La Gran Sevilla. Un cinturón que despuebla la capital
Los datos del padrón
El Aljarafe, Dos Hermanas y Los Alcores ganan 60.000 habitantes en una década mientras la ciudad hispalense pierde 15.000
La población de la Vega también aumenta, aunque de forma más reducida
Un cinturón que despuebla la capital. La Gran Sevilla, aquella idea metropolitana lanzada en su día por Monteseirín y retomada por Espadas, es una realidad en cuanto a demografía se refiere. Numerosas personas que trabajan en la ciudad hispalense residen -y, por tanto, pagan impuestos- en localidades que conforman su área metropolitana. La capital andaluza soporta los problemas de accesibilidad y movilidad. Es un foco -aunque diezmado por la crisis- laboral, pero deja de ser atractiva para vivir. Se prefiere para ello municipios cercanos que ofrecen, sobre todo, una oferta inmobiliaria más amplia y asequible a los bolsillos que la que presenta la vieja Híspalis.
El último padrón, dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta semana, muestra a todas luces dicha tendencia, que se lleva constatando desde hace varios años. La sangría demográfica que sufre la capital andaluza no parece detenerse. Bien es cierto que la pérdida poblacional entre 2017 y 2018 ha sido menor que la de ejercicios anteriores, una moderación que no es suficiente. Tanto el gobierno de Zoido -el primero en sufrir en sus carnes esta recesión- como el de Espadas han intentado por todos los medios remediar una situación que ha situado a Sevilla por debajo de los 700.000 habitantes. Desde el equipo del actual alcalde se confía en que las medidas para incentivar el empadronamiento y la política de vivienda pública frenen esta caída. Sus efectos, de conseguirse, no se verán hasta medio plazo.
Mientras la capital se despuebla, el área metropolitana sigue engordando. Un análisis por las comarcas que conforman este cinturón así lo constata. De todas ellas, la que más ha crecido en demografía ha sido el Aljarafe, y ello pese a la severa crisis que tanto afectó a la construcción a principios de esta década. A comienzos de 2008 los 30 municipios que la conforman sumaban 329.503 habitantes. Pues bien, diez años después esta cifra se eleva a 363.876, es decir, hay 34.373 vecinos más empadronados, lo que porcentualmente se traduce en una subida del 10,43%.
Si se atiende con más detalle al crecimiento de cada localidad, Mairena del Aljarafe es la que corona el pódium del alzamiento demográfico. En la referida década su padrón se ha disparado con 6.059 habitantes más, hasta rozar los 46.000. No cabe duda de que en esta escalada ha jugado un papel fundamental la puesta en marcha de la línea 1 del Metro, que tiene en este municipio una de sus cabeceras. Sin embargo, la activación del suburbano no ha beneficiado por igual a todas las localidades que atraviesa. Tal es el caso de San Juan de Aznalfarache, que ha perdido población. Desde 2008 mil vecinos han dejado de residir en ella, pese a contar con dos estaciones de Metro y a encontrarse a escasos minutos de la capital.
El crecimiento demográfico del Aljarafe se ha producido en una década en la que, además de la crisis, apenas se han puesto al servicio de sus ciudadanos importantes infraestructuras de comunicación, al margen del Metro. El arco de la SE-40 que unirá esta comarca con la de los Alcores sigue en construcción. Sólo se ha concluido el tramo de la ronda de circunvalación más cercano al río, el que beneficia a localidades como Coria, Gelves y Espartinas, tres municipios cuya población también ha aumentado. Aunque el suburbano ha supuesto un alivio para la conexión inmediata con la capital, no cabe duda de que los vecinos del Aljarafe necesitan que finalice cuanto antes la SE-40 para acabar con los problemas de saturación que se siguen registrando en una zona que vivió su gran expansión inmobiliaria antes de la llegada de la crisis.
Pero si hay una ciudad que le ha echado el pulso a la capital es Dos Hermanas. Se ha convertido en la gran locomotora de la provincia. En diez años su padrón se ha incrementado con casi 13.000 vecinos. La subida porcentual ha llegado al 10,68%, por encima de la registrada en todo el Aljarafe. Un auge condicionado por la gran oferta de suelo urbanizable que se han encontrado los promotores una vez superado el desplome inmobiliario. Proyectos orientados al sector servicios (como la sede de la Universidad Loyola Andalucía) o residencial (en el caso de Entrenúcleos), que difícilmente tendrían cabida en la ciudad hispalense habida cuenta de la falta de suelo de la que han alertado varios expertos. Factores que la han convertido en una ciudad con un inmenso atractivo para invertir en ella.
Los Alcores es la otra gran comarca que sirve de empuje para el crecimiento demográfico de la Gran Sevilla. Sin duda, en esta zona Alcalá de Guadaíra se consolida como una de las principales urbes de la provincia, tras el municipio nazareno. En diez años su población se ha incrementado en casi 7.000 personas, hasta superar los 75.000 empadronados. A ello une su gran desarrollo industrial, lo que ha servido de acicate para que municipios cercanos se beneficien de este auge. Es el caso de Mairena del Alcor, que en diez años ha sumado casi 5.000 vecinos a su padrón. Tampoco se han quedado atrás El Viso y Carmona, aunque con unos aumentos más reducidos. En total, en esta comarca residen 146.540 sevillanos, 12.155 más que en 2008.
Uno de los motivos que ha provocado este aumento ha sido la puesta en funcionamiento del tramo de la SE-40 que une Los Alcores con La Rinconada, la localidad más importante -en términos demográficos- de la Vega del Guadalquivir, una comarca que, pese a su cercanía con la capital, es donde más se ha ralentizado la subida de la población. En el mencionado municipio residen 4.700 personas más que en 2008, el mayor crecimiento en esta zona que sólo ha sumado en diez años 8.000 habitantes (un 6% más). Ha jugado aquí un papel importantísimo la industria aeronáutica, uno de los principales sectores exportadores del comercio sevillano.
Temas relacionados
3 Comentarios