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La mujer asesinada en San Diego recibió más de 20 puñaladas

El presunto asesino, sobrino de la fallecida, había anunciado a sus vecinos que tenía que "matarla" por la muerte de uno de sus perros

J. Muñoz · F. Pérez Ávila

09 de mayo 2015 - 05:03

Carmen María Gómez Suárez, la vecina de San Diego que el pasado jueves fue asesinada presuntamente por su sobrino, recibió más de una veintena de puñaladas, según han confirmado fuentes de la investigación. El agresor, José Gómez Ortiz, un joven de 27 años con problemas mentales que continúa bajo custodia policial, había anunciado un tiempo atrás a sus vecinos de Villanueva del Río y Minas que iba a matar a su tía Carmen, a la que culpaba de la muerte de uno de sus perros que había dejado a su cuidado. Así se lo comunicaron los vecinos del pueblo a los investigadores, pero lo que nadie podía sospechar es que el joven pudiese acabar cumpliendo estas amenazas.

La supuesta responsabilidad que atribuía a su tía en la muerte del animal fue el detonante que llevó a este joven esquizofrénico a presentarse en el taller de cerámica de la víctima al mediodía del pasado jueves, tal y como adelantó este periódico. Las fuentes consultadas han explicado que, según los primeros datos que han trascendido, la víctima recibió más de una veintena de puñaladas con una pequeña navaja de diez centímetros de hoja. Carmen María Gómez recibió varias puñaladas en el hombre, en el pecho, en el estómago y debajo de las costillas, una de las cuales le perforó el hígado y le provocó una gran hemorragia, según apuntó ayer Efe, lo que corrobora el testimonio de los testigos presenciales que vieron a la víctima en medio un "charco de sangre".

Nada más cometer el crimen, que fue grabado por las tres cámaras de seguridad que los vecinos del bloque habían instalado para prevenir una oleada de robos en el barrio, José Gómez Ortíz cogió su moto y el perro que llevaba consigo en el momento de la agresión y regresó a Villanueva del Río y Minas. Allí confesó a una vecina el crimen y le pidió que se hiciera cargo del animal porque había matado a su tía. De hecho, el joven vivía con varios perros y la víctima solía desplazarse al pueblo para cuidarle los animales, limpiarle y hacerle la comida, dado que ella era la "única referencia afectiva dentro de su familia", explica Europa Press.

La vecina a la que el agresor confesó el asesinato alertó a la Policía Local de Villanueva del Río, que emprendió una exhaustiva búsqueda para tratar de localizarlo. Después de varias horas, una patrulla de la Policía Local detectó al sospechoso circulando con su moto por la Ribera del Huéznar, por lo que procedieron a darle el alto. El individuo, lejos de atender el requerimiento de los agentes, emprendió una precipitada huida en la que, al final, decidió arrojarse al río para intentar escapar.

Los policías locales que lo perseguían no dudaron en arrojarse al agua y nadar tras el presunto asesino y lo hicieron sin tener siquiera tiempo para desprenderse de su equipo. Según varios testigos presenciales, la persecución era como de película, y los agentes se lanzaron al agua portando sus pistolas, guantes, linternas, grilletes y hasta las botas. En esas condiciones los agentes nadaron y lograron capturar a José Gómez Ortíz poco antes de las siete de la tarde.

Una vez detenido, el sobrino de la víctima trató de justificar ante los agentes el móvil que le había llevado a arrebatarle la vida a su tía, a la que no perdonaba la muerte del perro. "Yo tengo razón", afirmó el presunto asesino en relación con la agresión.

La Policía Local de Villanueva entregó poco después al detenido a los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que dirigen la investigación y que ya habían atribuido la presunta autoría del crimen al sobrino de la fallecida, que había sido plenamente identificado en la grabación de las cámaras del conjunto 1 de San Diego.

El agresor, que según los testigos es una persona corpulenta, de pelo rizado y con bigote, tiene un singular tatuaje en forma de lágrima en la cara, según han explicado las mismas fuentes, que han destacado que además tenía antecedentes por malos tratos en la localidad de Villanueva.

José Gómez Ortíz continuaba al cierre de esta edición bajo custodia de la Policía Nacional, que continúa practicando diligencias para el total esclarecimiento del crimen, cuya investigación se encuentra declarada bajo secreto de sumario por el juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, que se hallaba en funciones de guardia cuando se perpetró el asesinato.

La Policía podría poner a lo largo de esta mañana al individuo a disposición del juzgado de Guardia de Sevilla, que deberá tomarle declaración y decidir si lo envía a prisión o al psiquiátrico penitenciario, dados sus antecedentes.

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