Un aparcamiento subterráneo para 217 vehículos junto a la Plaza de España

Todo apunta a que el primer aparcamiento de José Luis Sanz será junto a la Plaza de España. La Gerencia de Urbanismo aprobó el pasado febrero realizar una consulta preliminar al mercado para desarrollar propuestas de parking subterráneos (destinados a completar la oferta para residentes) con objeto de conocer las localizaciones que resulten de interés a los interesados con carácter previo a los posibles procedimientos de licitación que se instruyan para la venta del subsuelo. A finales de julio, la junta de gobierno autorizó la encomienda de gestión a la Gerencia consistente en la realización de las actuaciones encaminadas para la licitación de la parte de subsuelo en la que se propusieron localizar los primeros aparcamientos subterráneos, las calles Virgen de la Antigua, Virgen de Luján, Bogotá y Tabladilla. En paralelo, los técnicos de Urbanismo ya cuentan con un estudio de viabilidad y el anteproyecto de construcción realizado por Aussa para un aparcamiento subterráneo con 217 vehículos en la plaza del Ejército Español.

En la memoria se detalla que la parcela se sitúa en la intersección entre las avenidas de la Borbolla y de Portugal, frente al monumento de Aníbal González en su acceso por Capitanía General. Cuenta con unos 2.100 metros cuadrados y actualmente está destinada a aparcamiento en superficie regulado ilegalmente con una capacidad de aproximadamente 110-120 vehículos. Dentro del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, ese suelo está calificado como zona verde en la categoría de parque urbano, admitiendo como compatibles usos públicos deportivos y servicios de interés público y social, de nivel de barrio-ciudad y ciudad, así como aparcamientos. En esa misma zona está previsto que se construya la primera estación del trazado Sur de la línea 3 de Metro.

La propuesta de la sociedad Aparcamientos Urbanos de Sevilla (Aussa), participada en un 51% por la sociedad municipal Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), consiste en la ejecución de un aparcamiento subterráneo que responda a las necesidades de estacionamiento de la zona, aumentando la capacidad a más del doble de la actual, y que cuente con las dotaciones básicas de un aparcamiento público, como puestos de recarga de vehículos eléctricos, plazas reservadas para personas con movilidad reducida, plazas para motocicletas y aseos.

En el documento al que tuvo acceso este periódico, los técnicos apuntan que esta actuación permitiría devolver a la ciudad un espacio urbano, creando una plaza pública en superficie, teniendo en cuenta además que la zona está catalogada como parque urbano. Por tanto, la propuesta que se presenta tiene como premisas, por un lado, la mejora de la dotación de aparcamiento necesaria, y por otro, la eliminación del aparcamiento en superficie para devolver el espacio urbano a la ciudad, en forma de plaza pública frente al acceso a Capitanía General de la Plaza de España.

El aparcamiento propuesto consta de una planta de sótano con una superficie en torno a los 5.300 metros cuadrados, lo que permite dar cabida a un total de 217 plazas de vehículos y 27 de motos. El acceso se realiza por la calle Nicolás Alpériz, una calle actualmente de un solo sentido con poco tránsito y mucha sección (cuatro carriles). Su reorganización permitiría, por un lado, la circulación en ambos sentidos, y por otro, el acceso al aparcamiento sin afectar al viario de mayor categoría como las avenidas de Portugal y de la Borbolla, pero permitiendo una conexión directa con esta última, lo que facilita la identificación y uso del futuro aparcamiento.

El análisis de los diferentes modelos de gestión para llevar a cabo la iniciativa planteada en el documento concluye que la gestión indirecta de los aparcamientos mediante concesión es la fórmula más ventajosa. “En primer lugar, porque como se ha indicado, la propuesta para el ejercicio de esta actividad parte precisamente de la iniciativa privada para el otorgamiento de un contrato concesional. Y, en segundo lugar, tratándose de una actividad que no tiene la consideración de un servicio local obligatorio, la fórmula concesional, permite garantizar de forma más segura el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera eliminando el posible impacto presupuestario y asegurando, entre otras ventajas, la adecuada transmisión de riesgos al concesionario”, sostienen en el informe.

Los técnicos de Aussa han considerado un periodo máximo de 16 meses para la realización y aprobación de los proyectos constructivos pertinentes, así como para la realización de los trabajos de construcción, siendo el primer mes de obras en mayo de 2025 y el último en marzo de 2026. La concesión estimada es de 40 años.