Un aula de un colegio de Sevilla se entera de que debía estar confinada con una semana de retraso

Las cifras son una cosa y la realidad que se vive en la aulas, otra bien distinta. Esta dicotomía la están sufriendo varios centros de enseñanza en un curso marcado por la pandemia de coronavirus. Aunque, como ha afirmado el propio consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, el número de colegios y clases afectadas por el Covid representan porcentualmente una parte muy reducida en el total del sistema escolar andaluz, lo cierto es que el protocolo establecido para hacer frente al virus no funciona siempre todo lo bien que debiera, especialmente en lo concerniente a la coordinación entre los colegios y los centros de salud.

Si hace menos de una semana era el CEIP José María del Campo, en Triana, el que alzaba la voz ante la falta de medidas que debieran tomarse desde la administración sanitaria, ahora ha sido el CEIP Arias Montano, en el Distrito Macarena, donde esta situación se ha vuelto a producir.

La AMPA de este colegio ha alertado en un escrito que la directora y coordinadora Covid de dicho centro "lleva semanas con problemas graves de comunicación con su enlace en Sanidad". Una falta de diálogo que se traduce en "situaciones absolutamente surrealistas". Tal es el caso de lo ocurrido con una clase de cuarto de Primaria, "que se enteró de que debería estar en casa confinada con una semana de retraso", tras los cual -aseguran los padres- el centro de salud del Alamillo (al que está adscrito el colegio) se ha "negado" a darles explicaciones sobre lo ocurrido.

"Ni el profesorado ni las familias de esta clase, donde se habían confirmado varios positivos por Covid, tuvo noticia alguna de qué debían hacer durante toda una semana", asevera la AMPA, que abunda en que el 15 de octubre recibieron una notificación de Salud en la que se les indicaba que dicho grupo "debía estar en cuarentena desde el día 8 hasta el 18 de octubre". Por tanto, estos alumnos han asistido a clase y han hecho uso de los servicios de aula matinal, comedor y aula de mediodía, con el riesgo de extender los contagios al resto de compañeros del colegio.

Un colegio con 600 niños

Las familias critican que no se les haya comunicado con anterioridad el confinamiento, en un centro educativo al que acuden 600 menores, una actitud que para los padres "roza la negligencia". Por tal motivo, la AMPA exige que se aporte una "explicación clara y concreta" de estos hechos y que "se depuren responsabilidades" para que una situación así no vuelva a producirse.

Las críticas de la comunidad educativa del Arias Montano no sólo se dirigen a la Consejería de Salud. También a la de Educación y al Ayuntamiento de Sevilla. Al comenzar el curso el servicio el aula matinal no contaba con el número de monitores suficiente para la separación del alumnado por grupos de convivencia, como establece el protocolo de la Junta. Para paliar el déficit, se solicitó a la empresa que gestiona el servicio y a la Delegación de Educación más personal, sin que por ahora se haya atendido la demanda.

También se pidió al Ayuntamiento hispalense que habilitara una entrada en el acceso trasero con el que cuenta desde hace años el vallado del colegio. De esta forma, se evitaba la aglomeración de estudiantes en las entradas y salidas por la puerta principal. La Delegación de Edificios Municipales aún no ha contestado a esta petición, presentada el 5 de agosto.