Anestesistas, mucho más que dormir a un paciente: "Lideramos su seguridad"

El papel del anestesista dentro del quirófano va mucho más allá de dormir a los pacientes. Lo dicen quienes se encargan de esta función en la previa de una cirugía o de diagnósticos terapéuticos y obstétricos, pero, también, de controlar, a su vez, las constantes vitales, acompañar en la reanimación del paciente crítico o en su postoperatorio inmediato y manejar el dolor agudo y crónico postoperatorio.

"El anestesista se encarga de atender de forma integrada todas las necesidades y posibles problemas perioperatorios del paciente, asegurando su confort y seguridad en todo momento. Básicamente es el responsable del cuidado del paciente en todos los ámbitos", resume la doctora Mercedes Echevarría, jefa del servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital Universitario de Valme, donde este miércoles se conmemora el Día Mundial de la Anestesiología con una exposición fotográfica que visualiza la importante labor de este colectivo, que funciona en eslabón junto con otros especialistas quirúrgicos, enfermeros, TCAEs, celadores o limpiadoras, a través de una veintena de instantáneas de la anestesióloga Paula Adones, que captan el trabajo de estos especialistas inmersos en actos quirúrgicos y procedimientos de gran complejidad.

"Siento mucho orgullo por mi profesión y siempre he tenido la espinita de que somos una especialidad muy poco conocida pero sobre la que recae muchísima responsabilidad vital, de ahí que haya buscado el plasmar nuestro trabajo mediante la fotografía. Dando así a conocer a la ciudadanía un poquito de nuestro día a día", sostiene la autora de las imágenes.

No en vano, el servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Valme trasciende hoy en día de aquella imagen que pudiera tener la especialidad hace no muchos años. De hecho, suele ser uno de los servicios más grandes de cualquier complejo hospitalario, tanto por volumen de plantilla como por cartera de servicios.

En el hospital sevillano, sin ir más lejos, el servicio está conformado por 230 profesionales de diverso perfil (médicos especialistas, profesionales de enfermería, profesionales de gestión y celadores), dispone de una amplia cartera de servicios (consultas Preanestésicas, consultas del Dolor, tratamientos invasivos de la Clínica del Dolor, anestesia en exploraciones digestivas, radiológicas y hemodinámica, tratamiento de dolor agudo postoperatorio, anestesia para Cirugía Mayor Ambulatoria y analgesia obstétrica) y realiza una media anual de 13.200 cirugías, 18.000 consultas y cerca de 2.000 analgesias obstétricas. Básicamente, sin su presencia, la actividad asistencial caería a la mínima expresión.

"La función del anestesista comienza desde el momento que se indica un procedimiento quirúrgico. Incluye desde el estudio preanestésico, donde se evalúa el estado de salud del paciente y su riesgo anestésico, a la preparación preoperatoria en las mejores condiciones antes del procedimiento quirúrgico, el mantenimiento de la anestesia durante dicho procedimiento y el postoperatorio inmediato, tanto en el cuidado postoperatorio inmediato, a medio plazo y el tratamiento del dolor postoperatorio", explica la doctora Echevarría.

Por todo ello, en el día mundial de la especialidad, los anestesistas reivindican su importancia como una especialidad perioperatoria que, de la mano de la medicina quirúrgica, interviene en todo el proceso que rodea a una operación. "No sólo realizamos el acto anestésico en sí, sino que interactuamos con el paciente en los momentos previos a la cirugía, acompañándolo, disminuyendo su ansiedad y resolviendo dudas. Una labor que se extrapola y continúa en los momentos posteriores a la cirugía, asegurándonos y garantizando que la recuperación sea lo menos dolorosa y pronta posible", insiste.

Dos tipos de anestesia

Los especialistas explican que hay dos tipos de anestesia, la general y la llamada locoregional, donde se bloquean grandes troncos nerviosos. "El objetivo de ambas es la inhibición del dolor, la estabilidad hemodinámica. Además, en la anestesia general la pérdida de conciencia. Es decir, crear una situación adecuada para facilitar al quirúrgico su trabajo y que la intervención se lleve con éxito", detalla la jefa del servicio en el Valme.

Con todo, la anestesiología ha vivido en los últimos años una importante evolución. La especialidad cuenta a día de hoy con una mayor presencia en la Medicina moderna que, según la doctora Echevarría, "ha permitido sacar del quirófano numerosos procedimientos para desarrollarlos en hospitales de día, participar en actos clínicos de mayor complejidad y contribuir a la agilidad en las respuestas asistenciales". "Hoy podemos predecir cuando un paciente puede hipotensarse y poder realizar actuaciones para evitarlo. Asimismo, la introducción de la ecografía ha facilitado el desarrollo de la anestesia plexos nerviosos, así como las técnicas para el control del dolor crónico", detalla.

Todo ello, sumado a que en la actualidad la Anestesiología está incluida en la formación universitaria, lo cual le da notoriedad entre los futuros médicos a la hora de elegir especialidad. "En el caso de la Universidad de Sevilla forma parte de una asignatura obligatoria. Además, ofertamos formación en el dolor (agudo y crónico) como una asignatura optativa", indica la especialista.  

Una larga trayectoria en innovación y calidad asistencial

En el Hospital de Valme, este servicio cuenta con una larga trayectoria en innovación y calidad asistencial. Su Unidad de Dolor Crónico dispone de gran prestigio nacional, tanto por la calidad y experiencia de sus profesionales como por la línea innovadora con la aplicación de técnicas vanguardistas contra el dolor. Fue de las primeras en crearse en los años 80 e instaurar una escuela de pacientes. En su cartera de servicios figuran avanzados procedimientos diagnósticos y terapéuticos, situándose a la vanguardia de la implantación de los mismos bajo el control ecográfico; es decir, mediante técnicas ecoguiadas que aportan la mayor eficiencia posible.

Por otro lado, su Unidad de Dolor Agudo Post-operatorio es pionera con más de dos décadas de andadura en crearse dentro de la sanidad pública andaluza. Uno de sus exponentes destacados, que aporta calidad y humanización asistenciales en el proceso perioperatorio, fue un programa de enfermería innovador que tiene como marco la educación para la salud. Información previa a la cirugía compartida con los pacientes, desde el ingreso hasta el alta quirúrgica, que minimiza la ansiedad y optimiza la satisfacción percibida.

El apartado de la seguridad del paciente, el Valme fue el centro cofundador y el primero andaluz en integrarse en el Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación (Sensar). Cuenta con más de una década de experiencia en este campo, acometiendo iniciativas novedosas como la puesta en marcha del primer Aula de Seguridad Clínica del Paciente Quirúrgico.

Asimismo, dispone de numerosas distinciones que respaldan su compromiso con la mejora continua. Fue el primer servicio clínico andaluz de esta especialidad y en ámbito hospitalario en conseguir la distinción de Centro contra el Dolor Perioperatorio, que concede la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA). También dispone de la catalogación de Centro Mentor en Prácticas Seguras en Cirugía. Un distintivo concedido a través del Observatorio para la Seguridad del Paciente de la Consejería de Salud y Consumo como reconocimiento a acciones de mejora de la seguridad en quirófanos, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por su parte, el compromiso de sus profesionales con la mejora continua y la excelencia asistencial lo respalda la cultura de calidad que impregna el servicio, siendo el primero de la provincia de su especialidad que alcanzó el nivel Óptimo de acreditación por la ACSA.