Las atarazanas: La cota original se verá junto a la muralla

La Caixa modifica el proyecto tras la recomendación de Vázquez Consuegra para "sacar a la luz elementos enterrados como la barbacana o la puerta almohade".

El proyecto Atarazanas y las instituciones culturales
El proyecto Atarazanas y las instituciones culturales
Manuel Ruesga, Sevilla

26 de abril 2016 - 16:33

La Junta de Andalucía y La Caixa, promotores de la rehabilitación de las Reales Atarazanas, han acordado recuperar el mirador arqueológico que el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra había incluido en el proyecto original del Caixafórum y que en este segundo se había suprimido como consecuencia de la reducción de la inversión a diez millones de euros. Se trata de una excavación parcial del relleno hasta alcanzar la cota original del edificio, pero sólo en la banda más cercana a la antigua muralla, de manera que ésta y algunos de los arcos quedarían a la vista del público en toda su altura.

La Consejería de Cultura señaló que la modificación del proyecto se produce tras las recomendaciones del equipo técnico del arquitecto, "lo que permitirá sacar a la luz aquellos elementos que hoy están enterrados, tales como el arranque de la barbacana o la puerta almohade". Vázquez Consuegra apuntó en la inauguración de la exposición de la rehabilitación su deseo de realizar la excavación arqueológica. La muestra, organizada por Cultura, era uno de los requisitos que todos los partidos de la oposición exigieron al gobierno de Juan Espadas antes de que comiencen los trabajos en los antiguos astilleros. No sólo se ha sometido a una exposición para escuchar a todas las asociaciones y colectivos interesados. La consejería organizó un debate sobre el edificio con expertos y arquitectos de prestigio internacional.

Un millón de euros. Éste es el coste que supone llegar al nivel con el que fue concebido el antiguo astillero por Alfonso X. El proyecto inicial de Vázquez Consuegra para las Reales Atarazanas incluía la posibilidad de construir este mirador arqueológico desde el que poder contemplar, en algunas de las naves existentes, la cota primigenia del edificio. El mirador se situará delante de los restos de la antigua muralla, la única zona donde puede excavarse seis metros sin reforzar la estructura del edificio, ya que el propio lienzo de muralla hace de muro de contención y permite contener el terreno. Este cambio fue una de las propuestas que los conservacionistas plantearon para el edificio en su encuentro con los promotores. Los trabajos deben arrancar de manera inminente y durarán año y medio, con ocho meses para la labor de campo y el estudio de los materiales obtenidos.

No han sido poco los inconvenientes vistos al proyecto desde distintas instituciones. El último fue del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos (Icomos), que propuso iniciar un concurso de ideas al tener que modificarse el diseño, ya que la Junta de Andalucía obvió realizar una carta de riesgo y estudios previos como establece el protocolo del Plan Nacional de Arquitectura Defensiva. Una segunda opción pasaba por alterar el proyecto siguiendo las indicaciones recomendadas por el organismo consultor de la Unesco, que aconseja la paralización de la rehabilitación. En el documento redactado por un experto en arquitectura militar e industrial, se indica a Cultura a que siga escrupulosamente los pasos necesarios para cumplir con los requisitos que establece el plan nacional.

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