“Con los mayores residentes se hizo todo lo que se pudo cuando no había ni recursos ni información”
Ana González Pinto. Delegada Territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Sevilla
La delegada territorial cumple un año en el cargo reivindicado el papel del Gobierno andaluz en la lucha por los más desfavorecidos en una etapa marcada por la pandemia del Covid
Ana González Pinto fue nombrada delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Sevilla el 19 de enero de 2021 en un año marcado por la crisis sanitaria de la pandemia derivada del Covid, creando una crisis social inesperada, y en el que ha afrontado grandes retos y tareas pendientes del área como las mejoras en el colectivo de mayores y ayuda a la dependencia, la desigualdad de género o el trabajo por velar por la seguridad y felicidad de la infancia, entre otros.
Representante en Sevilla de la "Consejería de las personas", como ella misma la define, González Pinto es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla, experta universitaria en Dirección de Recursos
Humanos por la UNED y en Gestión de Crisis y Comunicación Corporativa por la Universitat Oberta de
Catalunya y máster en Lobby, Asuntos Públicos y Diplomacia Corporativa por la Universidad de Nebrija. Una vasta formación académica que avalan sus cualidades para poder afrontar una cartera complicada que aúna muchas áreas fundamentales.
- Se acaba de cumplir un año de su nombramiento como delegada territorial de Igualdad, Conciliación y Políticas Sociales en Sevilla, ¿cómo resumiría brevemente esta etapa?
- Ha sido una etapa muy intensa y bonita al mismo tiempo. Trabajar en el ámbito de las políticas sociales siempre es un reto, no sólo profesional, sino también personal, y, además, como en este último año, ya casi dos, le hemos añadido el componente de una pandemia de las dimensiones del Covid, pues ha sido aún si cabe un reto más grande que hace que nuestro trabajo tenga más sentido que nunca y que nuestros esfuerzos se vean recompensados también. Aunque es cierto que queda mucho por hacer, nos sentimos contentos porque hemos podido dar respuesta a las personas que peor lo estaban pasando.
- ¿Qué ha sido lo más difícil que ha tenido que afrontar?
- Dificultades ha habido muchas y, la verdad, es que todas con un grado de importancia muy elevado porque trabajamos con personas. Es cierto que al principio de la pandemia las personas mayores fueron una preocupación enorme. eEl Covid entró en las residencias arrasando y tuvimos que implantar medidas cuando no había recursos materiales para afrontar una pandemia de la que nada se conocía y ahí estuvo la consejera en primera línea hablando con las direcciones residenciales para buscar recursos de donde no los había y sacar dinero de debajo de las piedras y revolucionar una forma de trabajar que tenía que adaptarse a un reto nuevo. Y , aunque es cierto que han fallecido muchas personas, se hizo todo lo posible y, gracias a la buena gestión de esta delegación, se han evitado muchos más fallecimientos y ahora mismo la situación en todos los centros residenciales es muy positiva pese a los contagios. Tenemos que sentirnos orgullosos.
- ¿Y lo más satisfactorio?
- Son muchas las cosas positivas. Empezando por todas las nuevas personas que durante 2021 han podido acceder a la ayuda de Dependencia, que son en la provincia de Sevilla más de 4.500 beneficiarios nuevos gracias a los refuerzos que hemos hecho tanto de presupuesto como de personal. Me llevo también todas esas vidas de mujeres salvadas gracias a las campañas del instituto Andaluz de la Mujer que se han puesto en marcha, con especial hincapié en el confinamiento cuando muchas mujeres estaban encerradas en sus domicilios con sus presuntos agresores y se implantó la campaña Mascarilla 19, e colaboración con el Colegio de Farmacéuticos, y supuso una vía de escapa muy satisfactoria. Y también me llevo a todas esas personas que han sido valoradas y tienen un nuevo grado de discapacidad, casi 18.000 resoluciones nuevas en un año. También en servicios sociales se ha potenciado la atención con más de 50.000 usuarios con programas como la tarjeta monedero o los convenios con Cáritas o el Banco de Alimentos. Tego que mencionar también a los más de 800 menores tutelados en Sevilla y aquellos que han podido entrar en una familia de acogida o colaboradora. Y así podría estar diciéndole un sinfín de cosas que me llevo en positivo en este último año.
- ¿Cuáles son los principales objetivos que se marca en este segundo año al frente de la delegación de Igualdad en Sevilla?
- El objetivo de la Consejería desde la llegada de Rocío Ruiz ha sido modificar el sistema de los servicios sociales de Andalucía. Pasar del asistencialismo, que era la visión que se tenía, a la inclusión de las personas vulnerables o con discapacidad. Y esto es una revolución total del modelo porque supone cambiar la asistencia poniendo a las personas en el centro de las políticas en sus distintos ámbitos y esa es la seña de identidad de nuestra manera de trabajar. En esa línea, tenemos proyectos que van a ser claves en este año, que ya se iniciaron en 2021 como es la Ley de la Infancia y Adolescencia, que ha sido un hito histórico que ha generado consenso de todos los colores políticos y era algo muy necesario. También estamos revolucionando la atención a las personas mayores. Entendemos que no son personas que estén en la última etapa de su vida y que no tengan nada que aportar, sino todo lo contrario. Y con ese enfoque se ha puesto en marcha el Plan Estratégico Integral par las personas mayores que aborda la prevención de malos tratos, la atención a la vulnerabilidad o la defensa de sus derechos. Y también es un reto el desarrollo de la primera estrategia contra la soledad no deseada que se implantó a final de 2021.
- En septiembre se anunció la implantación en tres municipios de Sevilla de un proyecto piloto para reducir a cero la lista de espera de dependencia. Otro reto, supongo, para este año...
- Sí, es otro proyecto revolucionario encaminado a reducir la lista de espera de la dependencia para que no haya ninguna persona en ella. Es un derecho que tenemos que proteger y una persona no puede esperar dos años a tener reconocido un derecho que le pertenece. Lo estamos llevando a cabo en Tomares, Mairena del Aljarafe y Mairena del Alcor, y finaliza en marzo, y los resultados, puedo adelantar que van a ser muy positivos. Y una vez que este proyecto esté testado y se vea que realmente ha funcionado la idea es implementarlo en todos los municipios y que el nuevo sistema de la dependencia sea más eficaz y más ágil.
- ¿Por qué era necesaria la reforma de la anterior ley de la infancia? ¿Están los niños y adolescentes andaluces más protegidos hoy?
- El objetivo de esta ley es favorecer los derechos de los niños, la protección de los niños y su protagonismo dentro de las políticas de la comunidad e impulsar el acogimiento de menores para que no haya ningún niño en centros de acogida. El calor de una familia es insustituible y nuestro deber es buscar que un niño se desarrolle de la mejor manera posible en un núcleo familiar. Estábamos con una ley del año 1998 y era un tiempo suficiente para su actualización y ajustes a las nuevas realidades de la sociedad. Estamos ante una ley que no sólo queda en papel porque tenemos un presupuesto de 2.500 millones de euros y lo que pretendemos es pasar del asistencialismo a la humanización. Que los niños pasen de los centros a más familias. En la provincia tenemos más de 860 menores tutelados y de esos, casi 400 están en centros de menores y nuestro reto es un niño, una familia. Y esta ley va muy por esa vía porque obliga a que no haya menores en centros de acogida. También apuesta mucho por romper la cadena de pobreza infantil que tenemos en Andalucía y por la prevención en materia de violencia sexual o de conflictos familiares, entre otros.
- En su carrera profesional ha estado muy ligada a la mujer y el asesoramiento a mujeres víctimas de violencia de género. ¿Cómo ha trabajado desde la delegación para impulsar medidas orientadas a la mejora de este colectivo?
- El mayor avance es que las mujeres que sufren violencia de género en esta consejería son vistas como supervivientes y no como víctimas. No queremos revictimizarlas. Y este último año hemos querido también poner el foco en el entorno de las mujeres para que involucre toda la sociedad. En el mes de noviembre hemos puesto en marcha otra cosa muy revolucionaria que era una tarea pendiente desde siempre que era involucrar a los hombres con la campaña de Masculinidades Igualitarias queremos eliminar esa imagen negativa que muchas veces se ha transmitido de los hombres sea todo lo contrario, no son enemigos, son aliados, y queremos visibilizarlos y que se conviertan en el modelo de las futuras generaciones como paso para eliminar la violencia de género.
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