El Ayuntamiento de Sevilla pagará el arreglo del mausoleo de Joselito el Gallo

Patrimonio

Los descendientes del torero firman un convenio con el Consistorio por el que traspasan la propiedad del monumento a la ciudad y renuevan la concesión sólo de los restos de su antepasado durante un periodo de 25 años

La cripta está en peligro de "hundimiento" y los familiares del diestro expresaron su deseo de "que sea la Administración local la que asuma los gastos de reparación del monumento" que hizo Mariano Benlliure en 1924

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La imponente escultura de Mariano Benlliure que corona el mausoleo de Joselito el Gallo en el cementerio de San Fernando.
La imponente escultura de Mariano Benlliure que corona el mausoleo de Joselito el Gallo en el cementerio de San Fernando. / D.S.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado el convenio firmado con María Dolores Sánchez Mejías González y otros descendientes del torero Joselito el Gallo para regular las condiciones que regirán la conservación del grupo escultórico funerario del diestro y la concesión a sus familiares, esta vez por un período de 25 años, de la unidad de enterramiento del panteón donde descansan sus restos, ubicado en el número 1 de la calle Fe Izquierda, en el cementerio de San Fernando. El punto más importante es que la ciudad hereda la propiedad del monumento de Mariano Benlliure, lo cual significa que también se hará cargo de su restauración y mantenimiento, ya que su estado es tan lamentable que existe “peligro de derrumbe”. La obra, facturada en 1924, acaba de cumplir cien años.

Así figura en el anexo al acuerdo alcanzado por las dos partes, que puso el punto final a las actuaciones administrativas emprendidas por la Delegación de Consumo, Salud, Cementerio y Protección Animal el pasado 15 de abril para suscribir un nuevo convenio después de que la concesión original, que databa de 1921, hubiese expirado en 2021 sin que existiera un documento legal que oficializase la caducidad de aquel primer pacto.

En virtud de ese “acuerdo de voluntades”, los familiares de José Gómez Ortega y el Ayuntamiento acuerdan en primer lugar “declarar la extinción de la concesión original”, que fue otorgada el 15 de abril de 1921 y que convirtió a los familiares del torero en propietarios de una parcela de 21,98 metros cuadrados para levantar allí un panteón familiar en el que se colocaría después un monumento en memoria de José Gómez Ortega. Esa concesión era por 90 años, así que en teoría terminó el 15 de abril de 2020, pero “no consta resolución municipal declaratoria de esta extinción”, según se apunta en el nuevo acuerdo.

Al resolverse por fin la antigua concesión, también se hace oficial “la entrega de la obra a la ciudad de Sevilla por deseo expreso de la familia”. A partir de este momento, el Ayuntamiento pasa a ser “responsable” de la obra y en consecuencia “iniciará las obras de reparación de la cripta por razones de interés público”, debido a que existe “peligro de derrumbe con graves consecuencias para la obra escultórica allí presente”. Las obras consistirán en “remodelar su interior para mejorar el espacio y sustento de la escultura”.

Los familiares de Joselito el Gallo, por su parte, “recibirán información de los proyectos para su conocimiento” y además “se les realizarán consultas técnicas respecto de los pormenores de la obra” porque inevitablemente afectarán al espacio existente en la actualidad, en el que también se encuentran los restos que quedan a su cargo. Porque el punto quinto del anexo establece que “paralelamente” a todo lo expuesto “se procederá a iniciar la renovación concesional a los familiares sobre la unidad de enterramiento” del diestro durante 25 años. La familia ya ha abonado las tasas correspondientes a ese periodo. 

Por expreso deseo de la familia de Joselito

“La nueva concesión sería exclusivamente sobre la unidad de enterramiento, que queda desvinculada del monumento” porque este, insiste el convenio, “pasará a formar parte del patrimonio del Ayuntamiento de Sevilla, tal y como desean los familiares”. Y el punto séptimo, por si no había quedado claro, establece claramente que los herederos de Joselito “no tendrán que hacerse cargo del mantenimiento de la obra del artista Benlliure”.

De hecho, así lo pidieron ellos mismos, según figura en el relato de antecedentes que expone el propio documento municipal:“Los descendientes de la familia han solicitado la renovación de la concesión y han expresado su deseo de entregar el monumento a la ciudad de Sevilla y que sea la propia Administración local, titular del cementerio, la que asuma los gastos de reparación del monumento de Benlliure y la cripta que lo sustenta”, cuenta.

Como colofón al acuerdo se admite la posibilidad de que el Ayuntamiento, durante el tiempo que duren las obras en la cripta, habilite el Jardín de los Poetas para que se depositen allí los restos existentes en el mausoleo de Joselito. “Este traslado lo gestionará el propio Ayuntamiento, sin coste para la familia”, especifica.

El documento aprobado por la Junta de Gobierno reconoce que “la ciudad de Sevilla no puede olvidar esta figura de la tauromaquia ni el valor cultural incalculable” de la obra del escultor valenciano. “Este monumento debe protegerse para seguir mostrándolo en todo su esplendor a la ciudadanía”, apunta. El Ayuntamiento también señala que “hay que reconocer a los familiares que en su época financiaran por sus propios medios y escogieran este cementerio para albergar tan magna obra y que, transcurridos los 99 años de periodo concesional, se hayan comprometido con Sevilla y todos los sevillanos poniendo a disposición de la ciudad la escultura, transmitiendo a nuestro patrimonio una joya monumental de alto valor histórico y ayudando a convertir la gran calle central del cementerio en un museo al aire libre presidido por el Cristo de las Mieles de Antonio Susillo”.

En peligro de "hundimiento"

En 2023, un informe de un arquitecto municipal alertaba de que las vigas que sostenían el grupo escultórico de Benlliure se encontraban en un estado tan malo que existía peligro de "hundimiento" para todo el monumento. La obra, encargada por Ignacio Sánchez Mejías (cuñado de Joselito) y los familiares del diestro fallecido al prestigioso escultor valenciano, fue acabada en 1924 y, tras pasar por el Museo de Bellas Artes, fue instalada en la tumba del torero, en el cementerio de San Fernando, en 1926.

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