El arroyo de Guadalbacar se llevó la esperanza de hallar viva a María: "La encontramos entre la maleza"

Las intensas lluvias se cobran una primera vida en Constantina y aún se busca a su marido después de que el coche de ambos fuera arrastrado en un vado

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El vehículo de la víctima hallada en Constantina quedó atrapado por la crecida del arroyo Guadalbacar
El vehículo de la víctima hallada en Constantina quedó atrapado por la crecida del arroyo Guadalbacar / Juan M. Marqués Perales, Antonio Pizarro

La confianza es mala consejera cuando el agua es capaz de cambiar los paisajes de la noche a la mañana. Fernando Ramírez y María Vizuete, vecinos del pueblo sevillano de Constantina, habrían atravesado el vado del Guadalbacar cientos de veces, pero la sucesión de borrascas y las lluvias de la última noche habían convertido ese arroyo en un cauce mortal. El Toyota de color granate se quedó atascado en el vado, la fuerza del agua empujó el automóvil hacia el lado y de nada sirvió que rompieran uno de los critales para zafarse del caudal. Poco antes de las dos de la tarde de este martes, agentes de la Guardia Civil encontró el cuerpo de ella, mientras que a Fernando aún lo buscan en este recondito paraje del la Sierra Morena sevillana.

Fernando y María tenían arrendada una finca en estos encinares de Constantina, y la noche del lunes al martes la pasaron en el campo. Antes del amanecer decidieron partir hacia el pueblo, pero no llegaron. Fue el hijo de ambos quien dio el aviso de la desaparición a la Guardia Civil. El coche granate dejado dentro del arroyo y con una de sus lunas rotas eran una mala señal. Después de muchas horas de angustia, pasada la una de la tarde, los agentes encontraron el cuerpo de ella, pero de Fernando aún no se sabe nada. Agentes del grupo subacuático de la Guardia Civil (GEA) y de los bomberos de Diputación siguen peinando este arroyo de montaña, mientras el hijo de ambos y varios familiares más esperan en el carril, al borde del cauce, a que el dispositivo termine su trabajo.

Manuel Blanco, jefe de los bomberos, es quien confirma del hallazgo de María. "A unos 400 metros del vehículo y entre la maleza", indica. La Guardia Civil informa de que el dispositivo se mantendrá hasta que encuentren a Fernando, aunque las esperanzas se van agotando a medida que pasa el tiempo. El arroyo baja con mucha fuerza, se ha salido en varios puntos de su cauce habitual y el coche, anclado entre las piedras, son malas señales. Una de las hermanas de Fernando explicaba a media mañana que aún conservaba alguna confianza. "Un hilito" como mucho, que fue desapareciendo con la tarde.

Los agentes del GEA están barriendo el cauce desde el carril del accidente a la carretera que une Constantina con la Puebla de los Infantes. Una pareja del grupo de rescate de montaña de la Guardia Civil es la que ha entrado en el río para trasladar el cuerpo de María desde el arroyo al carril. Desde allí fue trasladada al tanatorio de Constantina.

Buena parte de los pantanos de Sevilla están desembalsando agua desde el lunes, el Guadalquivir está hecho un Amazona en Lora del Río y en la propia capital ha comenzado a inundar los carriles que corren paralelo al cauce. El Guadalbacar llega hasta el embalse de José Torán, pero el lugar donde ha muerto María está más arriba, en un lugar donde todavía es un arroyo que buena parte del año no es más que un hilito de agua. Durante la noche del lunes al martes llovió con fuerza en la zona, se han formado balsas de agua en los encinares y el carril está embarrado.

Las labores de búsqueda del otro miembro de la pareja continuaron hasta que hubo luz natural y se suspendieron con la caída de la tarde, para angustia de los familiares que permanecían en el entorno en el que se desarrolló el rastreo. De no haber novedades durante la noche, “se ampliará el rango de inspección por los dispositivos implicados”, apunta el jefe de los Bomberos. Manuel Blanco explicó que “la dificultad del dispositivo es debe a la corriente, la turbidez del agua y la espesa vegetación de la zona”.

En las tareas han participado guardias civiles, bomberos y policías locales. La Guardia Civil desplegó distintas unidades, como el Seprona, la Usecic (Seguridad Ciudadana, el Grupo de rescate de Montaña y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Además, el helicóptero estuvo sobrevolando la zona y prestando apoyo aéreo. Por parte de los bomberos de la Diputación, estuvieron ocho agentes de los parques de Marchena, Osuna, Mairena del Alcor y La Rinconada.

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