Los arroceros niegan que su cultivo acelere la erosión de los márgenes del Guadalquivir
Proyecto de estabilización y restauración de márgenes
"Tan solo el 1,2% de la superficie arrocera de 36.500 hectáreas linda directamente con el río a menos de 20 metros de distancia", señala el sector
Rechazan la entrada de buques grandes al Puerto de Sevilla, si antes no se protegen las márgenes
Conclusiones del nuevo estudio del Puerto de Sevilla: El arroz, las presas y las cortas aceleran la erosión de las márgenes del Guadalquivir
Los arroceros de Sevilla rechazan que su cultivo sea uno de los factores que están acelerando la erosión de las márgenes del río Guadalquivir en el estuario entre Sevilla y Sanlúcar. Rechazan, por tanto, una de las principales conclusiones del Proyecto básico de estabilización y restauración de márgenes en el estuario del Guadalquivir encargado por el Puerto de Sevilla Proyecto básico de estabilización y restauración de márgenes en el estuario del Guadalquivir a un equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña, dirigido por el catedrático ingeniero de caminos Juan Pedro Martín Vide, y por el Instituto Hidráulico (IH) de Cantabria.
Este proyecto de márgenes forma parte del Proyecto de Optimización de la Navegación de la Eurovía E.60.02. Guadalquivir, que se acabó en enero pasado y se sometió a información pública. Los sectores arrocero y agrícola realizaron sus alegaciones a través de Feragua el pasado 25 de enero a la Autoridad Portuaria.
El sector argumenta que el arroz no acelera la erosión del río porque "muy poca superficie de sus cultivos linda con el río", frente a la tesis contraria que defiende el estudio. "Tan solo el 1,2% de la superficie arrocera de 36.500 hectáreas linda directamente con el río a menos de 20 metros de distancia; el resto de parcelas se localizan a más metros de distancia", mantiene Eduardo Vera, director gerente de la federación de Arroceros de Sevilla, que aporta el mapa de los cultivos para corroborar esta afirmación.
El sector mantiene que la mayor parte de zona que sufre la erosión no es de su propiedad, sino de otras administraciones. "El terreno que se está erosionando y desapareciendo, en este momento, pertenece a la Dirección General de Costas (Ministerio de Transición Ecológica) o a Domino Público Marítimo Terrestre, y tan solo el 1,2% de la superficie arrocera linda directamente con el río", además considera que "la erosión es la misma en todo el cauce del bajo Guadalquivir independientemente del cultivo que se trate", detalla la Federación de Arroceros de Sevilla.
En la misma línea Feragua, la entidad andaluza que representa a los regantes, ha advertido al Puerto de Sevilla que ningún cultivo junto al río influye en la erosión de las márgenes. "Consideramos que los cultivos agrícolas que se desarrollan en los terrenos colindantes al cauce del Guadalquivir no tienen influencia alguna sobre la erosión de las márgenes", ha recalcado la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) al Puerto de Sevilla en un escrito enviado a finales de enero.
Malestar de la Federación de Arroceros
El sector del arroz en Sevilla no oculta su malestar con las conclusiones de este estudio. Solicita a la Administración (Costas, Dominio Público Marítimo Terrestre) y al Puerto de Sevilla la reparación de las márgenes del río.
"No somos los culpables. Ese estudio parte de la hipótesis de que lindamos con el río y eso no es verdad. Es una hipótesis falsa. El arroz nunca ha lindado con el río. ¿Ahora somos los culpables de la erosión del río?", protesta la Federación de Arroceros de Sevilla. Esta entidad critica también "lo rápido y corriendo" que el Puerto ha añadido este nuevo estudio al proyecto de márgenes y considera "incoherente" que se ponga "la pelota" de la solución de las márgenes en el cultivo del arroz.
El sector señala el peso que tiene en la economía de Andalucía y defiende que son un sector sostenible. "Según el estudio socioeconómico realizado recientemente por la Facultad de Económicas de la Universidad de Sevilla, el sector arrocero representa el 5,3% de la producción del sector agricultura, ganadería, silvicultura y pesca de Andalucía, significando el 4,8% de la remuneración de los asalariados de la comunidad autónoma. Además cada año factura 729 millones de euros en ventas (38 mill/€ de contribución a las Arcas Públicas) y proporciona más de 5.000 puestos de trabajo, convirtiéndose en un eje fundamental para la sostenibilidad económica y social de los municipios arroceros y un ejemplo de sostenibilidad medioambiental para el entorno de Doñana", expone la Federación de Arroceros de Sevilla.
Advertencia al Puerto de Sevilla
En las alegaciones presentadas al proyecto de márgenes, los agricultores advierten al Puerto de Sevilla, que, "mientras no se realice ningún proyecto para proteger y conservar las márgenes del río, toda operación de incremento de la navegabilidad del Guadalquivir pone en peligro la integridad de las márgenes del estuario".
"Buques de mayor tamaño, un río con mayor capacidad que se ha vuelto más recto y navegable a lo largo de los años o la falta de comunicación entre Administraciones, que impiden incluso a los agricultores poder poner medidas de protección ante la erosión en sus orillas, están creando una situación de peligro para los municipios que viven del cultivo del arroz".
"Solicitamos a la Autoridad Portuaria de Sevilla a que, mientras no se realice ningún proyecto para proteger y conservar las márgenes del cauce, toda operación de navegabilidad que permita introducir buques de mayor tamaño y tonelaje que pueda ocasionar incremento de erosión sobre ellas, debe llevar consigo un plan de contingencias de las márgenes que contemple medidas como el control de las velocidades de navegación, la limitación de las alturas de olas máximas generadas por la navegación así como medidas constructivas específicas para minimizar el impacto erosivo del tránsito fluvial", reclama Feragua en sus alegaciones.
Los arroceros de Sevilla recuerdan que "la sentencia de 2015 del Tribunal Supremo, promovida por la asociación ecologista WWF, prohibió a la Autoridad Portuaria los dragados de profundización y los declaró incompatibles con la conservación del estuario, y en el mismo año una posterior sentencia de la Comisión Europea, los declaró contrarios a la normativa comunitaria de protección de la naturaleza, por los graves impactos que ocasionaría sobre Doñana y otros espacios de la Red Natura 2000, como es el propio estuario del Guadalquivir. Tras esta sentencia la WWF reclamó a las ministras Ana Pastor e Isabel García Tejerina que se abandonara oficialmente este proyecto y se pusiera en marcha inmediatamente la recuperación del Estuario del Guadalquivir".
Lo que dice el estudio del Puerto de los cultivos de arroz
El estudio encargado por el Puerto de las márgenes señala tres factores que aceleran "la erosión patológica" de las márgenes del río desde mediados del siglo XX (1956) y que no han sido considerados en estudios anteriores: el cultivo extensivo del arroz hasta el borde de la ría, los finos retenidos debido al gran número de presas en el río, y las cortas y unión de brazos construidos en el estuario. "La erosión generada por las corrientes de marea, avenidas y paso de buques se incrementa por el agua intersticial de los cultivos del arroz, y la resistencia de orillas se debilita por el lavado de finos por las presas en la cuenca y por la incisión morfodinámica (cortas y brazos)", reza el documento adelantado por este periódico el 19 de febrero.
Los científicos explican que la erosión patológica, diferente a la erosión fluvial normal, se da en dos tercios de la ría aguas arriba donde el cauce está recto o rectificado por cortas y supresión de brazos, concretamente entre los puntos kilométricos 10 a 60.
El estudio entregado al Puerto el pasado enero cita que en algunas zonas, la falta de estabilidad de las orillas se observa en "mordiscos" en las márgenes que indican fallos de mecánica de suelos. El estudio "llama la atención sobre una presión intersticial particular que existe en las márgenes del río donde hay cultivo de arroz, que tienen que ser regados por inundación de los campos durante varios meses al año, y además con una carga de agua superior a la pleamar, la máxima conocida del suelo antes de tal tipo de cultivo". Esto se da con el cultivo extensivo del arroz hasta el borde de la ría.
"Los cultivos con riego por inundación de larga duración y una carga de agua apreciable por encima de la pleamar, como es el caso sobre todo del arroz, crean una presión de poro inopinada y promueven la filtración hacia la ría con un gradiente hidráulico inopinado, arrastrando finos con más facilidad y por tanto por doble motivo favorecen el fallo", señala el estudio. Y añade que "en un gran espacio de las llanuras derecha e izquierda se está cultivando arroz hasta muy cerca del borde de la ría". El documento cita que "el cultivo del arroz comienza a desarrollarse a gran escala a partir de 1945".
"Se ha visto que donde hay parcelas de arroz al borde de pequeños canales o drenes (sin acción de los buques) se observan erosiones parecidas a las de la ría principal".
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