El avión desbanca al aceite

La industria de Sevilla gana peso frente a la agricultura. En los primeros seis meses de 2017, las exportaciones de aeronaves y vehículos espaciales se han duplicado con respecto al mismo periodo de 2016. Se trata del principal producto exportado por Sevilla, por delante del aceite de oliva, que tradicionalmente ha liderado el comercio exterior de la provincia.

En el primer semestre del año, el sector de la aeronáutica facturó cerca de 1.135 millones de euros, un 96% más que en el mismo periodo del pasado año. Este sector supone el 33% del total del comercio exterior sevillano. Le sigue el aceite de oliva, con 704 millones de euros y un crecimiento del 22%. Sólo la suma las ventas de estos dos sectores equivalen a más de la mitad de todo el comercio exterior de Sevilla, según los últimos datos de Extenda-Agencia Andaluza de Promoción Exterior, entidad dependiente de la Consejería de Economía y Conocimiento.

En general, Sevilla es una de las provincias andaluzas que más crece, además de poseer un consolidado tejido empresarial. Desde 2010, ha ido batiendo año tras año su propio récord exportador hasta sumar un crecimiento del 60% entre 2010 y 2016, 23 puntos porcentuales por encima del crecimiento de Andalucía y 24 más que el de las ventas nacionales. De esto modo, se ha pasado de facturar 3.361 millones en 2010 a 5.379 millones el año pasado.

En este periodo de seis años, Sevilla ha saltado de la tercera a la segunda posición dentro del ranking de provincias exportadoras, gracias al impulso del aceite de oliva, por detrás de Cádiz y por delante de Huelva. Este incremento y escalada de posiciones en la clasificación andaluza de ventas al exterior se debe a que la factura exportadora de Sevilla no depende tanto del precio del petróleo como le ocurre a Cádiz y Huelva, históricamente las primeras provincias exportadoras.

El ejercicio de 2016 cerró con Sevilla en segunda posición y pisándole los talones a Cádiz (líder de la clasificación), con apenas 270 millones de diferencia entre las ventas, ya que el comercio de la provincia gaditana descendió un 7,6% y el de Sevilla aumentó un 4%, según el informe de Extenda. Esta pequeña diferencia ha hecho que en el primer semestre de 2017, Sevilla haya conseguido tocar la cima y alzarse como la primera provincia exportadora de Andalucía (algo que consiguió por primera vez en el primer semestre de 2016). Sus ventas suponen el 21,6% del total de Andalucía, por delante de Huelva y Cádiz, que cae hasta el tercer puesto. El incremento de las exportaciones sevillanas en el primer semestre del año fue del 22% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Además, la provincia presenta el mayor superávit de la región en este periodo, con 1.321 millones de euros y una tasa de cobertura del 162%, superior en 47 puntos a la tasa andaluza y 69 puntos por encima de la media nacional.

Sevilla muestra, también, un tejido empresarial bastante consolidado en el ámbito exportador. Una de cada cinco empresas exportadoras de Andalucía es sevillana. Con un total de 4.054 compañías exportadoras, la sevillana es la tercera provincia en número de firmas. A esta cifra se suman 1.033 exportadoras regulares, que son aquellas empresas que llevan al menos cuatro años seguidos exportando y acaparan el 93% total de las ventas de la provincia.

El auge del sector de la aeronáutica es uno de los motivos que explica estos buenos resultados, gracias, principalmente, a los ritmos de entrega de los modelos Airbus C295, y el avión militar A400M, cuyo ensamblaje final se realiza en Sevilla. Sí es cierto que, en los primeros meses del año, la producción ha descendido debido a la disminución de las ventas, y Airbus anunció en marzo un cambio en la producción y la supresión de 68 empleos en las plantas de San Pablo, Tablada (ambas en Sevilla) y Puerto Real (Cádiz) vinculados a empresas de trabajo temporal por la caída de pedidos de dos de sus modelos emblemáticos: el avión militar C295 y el civil A380 (el más grande del mundo).

Sin embargo, la búsqueda de nuevos mercados y clientes hizo que en junio llegara un balón de oxígeno. Si hasta ahora los compradores siempre habían sido los Estados para incorporarlos a sus ejércitos del aire, el fabricante aeronáutico anunció a principios de verano el cierre de un acuerdo pionero por el que venderá 12 unidades (con la posibilidad de sumar otras 12 en el futuro) por primera vez a una compañía de alquiler de aviones. Habrá que esperar al próximo año como mínimo para ver sus consecuencias en la facturación del sector aeronáutico sevillano.

Con respecto a los países a los que vende sus productos Sevilla, la provincia arroja una importante diversificación de destinos, no sólo en la Unión Europea, debido principalmente al sector aeronáutico. Esto permite a su comercio exterior ser menos vulnerable a la crisis económica.

En los seis primeros meses de 2017, el principal mercado de las exportaciones sevillanas fue Reino Unido. Este país triplicó sus transacciones comerciales con Sevilla en este periodo. Le siguen Francia y Alemania, con un incremento del 44% y del 157%, respectivamente.

Cuatro de los cinco primeros mercados son de la Unión Europea, pero si se analizan los diez primeros destinos, destacan países de otros continentes como América y Asia. De hecho, el mayor crecimiento lo experimenta Turquía, que ha casi cuadriplicado sus importaciones desde Sevilla con respecto al primer semestre de 2016.

La provincia se abre paso en Oriente y fija su mirada en países como Egipto, Omán o Malasia. Estos destinos se están convirtiendo en un mercado cada vez más consolidado y apetecible para las empresas sevillanas. La aeronáutica es el sector que más dinero mueve en las operaciones mercantiles con estos países, seguido del cobre y el aceite.

Países como Libia, Argelia y Egipto también se consolidan como grandes importadores de animales vivos. Lo que más se exporta es ganado ovino, para Libia y el Líbano, y vacuno, que además de estos países llega también a Argelia y Egipto. La demanda responde a los altos datos de consumo de este tipo de carne. Mientras que en España, la media anual es de dos kilos por habitante, en Oriente Próximo llega a los 35 kilos. Hay que tener en cuenta que se trata de países donde predomina el islam, el cerdo está prohibido y los animales son sacrificados siguiendo el ritual halal.