Los alumnos rumanos igualan ya en número a los marroquíes

La crisis ralentiza la incorporación de los inmigrantes a los colegios · El incremento de matriculaciones de estudiantes extranjeros desciende 22 puntos en seis cursos.

Los alumnos rumanos igualan ya en número a los marroquíes
Los alumnos rumanos igualan ya en número a los marroquíes
Diego J. Geniz

03 de octubre 2011 - 05:03

Los rumanos ganan peso entre el alumnado sevillano. El número de estudiantes que proceden del país del este europeo iguala ya al de los marroquíes en los colegios e institutos de la provincia, y ello pese a que los extranjeros han reducido su ritmo de incorporación a las aulas en más de 20 puntos durante los últimos seis cursos. La falta de trabajo es la principal causa de esta ralentización, de la que parecen estar al margen las familias rumanas, para las que la Junta va a poner en marcha durante este curso un plan para que sigan vinculados a su cultura y lengua.

Los centros educativos de Sevilla acogen este curso a 12.365 inmigrantes, lo que supone un 3% de su alumnado, sólo dos décimas más que en el arranque escolar del año pasado. Los escolares extranjeros, por tanto, aumentan, pero de una forma muy pausada que nada tiene que ver con la experimentada en años previos a la recesión económica. El gráfico que ilustra esta información lo constata. En septiembre de 2005 había matriculados en los colegios e institutos públicos sevillanos 5.566 inmigrantes. Un año después esta cifra se elevaba hasta los 7.000, es decir, un aumento del 25,7%, el más importante que ha experimentado este colectivo en el último lustro. En el curso siguiente dicho porcentaje disminuyó un 16,6%, cifra que tuvo un repunte en septiembre de 2008 al registrarse un crecimiento del alumnado inmigrante del 20,7%. A partir de entonces el ritmo de incorporación de los extranjeros a las aulas sevillanas no ha vuelto a superar el 20%. Hace dos cursos, cuando el número de estudiantes inmigrantes era de 9.859, el aumento se limitaba al 12,3%. El año pasado, con 11.076 alumnos procedentes de otros países, la subida fue del 7,7%, una cifra que ha bajado casi cinco puntos en este curso, ya que los inmigrantes sólo han aumentado un 3% su presencia en los centros educativos sostenidos con fondos públicos de la provincia.

Esta ralentización se produce cuando la coyuntura económica deja de ser favorable. Está claro que Sevilla -como el resto del país- ya no ofrece las posibilidades de desarrollo que tenía para los inmigrantes cuando se encontraba sumida en el boom inmobiliario. En aquellos años muchos de los puestos de trabajo que desempeñaban hoy los nativos eran ocupados por extranjeros, ya que el sector de la construcción se convirtió en uno de los principales mercados de empleo para los sevillanos. Con el desplome del ladrillo, los sectores donde antes trabajaban en gran proporción los inmigrantes han sido ahora cubiertos por los españoles, por lo que a las familias que proceden de otros países se les agota la posibilidad de encontrar una oportunidad laboral mejor que la que tienen en su entorno de origen, algo que se constata en el hecho de que la presencia de alumnos inmigrantes en los colegios sevillanos no crezca al ritmo de los años de bonanza.

Sin embargo, dentro de este colectivo la población rumana parece estar al margen de los vaivenes económicos. Es el alumnado que más ha crecido en los últimos cursos, hasta tal punto que ya iguala en número a los marroquíes, que hasta ahora habían sido, tras los españoles, los de mayor presencia en las aulas. En cuatro cursos el número de matriculaciones de menores procedentes del país del Este europeo ha aumentado un 34,6%. En este primer trimestre los alumnos rumanos de los colegios públicos se elevan a 1.704, mientras que los marroquíes son 1.710. En el caso de los primeros, el incremento anual ha sido del 11,15%, mientras que en el de los segundos dicho porcentaje se ha quedado en el 4,46%.

Por tal motivo, la Consejería de Educación ofrecerá a las familias rumanas la posibilidad de que sus hijos asistan a clases de cultura y lengua rumana, una oferta con la que también cuentan desde hace varios años los alumnos marroquíes. No será la única novedad que la Junta desarrolle este curso en cuanto a atención a los escolares inmigrantes. También se podrán en marcha clases de chino para que aprendan este idioma todos los niños sevillanos que lo deseen. Los alumnos chinos, en este sentido, también han incrementado mucho su presencia en las aulas en los últimos cursos. En la capital, dicha población está concentrada en barriadas como la de Su Eminencia y Sevilla Este, donde hay aulas de adaptación lingüística para estos menores.

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