Detectan un aumento de casos del 'virus de la bofetada' en Sevilla

El Hospital Quirónsalud Infanta alerta de que el 10% de sus urgencias pediátricas actuales son referidas a esta infección que se manifiesta con manchas de color rojo brillante en la piel, sobre todo, en las mejillas

Se contagia a través de las gotitas de saliva y deja de ser contagioso cuando aparecen las primeras manifestaciones cutáneas

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Parvovirus B19 o virus de la bofetada
Parvovirus B19 o virus de la bofetada / D. Jaramago

El Hospital Quirónsalud Infanta Luisa alerta de un repunte de casos del virus de la bofetada en Sevilla, según sus urgencias pediátricas atendidas en las últimas semanas. De hecho, fuentes del centro alegan que, prácticamente, representan el 10% de los casos que llegan a este servicio, es decir, uno de cada diez niños de entre tres y diez años acuden semanalmente con estos síntomas.

La enfermedad, causada por el parvovirus B19, se conoce también como eritema infeccioso o quinta enfermedad, ya que es una de las cinco patologías infecciosas que causan una erupción rojiza en la piel de los niños, junto con el sarampión, la varicela, la rubéola y la roséola. Según han detectado en este centro, se está propagando a un ritmo alto en los últimos tiempos entre la población infantil sevillana.

Así, el pediatra Andrés Alberto Osuna Vera expone que el megaloeritema, también conocido como ees una afección producida por el parvovirus B19. "Se manifiesta con una erupción muy característica en las mejillas que hace que se parezca a una bofetada", detalla el doctor.

"La erupción típica comienza en las mejillas y es de color rojo brillante", explica el especialista, al tiempo que apunta que, la lesión cutánea se suele extender después por el resto del cuerpo, siendo muy característico que afecte a nalgas y extremidades con lesiones rojizas reticulares que asemejan un encaje. "No suele aparecer en las palmas y las plantas, sin embargo, en ciertas ocasiones pueden llegar a picar", subraya.

El pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, Andrés Osuna.
El pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, Andrés Osuna. / M. G.

En este sentido, el doctor Osuna Vera puntualiza que lo habitual es que dichas erupciones desaparezcan en una semana, "pero cabe la posibilidad de que puedan llegar a reactivarse durante un periodo más largo debido a determinados factores como la luz, el sol o el calor", añade.

De esta forma, el doctor esclarece que la enfermedad de la bofetada es una infección que se inicia con síntomas inespecíficos como dolor de cabeza, mocos o algo de malestar, pudiendo llegar a producir fiebre en ciertas ocasiones, “posteriormente brota la erupción típica que comienza en las mejillas y es de color rojo brillante”, apostilla.

Por otro lado, el especialista de Quirónsalud Infanta Luisa destaca que no hay tratamiento específico para el virus ni prevención por vacuna. "Usualmente sólo es necesario el uso de antitérmicos para mejorar la fiebre si la hubiese o el malestar general", remarca.

"El contagio tiene lugar principalmente a través de las gotitas de saliva que se emiten al hablar, al toser o al estornudar", indica Osuna Vera, quien a su vez detalla que "el enfermo puede contagiar la enfermedad durante el periodo de incubación y al inicio de los síntomas inespecíficos, dejando de ser contagioso cuando aparecen las primeras manifestaciones cutáneas". Asimismo, según el pediatra, es muy importante resaltar que cuando dicha afección se encuentra en la fase de erupción, que es cuando se puede reconocer, ya no resulta contagiosa, "por lo que no es necesario tomar ninguna medida de aislamiento, ni de exclusión escolar", concluye.

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