El autobús de Torreblanca suma 36 incidentes en un año y medio
En la última semana un conductor fue agredido con una barra de hierro y otro amenazado por una quincena de jóvenes que subieron al vehículo sin pagar

La línea 29 de Tussam, que conecta el Prado con Torreblanca, suma 36 incidentes en el último año y medio. Los últimos episodios violentos sufridos por los conductores han sido una agresión con una barra de hierro y unas amenazas de muerte proferidas por un grupo de 15 jóvenes. La línea 29 sustituye a la antigua 71 y sigue siendo un servicio que Tussam tiene concedido a la empresa Casal.
El primero de los dos últimos incidentes ocurrió sobre las doce y media de la noche del pasado 25 de julio. A esa hora una mujer subió al autobús y se negó a pagar el billete. Según consta en la denuncia presentada por el conductor ante la Policía Nacional, la mujer le dijo al trabajador que no iba a "picar el billete porque había tardado mucho en llegar". A continuación la mujer propinó un golpe en la muñeca al conductor con una barra de hierro, al tiempo que lo amenazó de muerte. "Te voy a matar, si no te mato yo te van a matar mis amigos", relata el conductor en la denuncia. La mujer intentó de nuevo golpear al empleado hasta que éste logró arrebatarle la barra de hierro. El conductor fue además amenazado por otras dos personas.
El segundo episodio violento ocurrió dos días después, a las dos y media de la madrugada del día 27. A esa hora subió al autobús un grupo de quince jóvenes en la parada de la avenida de la Cruz del Campo. Los jóvenes se negaron a abonar el viaje y comenzaron a pulsar los botones de emergencia hasta que el conductor decidió llamar al 091. Cuando descubrieron que el empleado hablaba con la Policía, los jóvenes pagaron el billete y siguieron camino hasta Torreblanca. Una vez allí, comenzaron a amenazar al conductor. "Chófer, hijo de la gran puta, me he quedado con tu cara, te tenemos que matar por chivato", son algunas de las frases que constan en la denuncia. Luego los agresores se bajaron sin llegar a pasar a la agresión física.
Los incidentes en la línea 29 han sido constantes en los últimos tiempos. Desde enero de 2009 el comité de empresa de Casal ha contabilizado hasta 36 incidentes. La mayoría de ellos consistieron en lanzamientos de piedras y botellas de vidrio hacia los autobuses, con las consiguientes roturas de lunas. Uno de los episodios más graves ocurrió el 6 de septiembre de 2009, cuando un grupo de más de veinte jóvenes se subieron al autobús sin pagar y amenazaron al conductor con un arma blanca de grandes dimensiones. El 8 de agosto de ese mismo año ocurrió algo parecido, pero en este caso los pasajeros la emprendieron a golpes con la mampara protectora del conductor.
En otras ocasiones hay usuarios que han roto los tubos fluorescentes de los vehículos y también se han registrado varios robos. Igualmente, ha habido personas que se han colocado delante de los autobuses para detenerlos. Ya el año pasado el autobús tuvo que ser escoltado en sus trayectos nocturnos por la Policía Local, después de que los empleados de Casal se negaran a realizar servicios nocturnos ante la creciente inseguridad de la línea.
El conductor agredido el 25 de julio presentó en la denuncia un parte médico de la mutua de la compañía. En este documento, el doctor que le atendió explica que la víctima de la agresión se encuentra intranquilo y certifica su estado de ansiedad, si bien el médico advierte de que no puede demostrar la relación de causalidad entre cuadro nervioso y la agresión. La frase con la que el doctor cierra su informe es sintomática de la situación que padecen los conductores de autobús que prestan servicio en Torreblanca. "Los problemas de la línea 29 deberán de ser resueltos por cauces ajenos a la medicina", explica el médico.
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