"Los médicos de la sanidad privada cobran lo mismo que hace 30 años"
Entrevista | Alfonso Carmona. Presidente del Colegio de Médicos de Sevilla
El presidente de los galenos sevillanos hace balance del último año y medio en pandemia en la víspera de la celebración de la festividad de San Lucas, patrón de la colegiación
Con un golpe en la mesa. Así celebra este año el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona, la festividad de San Lucas, patrón de la colegiación, que se celebra mañana 18 de octubre, tras más de un año y medio en pandemia que ha sacado a la luz las "deficiencias" del sistema sanitario, pero también la "entrega y dedicación" del personal médico. Enemigo de las "guerras" y partidario del "diálogo", Carmona lucha por la "dignificación" de la profesión en la sanidad privada, también "al pie del cañón en esta dura crisis sanitaria", pero con unas "lamentables condiciones laborales y económicas" por el "boom" del mercado de las aseguradoras.
–¿Cómo definiría el papel de los médicos dentro de todos los sectores afectados por la crisis sanitaria?
–Dentro de lo que es la Sanidad en España, considero que, con esta situación, hemos sacado a la luz todas aquellas deficiencias que hay y que hay que corregir. Lo que sí esta claro es que también ha salido a la luz la gran capacidad que tiene el médico para adaptarse a las circunstancias tan terribles que hemos tenido, sobre todo al principio, cuando no había ningún medio y prácticamente no se sabía a lo que se enfrentaban y, aún así, se entregaron en cuerpo y alma, incluso entregando la vida. El médico ha demostrado con creces que se ha sabido sobreponer a todas las adversidades y ha trabajado en pro de buscar soluciones de la mejor forma posible. Algo que sé que ha pasado en todos los sectores sanitarios.
–¿Cree que falta reconocimiento por parte de las administraciones y la sociedad en general a la figura del médico?
–Sí. Yo creo que hay una forma muy clara por parte de las administraciones de reconocer la labor de un profesional que está ejerciendo su trabajo. Pero ahí es donde juega con la ventaja de que sabe que el médico está haciendo lo que le gusta y no va a dejar de hacerlo. En eso se basan todas las deficiencias que tiene la administración respecto al personal médico. Sabe que trabaja sí o sí y que no le importan las circunstancias y se aprovechan de eso. Pero cuando pasa el tiempo, el profesional se va dando cuenta de que no sólo necesita el aplauso o el apoyo, es decir, el reconocimiento del calor humano, sino también hay unas necesidades básicas que tiene el médico que desarrolla su profesión y que vive de eso y es que en España es el profesional peor pagado de toda Europa. Yo creo que la calidad, la entrega, los años de formación y el continuo estudio y la puesta al día que tiene que hacer un médico, que nunca puede dejar de estudiar para no quedarse atrás, no está pagado en ninguna de las modalidades de la sanidad, ya sea pública o privada. Los aplausos han sido muy bonitos y agradables, y por lo menos, en los meses tan duros que vivimos el año pasado, llenaba de satisfacción que hubiera ese reconocimiento por parte de la población, pero por parte de la Administración no es suficiente con eso. Necesitamos más medios para desarrollar nuestra profesión y, por supuesto, que los emolumentos que recibe un médico sean acordes a su formación, preparación, entrega y trabajo y, para ello, tienen que estar muy por encima de lo que están ahora.
–¿Considera que existen carencias asistenciales por falta de recursos?
–Tomando como punto de partida la crisis que estamos atravesando, tengo que decir que, en un principio, sí porque la política central estuvo muy desfasada con un Fernando Simón que no dio en la clave y que realmente transmitía que esto iba a ser un brote de una enfermedad estacional como puede ser la gripe y no supieron ver lo que estaba pasando. Yo mismo, que no soy preventivista, ni me dedico a estudiar ese tema, veía que esto era una pandemia. Que había saltado de China a aquí en muy pocos días y que no pintaba bien. Yo, además, soy de los que dicen desde hace muchos años que si hay un niño con polio en el mundo, todos los niños del mundo están en peligro, porque esto ahora no es como antes que la gente necesitaba meses y años para desplazarse de un país a otro, ahora sólo hacen falta horas. Eso se vio rápidamente y no se dieron cuenta de lo que se venía encima y eso nos pilló sin preparar. Es verdad que el mundo entero no lo estaba, pero sí se pudieron hacer algunas cosas de mejor forma de las que se hicieron y, evidentemente, eso hubiera evitado ciertas carencias al principio que se pagaron con muchas vidas.
–Como presidente de todos los médicos de Sevilla, ¿qué papel considera que ha jugado la medicina privada en la pandemia?
–La medicina privada ha sufrido más que ninguna porque desde el punto de vista económico ha tenido muchas carencias. Mientras en la pública, la Administración ha seguido pagando a sus médicos, mal pagados como ya he indicado, pero dentro de lo que son sus ingresos habituales, y alguna paga extra. En la medicina privada, que han seguido igualmente trabajando sin cerrar sus consultas, esto no ha pasado y al no haber pacientes porque tenían miedo de acudir a cualquier centro médico, no había ingresos. Los médicos privados no reciben dinero del Estado sino que perciben dinero de los pacientes, si éste deja de acudir pues, evidentemente, no se cobra. Pero aquí hay otra controversia añadida y es que las compañías de seguros sí han seguido recibiendo las primas de las pólizas que tenían hechas. Sin embargo, la media de disminución de los ingresos en estos médicos han podido llegar al 80% ó 90%, e incluso, en el caso de algunos que estaban solos en sus consultas, han llegado al 100% por lo cual muchos han tenido que cerrar y otros han tenido pérdidas verdaderamente espectaculares. Es aquí donde tengo que denunciar que las compañías no se han dignado a ayudar a estos médicos cuando han pedido ayuda. Algunas, las que menos, han hecho préstamos, pero que, por supuesto, los médicos han tenido que devolver y eso considero que es totalmente contrario y una falta de respeto a la dignidad médica y a todo el esfuerzo que estaban haciendo los profesionales.
–¿En qué condiciones trabaja un médico de la privada?
–Laboralmente, si trabajan solos, lo hacen como autónomos. Eso quiere decir que tienen que pagar su cuota. Tengo que destacar en este punto que el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos ha firmado un concierto con ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), por el cual todos los médicos andaluces son socios por derecho de esta asociación y podrán tener todos los beneficios que se consigan como afiliados. Está claro que los médicos que trabajan como autónomos dependen de los ingresos que reciban de las visitas de los pacientes.
–¿Se sufre también déficit de médicos en la sanidad privada?
–Sí, claro, y no sólo eso, es que hay un trasvase a la pública. Los médicos en cuanto pueden se van a la pública porque los sueldos son mejores y las condiciones también, con horarios consensuados. El médico de la privada no tiene horas. Tiene que trabajar al pie del cañón para llevar unos ingresos dignos a su casa y eso no puede ser. Nos vamos a quedar sin médicos porque, además, es un déficit generalizado, no sólo en España, sino en el mundo entero. Pero aquí el gran problema son los bajos sueldos y en el caso de la privada baremos lamentables a pesar de echar muchísimas horas. Es por este motivo que los médicos se van fuera de España porque cobran mucho más. Nos ponemos las pilas e intentamos arreglar esto o el sistema se va a ir al garete.
–¿Cuánto cobra un médico que ejerce la medicina privada?
–Aquí el problema está cuando el paciente llega desde una compañía de seguros. Entonces hablamos de lo que es la mal llamada medicina privada, porque en realidad es una medicina concertada. En estos casos las consultas vienen a estar entre 15 y 7 euros en la primera, pero si el paciente viene una segunda vez dentro de los 30 días siguientes, ya sea por la misma razón o por otra causa pero que se considera segunda consulta, cobran la mitad y si, por casualidad viene por otra causa o el médico tiene que revisar a ese paciente, antes de esos 30 días ya no cobra absolutamente nada. Está claro que los médicos, la cobren o no la cobren, si tiene que revisar a ese paciente, seguir viéndolo, llamarlo por teléfono o hacerle un seguimiento, lo va a seguir haciendo, sin mirar que al final de mes eso no lo va a cobrar. Para tener un sueldo digno, estos profesionales tienen que trabajar horas y horas a costa de su descanso y de horas con su familia. Yo creo que eso es una de las verdaderas barbaridades que hay hoy en día en este tipo de medicina. Un médico no puede trabajar con esos niveles de ingresos porque es verdaderamente vergonzoso y una falta de respeto por parte de las compañías. Es una de las grandes controversias que hay ahora mismo dentro de la medicina privada porque llevamos más de 30 años sin recibir un aumento de esos baremos y en algunos momentos están por debajo de lo que se pagaba en los años 90. Yo creo que ya está bien y si los médicos somos capaces de unirnos, esto no va a seguir así. Yo voy a luchar en pos de que se trabaje dignamente a través del diálogo, pero es algo que hay que arreglar de alguna manera. Hay médicos que están cobrando 5 euros por una consulta y eso es algo que a quien se le diga ni se lo cree.
-¿Cuánto considera que tendría que cobrar para estar en lo justo?
–Yo soy partidario, y eso es lo que estoy intentando que se haga, de que las compañías apliquen la subida del IPC porque sí se la están aplicando a las pólizas todos los años. Lo que pasa es que aquí entran a tener un papel importante las pólizas de colectivos, con las que ellas mismas han creado una guerra de bajos precios, que es posible debido, entre otras causas, porque al médico no le pagan lo que tienen que pagarle e incluso le han bajado los baremos a lo largo de todos estos años. Yo no digo de arreglar las cosas de un día para otro porque son 30 años sin actualizar precios, pero deberíamos de trabajar en ello, por ejemplo, haciendo subidas en tramos por años y, una vez superada la brecha que se ha creado, establecer un incremento ligado al IPC. Que no me digan que eso no se puede hacer porque es lo que ha hecho la Junta de Andalucía con las guardias médicas, que han subido hasta un 20%. En la privada no se ha hecho nada de eso. Al contrario, se ha restringido el pago, se ha congelado e, incluso, en algunas ocasiones, se ha bajado.
–¿Considera entonces que hay un abuso de las aseguradoras en la medicina privada?
–Sí. Es un cartel de fuerza muy poderoso. Ellas sólo se tienen que dedicar a gestionar los ingresos, los gastos y, sobre todo, a gestionar los beneficios, porque todas tienen beneficios. Y es una lástima lo poco que le llega al médico, que es el que de verdad produce esos beneficios. Sin médicos, las aseguradoras no son nada y con esto no trato de despreciar a las compañías, es llamar a cada cosa por su nombre. Saben que son los médicos los que les producen, pues deberían de tenerlos contentos y esto no está pasando. Yo creo que ya ha llegado el momento de ponernos al día y eso tiene que ser ya y si tienen que subir las pólizas para ser rentables, pues que las suban. No puede ser tener más clientes a costa del médico. La medicina es cara y lo que no se puede hacer es no pagar al profesional que te saca el trabajo para que sea rentable. La gente debe saber que para tener una sanidad de calidad tiene que ser pagando a sus profesionales lo que se les tiene que pagar. Las pólizas a 15 euros, que se ven algunas, son un despropósito. Es lo que puede la publicidad. Venden humo para ganar clientes y la gente compra sin conciencia. Yo creo que para hacer medicina se necesitan profesionales y esos profesionales tienen que estar bien pagados y eso es algo que se puede gestionar perfectamente.
–En esta lucha que me describe, desde el Colegio de Médicos de Sevilla lanzaron hace diez meses la campaña No es justo para denunciar los "bajos" honorarios que perciben los facultativos. ¿Qué balance hace de la misma?
–Yo creo que es una forma de decirle a la gente qué es lo que están cobrando los médicos en la sanidad privada. Que sepan que por diagnosticar, por ejemplo, un cáncer de mama, con toda la preparación y estudios que tiene la persona que lo hace, su médico está cobrando de 15 a 20 euros. Con la campaña hemos querido que la gente se sensibilice al ver, por ejemplo, que eso es lo que se paga por una hamburguesa y que se pongan en la situación de si es lo mismo comer en un restaurante de comida rápida o ser bien diagnosticado por su médico. Eso es lo que queremos mostrar y es una forma de llamar a las compañías para que paguen más al médico, que es el que de verdad está sufriendo por todos lados, por parte de los hospitales, de las aseguradoras y del paciente porque es una verdadera vergüenza lo que está cobrando.
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