Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Gripe
La vacuna frente a la gripe es considerada como la mejor estrategia de salud pública para burlar las nefastas consecuencias que puede acarrear esta enfermedad en la población vulnerable. El 47% de los mayores de 65 años, que son considerados población de riesgo, han recibido ya la vacuna, según datos facilitados por la Consejería de Salud. Un total de 225.615 sevillanos se han vacunado en las primeras nueve semanas de la campaña de vacunación, de ellos 143.141 son mayores de 65. El número de personas vacunadas, hasta el momento, supone un incremento del 6% respecto al mismo periodo de la campaña anterior 2017/2018. Además de la vacuna de la gripe, el SAS recomienda a los mayores de 65 vacunarse frente al neumococo, una de las principales bacterias productoras de neumonía y causante de otras infecciones como sinusitis y otitis.
La gripe ha comenzado esta temporada 2018/2019 con retraso. Los primeros casos de esta infección invernal fueron notificados en Sevilla a “finales de octubre; y un primer pico del virus (momento de máxima incidencia) se registró la primera semana de diciembre, con una tasa que alcanzó los 18.45 casos por 100.000 habitantes, muy baja para ese momento del año”, explica el doctor Fermín García, pediatra y miembro de la Red Centinela de Vigilancia de la Gripe en Andalucía, quien destaca que esta temporada la epidemia ha comenzado con retraso.
De momento, la gripe arroja tasas de incidencia aún muy bajas respecto a lo que viene siendo habitual en temporadas anteriores, pero “se espera que la circulación del virus aumente de manera destacada las próximas semanas”, añade el especialista. La gripe está muy condicionada por la meteorología. Las bajas temperaturas favorecen al virus y, “hasta ahora, no hemos comenzado a sentir realmente los primeros fríos”, considera el doctor Fermín García.
Los últimos informes del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España revelan que el virus finalizó 2018 con una circulación baja en todo el ámbito estatal, siendo, de momento, el subtipo A el predominante entre los casos confirmados. Los momentos más intensos de la epidemia suelen coincidir con los periodos más fríos del año, que se registran cada mes de enero, si bien de momento, los casos confirmados son esporádicos en el Sur de la península. Sólo en el País Vasco se han alcanzado cifras epidémicas, mientras que Sevilla y Andalucía, en general, se sitúan aún en el periodo pre-epidémico (ver gráficos), según los últimos datos publicados.
“En Sevilla la tasa acumulada de gripe en adultos ha alcanzado los 57.81 casos por 100.000 habitantes, muy baja”, asevera el doctor Fermín García, quien además forma parte del equipo directivo de la Asociación Española de Vacunología.
Durante la temporada anterior 2018/2019 la onda epidémica gripal comenzó con mayor anticipación, la segunda semana de diciembre; y los momentos más intensos se registraron la tercera semana de enero de 2018. En el ámbito estatal se notificaron 5.977 casos graves que necesitaron el ingreso hospitalario durante la epidemia, con una mediana de edad de 73 años.
La inmensa mayoría de los casos graves durante la anterior temporada de gripe fueron personas que pertenecen a los grupos riesgo, a los que se recomienda la vacunación. “Las defunciones en casos graves hospitalizados confirmados de gripe se concentraron, el pasado año, fundamentalmente en los mayores de 64 años (85%) siendo la mediana de edadde 82 años. El 98% de los casos fatales presentó algún factor de riesgo de complicaciones”, según consta en el Informe Anual de Vigilancia de la Gripe en España (2017-2018).
A fecha de hoy, las cifras no alcanzan los valores considerados epidémicos, según los últimos registros de la red centinela, que está integrada por facultativos encargados de notificar los casos confirmados. De las detecciones centinelas notificadas desde el inicio de la temporada 2018/2019, hasta el momento, todas son casos de subtipos A del virus de la gripe (A/H3N2 y A/H1N1). Además se han notificado, en el ámbito estatal, 122 detecciones no centinela: 116 tipo A (95%) y 6 tipo B (37%), según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España.
En cuanto a los casos que han requerido el ingreso hospitalario, el 80% de los pacientes presentaban factores de riesgo a sufrir complicaciones graves. Entre los adultos la enfermedad cardiovascular crónica es el factor de riesgo más frecuente entre los ingresados por gripe, en lo que va de año. Le siguen la enfermedad pulmonar crónica (33%) y la diabetes (16%). La mayoría de estos pacientes que necesitaron hospitalización, en el ámbito estatal, desarrollaron neumonía y, de ellos, el 39% ha ingresado en la UCI.
Frente a la gripe la estrategia más eficaz es la vacunación de los grupos de riesgo que pueden sufrir nefastas complicaciones al contraer la infección. La Consejería de Salud inició el pasado 22 de octubre la campaña de vacunación, como cada otoño, de cara a proteger a la población más vulnerable frente a la infección: mayores de 65, enfermos crónicos, y embarazadas. A estos grupos de riesgo se suman los profesionales que los atienden como el personal sanitario y de servicios comunitarios; además de cuerpos, fuerzas de seguridad, y personal de instituciones penitenciarias.
“Es gripe cuando te sientes como si te hubiera pasado un camión por encima; cuando apenas puedes levantarte de la cama o del sofá. A veces nos diagnosticamos mal y llamamos gripe a una infección respiratoria que realmente es un catarro o un resfriado. Hay muchos virus que circulan en esta época del año. La gripe provoca dolor generalizado, fiebre alta y te deja postrado en cama o en el sofá”, explica Rosario Cáceres, farmacéutica miembro del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla.
La mejor defensa frente a esta infección es la vacunación, que está financiada por la Junta de Andalucía para los grupos de riesgo (mayores de 65, crónicos, embarazadas y personal sanitario). Este año también se incluye como población de riesgo a las personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal. “Nos encontramos en temporada alta de las infecciones respiratorias”, explica Rosario Cáceres, al destacar la elevada demanda de antigripales y medicamentos para aliviar los síntomas que se ha registrado en las boticas.
“Son enfermedades víricas de modo que los antibióticos no sirven. Es más es un grave error usar antibióticos para estas infecciones, que no son bacterianas, ya que esto provoca resistencia microbiana a los antibióticos; de modo que cuando realmente necesitemos los antibióticos ante una infección bacteriana, no serán eficaces”, advierte la especialista.
Las consultas de pediatría han detectado las últimas semanas un considerable aumento de bronquiolitis, una enfermedad respiratoria que afecta a niños con pocos meses de vida. “Hemos visto ya un considerable volumen de casos de bronquiolitis que han provocado la hospitalización de niños pequeños y que incluso han requerido ingreso en Observación”, advierte el doctor Fermín García, pediatra y miembro de la Asociación Española de Vacunología.
La bronquiolitis es provocada principalmente por el virus sincitial respiratorio (VRS) y, al carecer de tratamiento curativo, los pacientes reciben cuidados para aliviar síntomas que pueden ser graves, como la dificultad para respirar. “Aunque se está investigando aún carecemos de una vacuna para evitar la bronquiolitis. La única manera de impedir que un niño la contraiga es evitar estar entrar en contacto con el menor cuando los adultos sufrimos un resfriado o un catarro”, asevera el especialista. Además, la lactancia materna favorece la protección frente a la infección.
La vacuna para prevenir la bronquiolitis se espera que entre en el mercado farmacéutico en el plazo de unos dos o tres años. En la actualidad los niños con factores de riesgo (prematuros, bajo peso al nacer, y afectados por enfermedades cardiaca y pulmonares) reciben un tratamiento hospitalario para impedir las nefastas consecuencias en ellos de la infección (Palivizumab) indicado para menores de 24 meses de alto riesgo.
Aunque los niños no son considerados grupo de riesgo para recibir la vacuna de la gripe son los principales vectores de la epidemia. Según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe, que depende del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto Carlos III, los menores de 15 años fueron el grupo de edad más afectado en la temporada anterior, una incidencia que suele repetirse año tras año. En concreto, por grupos de edad, las mayores tasas de incidencia acumulada de gripe se observaron en el grupo de 0-4 años; seguido por el grupo de 5-14 años.
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