Un asentamiento rumano en plena calle de Triana

Los vecinos llevan cinco años denunciando esta situación al Ayuntamiento, que aún no les ha dado respuesta alguna

Algunas de las personas que diariamente están en el asentamiento, sentadas en un colchón.
Algunas de las personas que diariamente están en el asentamiento, sentadas en un colchón.
Carmen Gavira Guerra

08 de febrero 2011 - 05:03

Cinco años lleva instalado en la calle Esperanza de Triana un asentamiento de ciudadanos del Este, formado por unas quince personas. Colchones, mantas, almohadas, utensilios de cocina, chatarra, entre otros muchos más enseres, se amontonan en la parte trasera de una guardería, en cuyas ventanas cuelgan la ropa. Además, según denuncian los vecinos, estas personas hacen todas sus necesidades a menos de cinco metros de los bloques de vecinos. "Orinan, vomitan, escupen y se curan la múltiples heridas que se producen mutuamente, pues la ingesta de alcohol les lleva a ponerse agresivos entre ellos e incluso contra los vecinos que les llamamos la atención, llegándose a formar verdaderas batallas a base de puñetazos y gritos", explica a este periódico Miguel Rodríguez, uno de los vecinos afectados, que incluso ha sido amenazado por estas personas en varias ocasiones.

Rodríguez declaró que han denunciado la situación hasta nueve veces, tanto al Ayuntamiento como a la Policía Local. Denuncias sin respuesta, ya que "aquí no ha venido nadie ni nadie ha hecho nada. El Ayuntamiento no quiere saber nada", se quejaba. "Llamamos continuamente a la Policía Local y Nacional, y nos dicen que no pueden hacer nada, que no es competencia de ellos pues, al estar en la calle y ser ciudadanos de la Comunidad Económica Europea ni los pueden detener ni deportar", cuenta este vecino, que está harto de la situación tras llevar así cinco años.

Los olores y suciedad son insoportables, algo que ha podido comprobar este periódico, además del peligro de empezar a tener ratas, cucarachas y otros bichos. Hay otras quejas: "Practican actos sexuales en plena calle, debajo de las ventanas de una guardería, no importándoles si los niños les oyen o les ven", afirman los vecinos, que incluso han sido avisados por el 061 en varias ocasiones del riesgo que sufren, ya que algunas de estas personas padecen tuberculosis y hepatitis.

El estado de inseguridad y de alarma que se ha creado en esta zona se está haciendo "insoportable" para los vecinos, que temen por ellos y por lo que tienen que soportar sus hijos pequeños.

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