Los árboles son la mejor solución contra la isla de calor
Uno de los efectos negativos más relevantes de la isla de calor es la mortalidad prematura de la población, que puede reducirse aumentando un 30% la masa arbórea
Los árboles reducen 1,3 grados la temperatura y bajan la mortalidad por calor
Empieza el verano de verdad: vuelven los 40 grados a Andalucía
Sevilla va a empezar a sufrir con más intensidad el calor y las altas temperaturas por la llegada del verano, que comienza oficialmente este miércoles 21 de junio. La previsión es que superemos con creces los 40 grados (de 41 a 45 grados) en los cinco días que van desde este viernes al martes.
Pues bien, la solución más eficaz para mitigar los efectos negativos de la isla de calor que se acentúa en esta época en las ciudades es aumentar la cantidad de árboles y de superficie verde. Los árboles y espacios verdes reducen el estrés y facilitan los procesos de restauración en el cuerpo. Así lo demuestran los estudios científicos.
¿Qué es una isla de calor?
La isla de calor es un problema en ciudades como Sevilla. Se produce por una combinación del calor que absorben y liberan más lentamente los edificios, aceras, calzadas de asfalto, sumado al calor propio de esta estación y al calor que genera la contaminación del tráfico y de la industria.
Uno de los efectos negativos más relevantes de la isla de calor es la mortalidad prematura de la población. Así lo desvela un reciente estudio sobre 93 ciudades europeas que incluye a Sevilla y a otras ocho capitales españolas dirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado a finales de enero pasado.
Titulado Enfriar ciudades a través de infraestructura verde urbana: una evaluación del impacto en la salud en las ciudades europeas, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, muestra los efectos nocivos de las islas de calor urbanas (UHI) sobre la mortalidad y los beneficios para la salud de aumentar la cobertura de árboles para enfriar los entornos urbanos, lo que también daría como resultado ciudades más sostenibles y resistentes al clima.
Ese estudio concluye que los árboles reducen la mortalidad prematura de población causada por las islas de calor urbanas, al suavizarse la temperatura gracias al agua evaporada que generan los árboles, y que esa reducción de mortalidad se da si esa masa de árboles se extiende, al menos, por un 30% de la ciudad.
La segunda conclusión del estudio citado es que esa masa de árboles que cubra el 30% puede enfriar la temperatura de la ciudad una media de 0,4 grados y llegar bajar el calor 1,3 grados.
Según los datos del estudio, en estas 93 ciudades 6.700 muertes prematuras podrían ser atribuidas a los efectos de la isla de calor durante los meses de verano, lo que corresponde a un 4,33% de la mortalidad en verano.
De estas muertes prematuras, 2.444 podrían prevenirse aumentando la cobertura arbórea a un 30%, lo que equivale a un 1,84% de reducción de la mortalidad en verano.
En esas 93 ciudades vivían 57,89 millones de habitantes mayores de 20 años en 2015. Durante ese año murieron en esas ciudades 555.215 habitantes por diversas causas ese año, de los cuales 128.269 muertes tuvieron lugar en verano.
¿Cuál es la cobertura arbórea de Sevilla?
El Ayuntamiento de Sevilla y el estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona discrepan al valorar la cobertura arbórea de la capital andaluza: el primero la cuantifica en un 20% y el segundo en un 5,44%.
Según el estudio de ISGlobal, la cobertura de árboles media actual de Sevilla se cuantifica en un 5,44% y son 0,61 los grados máximos de enfriamiento que se consiguen incrementando la cubierta de árboles. Y aclara que este dato de densidad arbórea está extraído del programa Copernicus (Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea).
El Ayuntamiento de Sevilla cuantifica en un 20% la cobertura arbórea de la ciudad, una cifra cuatro veces superior a la que arroja el estudio dirigido por el ISGlobal. Esta diferencia se explica en que el Ayuntamiento usa otra metodología: la aplicación i - Tree / i - Tree Canopy v6.1 (www.itreetools.org), un cálculo que usa en el Plan Director del Arbolado de Sevilla, y defiende que “es la misma empleada en otros planes directores de grandes capitales”.
Sevilla, mejor que otras grandes capitales
El estudio certifica que las ciudades con la mayor mortalidad atribuible a las islas de calor urbanas se localizan en el sur y este de de Europa, particularmente España (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca, Bilbao, Alicante), Italia, Hungría, Croacia y Rumanía.
De las capitales españolas analizadas, en Sevilla el aumento de la temperatura por los efectos de la isla de calor oscila entre un mínimo de 1,26 grados y un máximo de 1,94 grados.
En este apartado Sevilla está en mejor posición que otras grandes capitales como como Málaga, Bilbao, Barcelona y Madrid, pese a padecer temperaturas más altas. El máximo aumento de la temperatura por la isla de calor, igual o superior a 2º, se da en Málaga (3.04º), Bilbao (2.39º), Barcelona (2.26º), y Madrid (2,00º). Por debajo están Sevilla (1,94º), Murcia (1.93º), Palma (1.61º), Alicante (1.49º). Valencia (1.46º). Por tanto, Málaga es la ciudad española con mayor aumento máximo de la temperatura por la isla de calor urbana.
En cuanto a la cifra de muertes atribuibles a la isla de calor en verano, en Sevilla murieron 104 personas por la isla de calor en verano, según el estudio. Sevilla también ocupa mejor posición que Madrid (559), Barcelona (363), Valencia (121) y Málaga (113). Los mejores resultados son para Alicante, Bilbao, Murcia y Palma, con solo 6, 13 muertes, 35 y 70, respectivamente.
Beneficio de los árboles en la salud
Otros trabajos científicos recalcan los efectos beneficiosos de los árboles y zonas verdes en la salud de la población de las ciudades, específicamente la salud mental. La investigación se ha dado a conocer en la revista Environment International.
Liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación ”la Caixa”, el estudio analiza el impacto en la salud del plan Ejes verdes en la ciudad de Barcelona, pero es extensible a otras ciudades. Y concluye que aumentar los ejes verdes en la ciudad reportaría una “reducción considerable” en los problemas de salud mental que soporta la población adulta y en los costes directos e indirectos asociados a los mismos.
“Pese a que nuestro estudio evalúa el impacto potencial del plan de Ejes verdes, los resultados no son exclusivos para Barcelona. Cualquier actuación en cualquier ciudad que lleve a incrementar la superficie verde próxima a los domicilios debería conducir a mejoras en la carga de salud mental de la población.
Ahora bien, para que se produzcan estos beneficios es imprescindible que las actuaciones se distribuyan de manera equitativa por toda la ciudad y que vayan acompañadas de políticas complementarias, como sistemas de transporte público y activo de alta calidad, zonas de bajas emisiones o políticas para luchar contra la especulación y la gentrificación”, sostiene Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.
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