajaritos, donde a algunos de sus allegados se les relaciona con el tráfico de drogas. Los Pajaritos es un barrio que ha sido la principal cantera de atracadores de Sevilla en las últimas décadas. Alberto José E. S. tuvo como maestros a varios miembros de la Banda del Demonio.
Este fue un grupo muy activo de atracadores que desvalijó decenas de comercios de toda Sevilla a principios de la década pasada. Muchos de ellos eran menores de edad, todos vecinos de Los Pajaritos y siempre actuaban de manera violenta. Utilizaban armas de fuego y actuaban siempre en grupos compuestos por entre tres y cinco personas. La formación iba cambiando según el golpe, pero muchos de los integrantes eran fijos cada noche a la hora de cometer algún delito. Casi todo lo que ganaban se lo gastaban en drogas.
Liderados por Juan José V. G., que heredó el apodo del Demonio de su padre, un veterano atracador, los chicos de Los Pajaritos asaltaron a punta de pistola todo tipo de negocios. Algunos de sus golpes más famosos fueron el robo en el parque acuático llamado entonces Guadalpark, el asalto con escopetas al centro de reforma de menores de Carmona para liberar a algunos de sus miembros que cumplía condena en el interior o el atraco a un estanco de Amate en el que un guardia civil mató a tiros a uno de los atracadores.
Algunos de estos atracadores juveniles murieron en la calle, víctimas de sobredosis, o en prisión, mientras que otros evolucionaron hacia un tipo de delincuencia más organizada y hacia el tráfico de drogas, que ya comenzaba a ganar terreno en Los Pajaritos. Otro de los miembros destacados, Enrique R. G., el Peluca, mató a su novia con un bebé en brazos en diciembre de 2005 en su piso de la calle Mirlo.
El Polaco es unos años más joven que la mayoría de los miembros de la banda del Demonio, pero se formó con algunos de los componentes más destacados de la banda. Así, en marzo de 2007, cuando sólo tenía 18 años, fue detenido por el Grupo de Atracos de la Policía Nacional en Sevilla por cometer al menos cuatro robos con violencia, en los que fue reconocido por las víctimas.
Poco después, ese mismo año, volvería a ser arrestado por otros siete atracos con armas de fuego. Entre los robos que se le imputaron estaban uno cometido en una sucursal del BBVA en la calle Párroco Antonio Gómez Villalobos, en el Cerro del Águila; un supermercado de la cadena MAS en la calle Luis Alarcón de la Lastra; otro establecimiento de la misma firma en la calle Cataluña, en San Jerónimo; dos locutorios de las calles Ópalo y Dionisio Alcalá Galiano y una pizzería de la calle Victoria Kent, en la Macarena.
En esta misma operación fue detenido Sergio L. S., el Chato, que se relacionó con la Banda del Demonio desde que era menor de edad. Fue juzgado, aunque absuelto, por el atraco en el Guadalpark, y condenado por el atraco al estanco de Amate en el año 2002, en el que un guardia civil que estaba haciendo una inspección fiscal abatió a tiros a uno de los atracadores Marcos Ríos. Esta muerte provocó una serie de graves disturbios en Los Pajaritos, donde los vecinos se enfrentaron a la Policía durante varias noches y quemaron contenedores y vehículos en señal de protesta por la muerte del joven delincuente.
El Chato, cómplice del Polaco en estos siete atracos, era habitualmente el piloto de motos de la banda. Dotado de una habilidad especial para conducir estos vehículos, era siempre quien llevaba las motos a los atracos y quien huía habitualmente de la Policía. Era quien manejaba la moto en la que iba Marcos Ríos en el momento en que recibió el disparo del guardia civil.
Al Polaco se le considera un especialista en todo tipo de robos, desde los atracos a mano armada a las sirlas, como se denominan en el argot policial a los robos a punta de navaja. También tiene antecedentes por sustracción de vehículos. En los últimos tiempos, como muchos delincuentes, había evolucionado hacia los alunizajes, una modalidad menos peligrosa de obtener dinero que la del atraco a mano armada.
Alberto José E. S. formaba parte de la banda que asaltó el centro comercial Lagoh la madrugada del pasado martes. El grupo estaba compuesto por al menos tres vehículos, dos BMW y un Seat Ibiza, todos ellos robados. Una mujer que los había visto colocarse unos pasamontañas en una gasolinera llamó a la Policía Nacional para alertar de que había un grupo preparándose para cometer un robo por las inmediaciones.
Una patrulla de la Policía Nacional se cruzó con los tres coches cuando iban por la avenida de las Razas hacia el centro comercial a gran velocidad. Los agentes los siguieron y fueron testigos del alunizaje en el Media Markt, cuya cristalera fracturaron. Al notar la presencia policial se dieron a la fuga. Abandonaron el Seat Ibiza bajo el puente del Centenario y su ocupante se montó en uno de los dos BMW. Uno de estos vehículos se perdió por la SE-30 tras chocar contra un patrullero y herir a dos agentes, mientras que el otro continuó la fuga por la A-92.
El coche sufrió un accidente en el kilómetro 35 de esta carretera. Uno de los ocupantes logró huir campo a través en mitad de la noche, mientras que los otros dos, el Polaco y su cómplice, fueron detenidos.
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