Aniversario del asesinato de Alberto y Ascen: "Que no usen la paz como mercancía barata para fines políticos"

La situación política de España se mete de lleno en el homenaje al matrimonio asesinado por ETA

Teresa Jiménez Becerril: "Que no nos confundan hablando de convivencia, cuando se trata de un pacto oportunista"

Teresa Jiménez-Becerril pronuncia el discurso de homenaje a su hermano y su cuñada en la calle Don Remondo.
Teresa Jiménez-Becerril pronuncia el discurso de homenaje a su hermano y su cuñada en la calle Don Remondo. / José Ángel García

"Que nadie en este país use la palabra paz como mercancía barata para lograr fines políticos". Son poco más de las seis de la tarde cuando la diputada Teresa Jimenez-Becerril se pone delante del micrófono en la confluencia de la calle Don Remondo con Cardenal Sanz Fores. En ese punto, hace 22 años, tal día como hoy, 30 de enero, su hermano Alberto y su cuñada, Ascensión García Ortiz, caían al suelo tras recibir los disparos de los asesinos de ETA.

La banda terrorista acababa con la vida de un matrimonio. Alberto era segundo teniente de alcalde en el Ayuntamiento gobernado por Soledad Becerril. Su mujer, procuradora. Dejaban huérfanos a tres niños (Alberto, Clara y Ascen) que, contrariedades de la vida, al día siguiente iban a celebrar en su colegio la jornada mundial de la Paz.

"Me cuesta la vida pisar esta calle", confiesa Teresa Jiménez-Becerril en unos instantes en los que se ha hecho el silencio tras el responso del vicario general de la Archidiócesis de Sevilla, Teodoro León. Hace menos frío que otros años. A esta cita con la memoria más dolorosa de la ciudad acuden diversos representantes políticos. Aquí se encuentran, entre otros, el presidente de la Junta, Juanma Moreno; el presidente del PP, Pablo Casado; el consejero de Salud, Jesús Aguirre; la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense, Sonia Gaya; el delegado del Distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera; la secretaria del PP de Sevilla, Virginia Pérez; el portavoz del grupo municipal del PP, Beltrán Pérez; su homólogo en Ciudadanos, Álvaro Pimentel; y la que fuera regidora de la ciudad cuando ocurrió aquel asesinato, Soledad Becerril. También acude el hijo mayor de Alberto y Ascen. El alcalde Juan Espadas no asiste al encontrarse de viaje oficial en Oporto.

Un homenaje con referencias políticas

El contexto político en el que se celebra este aniversario se mete de lleno en el discurso de Jiménez-Becerril. "Que nadie os engañe hablando de bandos", refiere la diputada del PP, que incide en que "aquí sólo hay víctimas". "Alberto y Ascen únicamente conocían las trincheras de la paz y la democracia", agrega.

"ETA no pertenece al pasado. Que no nos confundan hablando de convivencia, cuando realmente de lo que se trata es de un pacto oportunista", manifiesta Jiménez-Becerril, a quien por momentos, en su alegato, se le quiebra la voz. "Ya tengo suficiente con soportar a los herederos de los asesinos de mi hermano y mi cuñada en el Congreso. De tener a Bildu con mando en plaza", refiere la diputada, que también alude "a los que han decidido olvidar sus asesinatos por un puñado de votos".

Teresa Jiménez-Becerril acaba su intervención recordando que "aunque ETA ya no mate, su legado está más vivo que nunca". "Yo quiero una paz nacida de la Justicia, y no con pies de barro. El único bando en el que deberíamos estar todos es en el de la unidad de España", concluye.

"Una sociedad más justa"

El acto continúa con el discurso de la segunda teniente de alcalde, quien expresa "el absoluto rechazo a cualquier tipo de violencia". "Sobre todo, cuando se combate la ideología y la política, para lo que siempre debe usarse la palabra", defiende Gaya, que recuerda que a Alberto y Ascen le arrebataron, precisamente, "la palabra y la vida". "Aquel asesinato fue un fracaso de la democracia", apostilla. La concejal socialista destaca que el recuerdo de este matrimonio sevillano ha de servir "para lograr una sociedad más democrática y un progreso más justo".

Juanma Moreno cierra el acto. El presidente andaluz se aleja de cualquier reproche político. Tiene palabras de elogio para Alberto y Ascen. "Entregaron su vida por la libertad", señala Moreno, quien, eso sí, menciona los tres principios básicos para mantener viva esta memoria: "Recordar a las víctimas, defender su dignidad y la de sus familiares y hacer justicia".

"Esta pérdida no fue en vano"

"Está claro que ETA fue derrotada por la unidad de todos los que creemos en la democracia", destaca el presidente de la Junta, que alerta: "Debemos seguir avanzando para que esta historia no se reescriba. Esta pérdida no fue en vano".

Tras el homenaje, queda colocada una corona de laurel bajo la lápida que recuerda el lugar exacto donde Alberto y Ascen fueron asesinados aquella noche del 30 de enero de 1998. Una leyenda con fondo carmesí sirve de epitafio: "Sevilla no os olvida". Luego, se hace de nuevo el silencio.

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