Una persona se suicida cada 53 horas en Sevilla
salud
Los 160 suicidios del último año en la provincia duplican el número de muertes en accidentes de tráfico
Los hospitales activarán el primer plan andaluz para evitar suicidios
En 2022, 160 personas se quitaron la vida en Sevilla; una, aproximadamente, cada 53 horas. Los suicidios se consolidan como la primera causa de muerte violenta en la provincia y ya duplican a los accidentes de tráfico. La tendencia no es nueva. Se repite año tras año y se ha agudizado en los últimos tiempos coincidiendo con el estallido de la crisis sanitaria del Covid. Otra pandemia pero, en este caso, silenciosa, y que no se está sabiendo detener.
Así, atendiendo a la última estadística del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en su informe sobre defunciones por causas de muerte, los 160 suicidios de 2022 son el doble de las 79 vidas que se perdieron en la carretera. En 2021 fallecieron por suicidio 153 personas frente a 54 que perdieron la vida por accidente de tráfico. En 2020 fueron 163 y 53 y en 2019, 112 y 70, respectivamente. Pero hay más. Los casos de autolisis en la provincia de Sevilla doblaron el año pasado las muertes que causó el tumor de laringe o la insuficiencia respiratoria y son más del triple de los fallecimientos por melanoma en todo el año en Sevilla.
128 fueron hombres
Si los comparamos exclusivamente con las muertes por causas no naturales, los suicidios del último año son, además, más del doble que por ahogamiento, sumersión o sofocación accidentales (62) y casi 10 veces más que las causadas por envenenamiento accidental por psicofármacos y drogas de abuso. Las caídas accidentales, no obstante, también destacan con 153 en el último año, según los datos del INE.
De la misma forma, la estadística refleja que son más hombres que mujeres las personas que deciden acabar con su vida. De los 160 suicidios del último año en Sevilla, 128 fueron hombres.
Para responder a esta realidad, la Administración autonómica ha activado el primer plan andaluz para evitar suicidios, que va de 2023 a 2026, que fue publicado el pasado 3 de julio en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). Benedicto Crespo es el coordinador del Plan Integral de Salud Mental en Andalucía y reconoce que el suicidio es a día de hoy "un gran problema de salud pública".
Los expertos coinciden en la importancia de la prevención. Crespo aclara que en ello están involucradas, con diferentes medidas, las consejerías de Salud, Educación, Inclusión y Hacienda. Esta última porque también hay que articular los recursos para su desarrollo. Crespo apunta que así como con los accidentes de tráfico se tomaron medidas muy diversas que después de dos décadas han reducido la siniestralidad en las carreteras, también frente al suicidio hay que adoptar un abanico de accidentes para que baje la cifra de fallecidos.
Crespo explica que el suicidio tiene una entidad multifacética, "compleja en su génesis y en los mecanismos de actuación". Aclara que no hay una causa única ya que influyen componentes biológicos, genéticos, sociales, psicológicos y que cada suicidio es único. "Por lo tanto, las soluciones también son complejas" y difíciles de implementar. "El camino no es fácil, pero hay que actuar", insiste.
Por eso se pone en marcha el primer plan andaluz para atajar las conductas suicidas que contempla diferentes acciones. Entre ellas, la aplicación del Código Suicidio. Éste es un protocolo homogéneo para toda Andalucía que se activa cuando una persona que ya ha hecho con anterioridad una tentativa suicida contacta con el sistema sanitario. También incluye un mayor control en las horas inmediatas posteriores a un intento de suicidio, ya que son de máximo riesgo.
El plan contempla también la formación de profesionales del 061 para que cuando atiendan una llamada detecten una probable conducta suicida y se dé la respuesta asistencial adecuada. Crespo adelanta que en los próximos meses se van a contratar 106 profesionales para el área de Salud Mental en Andalucía que reforzarán la atención frente al suicidio.
Otra medida del plan consiste en la actualización de registros en tiempo real para conocer la magnitud del problema en cada momento y las zonas geográficas de mayor riesgo (En el caso de Málaga, la comarca de Antequera es una zona con altos indicadores de suicidio). Con este objetivo, habrá una mayor coordinación entre el Instituto de Medicina Legal (IML) y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a fin de que la información fluya de inmediato ya que en la actualidad llega con más de un año de retraso.
Además, de cara al próximo curso escolar, las consejerías de Desarrollo Educativo, Salud e Inclusión implementarán un protocolo para la prevención y detección precoz en las aulas, ya que el acoso escolar puede aumentar el riesgo de suicidio. En los centros de salud habrá enfermeras referentes que apoyarán a los docentes de cara a esos cometidos. También se desplegarán actuaciones hacia los supervivientes, sean familiares, amigos o vecinos. E incluso, hacia los medios de comunicación para que sepan cómo tratar este tema.
Medidas preventivas en el ámbito sanitario
El programa incluye medidas preventivas específicas para el personal de la sanidad pública respondiendo así a una "reivindicación histórica" como apunta desde CSIF Andalucía su vicepresidenta del Sector de Sanidad, Carmen Jiménez, para un colectivo que está "afectado por una especial sobrecarga psicológica, así como elevados niveles de estrés y síndrome de burnout". "Se trata, por tanto, de un personal que presenta mayor riesgo en materia de salud mental", apostilla Jiménez.
La central sindical insiste, no obstante, en que "continuará demandando un plan específico orientado a los profesionales de la sanidad pública andaluza".
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