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El andén de las quejas

Tráfico ferroviari0 Los pasajeros critican el servicio del Cercanías de Renfe

Los usuarios de la línea C1 se encuentran molestos con la reducción de asientos en el interior de los vagones y llegaron a cortar la vía en una ocasión como protesta

Varios usuarios esperan la llegada del Cercanías en el andén número dos al mediodía.
Enrique Ballesteros Manzorro

08 de diciembre 2008 - 05:03

Miles de pasajeros acuden todos los días al apeadero de Renfe cercano al hospital Virgen del Rocío para coger un tren que los lleve de vuelta a sus casas y las quejas de estos usuarios aumentan a medida que se acerca la hora punta del servicio (entre las 14:00 y las 15:30). Poco espacio en el interior de los vagones, suciedad en los andenes, accesos difíciles. La situación de tensión llegó a tal extremo que recientemente un grupo de usuarios que esperaban en el andén cortó la vía y provocó retrasos de 30 minutos en más de 10 trenes.

"Fueron 11 personas las que se colocaron en la vía", comenta Águeda Martínez, de 34 años y trabajadora del hospital Virgen del Rocío. "El personal de seguridad acompañó al grupo hasta durante media hora, depués vino la Policía Nacional y volvieron a pasar los trenes". Residente en Dos Hermanas, Águeda usa la línea a diario desde hace ocho años y se extraña de que lo sucedido no hubiera ocurrido antes: "Sales del trabajo y encima de aguantar los retrasos, que los hay, cuando llega el tren resulta que está lleno".

Esta estación cercana al hospital es la última que discurre por Sevilla de la línea C1 (Lora del Río-Utrera). El problema comienza antes de llegar al Virgen del Rocío ya que el tren ha recogido multitud de pasajeros en los apeaderos de Santa Justa y de San Bernardo. Los usuarios de la línea C1, en su mayoría estudiantes universitarios y trabajadores sanitarios con destino a Dos Hermanas y Utrera, disponen de cinco trenes durante el intervalo que va desde las 14:00 y las 15:30. Antonio Peinado vive en Utrera y es estudiante de Biología: "Muchos regresamos a casa para comer porque después tenemos clases pero, al ver cómo vienen los trenes de llenos, uno se piensa si quedarse a almorzar por la zona".

La frecuencia de paso en hora punta es de 20 minutos entre cada tren. Son las 14:22 y unas 160 personas esperan en el andén número dos a que llegue el Cercanías. A pesar de haber espacio suficiente para alojar a todos los usuarios, muchas de ellas lo tendrán que hacer de pie, hecho que detonó las protestas recientes. El modelo de tren prioritario en la línea C1 es el 440 que está compuesto de tres vagones y contiene 260 plazas de asiento y un número máximo de 500 pasajeros a bordo.

Tras tres servicios el tiempo de espera aumenta hasta los 30 minutos entre cada tren. Son las 15:22, la hora en la que ocurrieron las protestas. El próximo tren proveniente de San Bernardo es un modelo Civia. Este tren aumenta el número de pasajeros hasta los 550, aunque reduce las plazas de asiento que pasan a ser 160. En el andén esperan unas 100 personas y acceden sin problemas al interior del vagón. En su mayoría, tendrán que viajar de pie.

Llevar una bicicleta en hora punta también es un problema. "Muchos días he tenido que esperar una hora para llegar a mi casa porque no me dejaban entrar con la bici en el vagón", comenta Pedro Cáceres, trabajador de 37 años de Dos Hermanas. "Los políticos deberían plantear un servicio más eficiente, si lo que quieren es que dejemos el coche en casa. Espero que cuando se inaugure el Metro no se colapse todo".

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